Qué puede pasar con Sancor tras el pedido de quiebra presentado por sus propios trabajadores

Qué puede pasar con Sancor tras el pedido de quiebra presentado por sus propios trabajadores

El personal de Sancor instó al sindicato ATILRA a buscar inversores que mantengan las fábricas y preserven los puestos de trabajo.

Tras una asamblea extraordinaria respaldada por la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), los empleados de Sancor decidieron solicitar la quiebra de la cooperativa láctea.

La resolución, aprobada por unanimidad, será formalizada ante el juzgado que tramita el Concurso Preventivo de la empresa, reflejando la profundidad de la crisis que atraviesa una de las compañías más emblemáticas del sector.

Según indicaron desde ATILRA, la determinación surge tras un análisis exhaustivo de la situación financiera de Sancor, y destacaron una deuda histórica preconcursal de $69.000.000.000, correspondiente a 1.860 créditos laborales reconocidos por la empresa. 

Sin embargo, lo que más pesa en la decisión es el incumplimiento de obligaciones posteriores a la apertura del concurso: desde abril de 2025, Sancor no abonó los sueldos de sus empleados, incluyendo los meses de mayo, junio, julio, agosto y el aguinaldo del primer semestre. 

A esto se suma la falta de depósito de aportes y contribuciones a la obra social OSPIL, la mutual AMPIL y ATILRA, acumulando una deuda laboral postconcursal que supera los $14.000.000.000.

Sancor desoyó todas las intimaciones

La asamblea señaló que estos incumplimientos, de carácter alimentario y esencial, afectan no sólo a los trabajadores, sino también a sus familias, comprometiendo su acceso a la salud y otros derechos básicos. 

El pedido de quiebra de Sancor se decidió en una asamblea extraordinaria de ATILRA.

A pesar de las más de 2.500 intimaciones de pago enviadas por los empleados y las entidades sindicales, Sancor no ha dado respuesta alguna, evidenciando, según los trabajadores, un estado de «impotencia patrimonial e insolvencia generalizada». 

Esta situación fue comunicada mes a mes al juez del concurso y a la sindicatura por el Comité Provisorio de Control y la representación legal de ATILRA, sin que se registraran avances.

Ante este panorama, los trabajadores resolvieron pedir la quiebra con continuidad de la explotación, instando a las autoridades de ATILRA a buscar inversores que permitan mantener los establecimientos fabriles y preservar los puestos de trabajo. 

La decisión refleja la urgencia de encontrar una salida que garantice la viabilidad de la cooperativa y el sustento de sus empleados.

Una crisis que empezó en 2005

La crisis de Sancor, una empresa clave en la industria láctea argentina, pone en evidencia los desafíos de un sector golpeado por dificultades económicas. 

Los trabajadores, representados por el consejo directivo nacional de ATILRA, expresaron que esperan que esta medida extrema siente las bases para “una reestructuración que salvaguarde tanto la producción como los derechos laborales”.

En tanto, y a través de un comunicado difundido tras la asamblea, el consejo se comprometió a impulsar gestiones para la llegada de inversores que garanticen la continuidad de la producción.

Hace 20 años, Sancor se nutría de la producción de unos 1500 tamberos socios y más de 60 cooperativas adheridas, llegando a manejar más del 20% de la producción nacional de leche. 

Pero en 2005 comenzaron los grandes problemas, cuando una reforma estatutaria de la cooperativa, seguida de malas decisiones administrativas, dio paso a los inconvenientes que desencadenaron este cuadro de situación.

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