Un proyecto de un legislador cercano Vidal podría favorecer a Víctor Santa María en el reparto de terrenos públicos

Un proyecto de un legislador cercano Vidal podría favorecer a Víctor Santa María en el reparto de terrenos públicos

Propone cederle por 30 años un predio en Núñez a Barrancas UMET Futbol Club, un equipo de fútbol que mantiene un convenio con la universidad del dirigente sindical Víctor Santa María. El polifacético dirigente sigue sumando actividades.

Un legislador porteño afín a María Eugenia Vidal presentó un proyecto de ley para la cesión temporal de un predio de la ciudad de Buenos Aires a un club deportivo local con vínculos con el sindicalista Víctor Santa María.

La iniciativa fue presentada por Sergio Siciliano, legislador del bloque oficialista Vamos por Más, el 11 de noviembre. Propone que se le otorgue permiso de uso a título precario y gratuito por 30 años de un predio en Núñez a la asociación civil Barrancas UMET Fútbol Club para “el desarrollo de la cultura física, moral e intelectual de sus asociados”. La entidad hoy mantiene un convenio con una universidad de Santa María el titular del Sindicato único de Trabajadores de Edificios (Suterh), dueño de varios medios de comunicación, y expresidente del PJ Ciudad.

El equipo en cuestión podrá utilizar el terreno para sus actividades deportivas a cambio del pago de tasas, impuestos y servicios públicos derivados de su uso durante el plazo estipulado. Una vez finalizado ese período, todas las mejoras o construcciones que hayan corrido por cuenta del club serán incorporadas, sin compensación alguna, al dominio de la ciudad, a menos que se avance con una prórroga de la cesión.

Víctor Santa María, el jefe de los porteros, maneja también el Grupo Octubre, que controla un conjunto de medios en forma directa o indirecta, como Canal 9, Los 40 Principales, Radio Continenal y AM750.

Barrancas Futbol Club (FC) nació en agosto de 2023 en el barrio porteño de Belgrano a instancias de un grupo de estudiantes universitarios que buscaba proyectarse al ámbito deportivo profesional, pero cuenta también con terminales políticas. Alex Campbell, que al igual que Siciliano, fue funcionario de Vidal durante su gestión al frente de la provincia de Buenos Aires y ahora ejerce como senador bonaerense de Pro, se presenta en Linkedin como uno de sus fundadores. En el equipo rechazan tener algún tipo de afiliación partidaria.

Campbell es actualmente vicepresidente de la fundación Hacemos Argentina, que conduce la exgobernadora de Pro y se focaliza en fortalecer la educación a nivel nacional. Es una agenda que comparten con Siciliano, que hasta el año pasado ejercía como rector de la Universidad de la Ciudad y ha presentado proyectos en la Legislatura vinculados a esta área y el cuidado de la salud mental.

Son justamente temas que amalgama Barrancas FC, que apuesta a garantizar el acceso a la educación superior de sus miembros. En sus orígenes, el club pretendía estrechar lazos con la Universidad de Belgrano, pero el recambio de autoridades en la casa de altos estudios los habría forzado a buscar socios alternativos. Fue en esa búsqueda que Santa María se acercó al club.

Según consigna en redes sociales, a mediados de febrero de 2024, el equipo firmó un “convenio marco de cooperación y asistencia” con la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), una institución fundada por el titular del Suterh. “Barrancas nace vinculado a una entidad universitaria y está concebido para estar vinculado siempre a una universidad. Hoy es la UMET la que ocupa ese lugar”, aseguraron a La Nación en el club porteño.

Según el acuerdo alcanzado, la institución de Santa María ofrece becas de estudio para los deportistas que integran el club “fomentando su ingreso, la permanencia y la graduación en carreras de nivel superior al mismo tiempo que su desarrollo como deportistas”. A cambio, la UMET se suma a lista de sponsors del equipo: su logo figura en el frente de todas las camisetas y su nombre pasó a integrar la denominación del club.

El proyecto de Siciliano deberá ser tratado por la Legislatura porteña en un proceso de doble lectura: se realizará una primera votación, luego se convocará a una audiencia pública para debatirlo y, en base a las observaciones ciudadanas, se avanzará con una segunda votación. Para aprobarlo, se requiere una mayoría especial de dos tercios, es decir, 40 votos.

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