Precarización y bajos salarios: la regla que se impone en las juventudes de prensa

Los números -que no sorprenden- surgen de la encuesta socioeconómica que realiza todos los años el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA) en el marco del Día del/la periodista. Allí, más de 1000 respondentes validan lo que día a día se percibe y vive en las redacciones: que el acceso al mercado laboral es complejo y que les trabajadores que ingresan a las empresas periodísticas lo hacen con condiciones precarias de contratación.

Por: Paula Sabates.

   Respecto a esto último, el relevamiento 2023 arrojó que el 37,5% de les jóvenes trabaja de forma precarizada, cuando la media del gremio en ese aspecto es del 19,8%. Ese dato se respalda en otros, por ejemplo, el de cantidad de jóvenes por sector de la actividad. Así, se destaca que esta población se encuentra mayoritariamente en empresas privadas (un 70%), mientras que sólo un 14% desempeña sus funciones en los medios públicos, donde la precarización es considerablemente menor. La tendencia año a año confirma, entonces, la juvenilización de la precariedad que caracteriza al gremio.  

La era de la informalidad

El 30 de septiembre de 2022 el SIPREBA organizó y llevó a cabo su Primer Encuentro de Juventudes de Prensa, destinado a profundizar el diagnóstico de situación y pensar políticas para este sector. Más de 120 trabajadores y trabajadoras jóvenes de distintos medios conversaron sobre sus problemáticas puntuales, muchas de ellas profundizadas -aunque no exclusivamente- por el crecimiento del teletrabajo y la atomización. Desde entonces la Secretaría de Juventud y Cultura se reúne regularmente para abordar sus particularidades y pensar cómo atacarlas en una actividad concentrada y en constante transformación.

   Pero los problemas son estructurales y parten, desde el vamos, de la poca presencia de jóvenes en los medios de comunicación. En el AMBA, menos del 15% de les trabajadores de prensa tiene 30 años o menos. El porcentaje es similar al del año anterior, lo cual indica que no hay una política considerable de generación de empleo para quienes recién ingresan a la actividad. Esta poca presencia se refleja, además, en la agenda periodística. En los encuentros mencionados surgió la preocupación reiterada por la casi nula inclusión de temáticas de interés generacional en los contenidos.

   Si bien en los últimos años hubo un crecimiento de “nuevos medios” (plataformas, canales de streaming, radios online y hasta contenido en redes sociales), aquellos suelen ofrecer puestos de trabajo con un alto grado de informalidad y precarización. ¿Es imposible pensar el trabajo de la era de la digitalización con derechos laborales y salarios dignos? ¿Sí o sí estas prácticas laborales vinculadas a las nuevas tecnologías profundizan la lógica neoliberal del “emprendedor”?

 

Perspectivas

Si bien el panorama es grave en general, hay, dentro de las juventudes, sectores más desprotegidos que otros. Si se divide el dato salarial obtenido por SIPREBA, se observa que en el segmento más joven de todos la situación es peor. Si en la franja de 26 a 30 años el porcentaje que cobra por debajo de la línea de pobreza es del 60,9%, la cifra asciende más de 20 puntos porcentuales entre quienes tienen de 18 a 25 años (88,8%). Esa cifra es la peor de todas las relevadas por el sindicato. Supera a la de la categoría testigo en prensa escrita (71%) y a la de radio (70,6%).

   También hay desigualdades de género: si en el general de la actividad las mujeres y disidencias son el 39,3%, entre quienes tienen menos de 30 años esa población asciende a 57,04%. El resultado del cruce es significativo e indica que a mayor precariedad, mayor paridad de género. En ese sentido, pensar políticas sectoriales de forma aislada resulta insuficiente y en cambio es necesario hacerlo en conjunto entre las áreas de género y juventud, primero, y luego como política general del sindicato y la actividad.

   Por supuesto el panorama no es exclusivo de prensa. En muchas otras ramas de la actividad productiva en la Argentina se ratifica la tendencia de que, a menor edad, menores salarios y peores condiciones de trabajo. Pero en la actividad periodística, tanto en la franja joven como en la general del gremio, la situación se agrava como consecuencia directa de muchos años de negociaciones salariales a espaldas de les trabajadores y por el hecho de que la representación legítima de les trabajadores estuvo, hasta ahora, imposibilitada de accionar en instancia de discusión con las cámaras empresarias.

   La ratificación por parte de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo de la personería gremial del SIPREBA, en la víspera de un nuevo Día del/la periodista, abre una oportunidad. No sólo para defender los convenios colectivos de trabajo y el derecho a la comunicación, sino también para empezar a revertir la caída brutal del salario que sufrieron les trabajadores en los últimos años. 

   En el caso de las juventudes, el desafío será doble. Además del combate fuerte contra la precarización, será necesario discutir una regulación para las nuevas plataformas -ámbito de trabajo al que están apuntando las nuevas generaciones-, algo que ya viene haciendo la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren). También habrá que redoblar los vínculos con las universidades y casas de estudio que tengan carreras de periodismo y comunicación, ya que para la creación de empleo jóven, las políticas educativas y de formación para el trabajo son centrales.

   En un contexto político y económico de incertidumbre, los tiempos que vienen serán de lucha. Sólo así, con construcción colectiva y organización, será viable pensar a la actividad periodística como un anhelo y un trabajo digno. En definitiva, como un ámbito donde la dimensión de futuro se presente ni más ni menos que como una construcción posible.

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