Registro de mujeres colectiveras: aseguran que la UTA nunca se ocupó de los reclamos

Fuentes del sector recordaron que ante los pedidos de Érica Borda, el gremio que conduce Roberto Fernández ignoró el tema. Ahora, la secretaría de Trabajo lanzó el denominado Registro de Mujeres Aspirantes a Choferes de Colectivo (REMACC). En medio de los reclamos, en Córdoba, luego de la intervención, la UTA finalmente puso al frente de la seccional una mujer.

Diego Lanese

Luego de una larga pelea judicial, Érica Borda logró el visto bueno de la justicia para ser chofer de colectivo. En 2010, luego de 12 años de trabajar en la línea 140, fue despedida, y nunca logro que otra empresa para tome para manejar un colectivo. Ante esto, presentó un amparo por discriminación, y a fines del año pasado la justicia le dio la razón. Esto impulsó un registro de mujeres conductoras, que se presentó ayer martes en la órbita de la Secretaría de Trabajo de la Nación. El mismo servirá para que las empresas puedan tomar mujeres para sus líneas, para tratar de llegar al 30 por ciento del cupo.

En este contexto, desde el sector automotriz criticaron el rol que jugó la UTA, el gremio que representa a los choferes de corta, media y larga distancia. “Nunca se ocupó del tema”, dijeron fuentes del sector, que recordaron que luego del despido de Borda no se pronunció al respecto, lo que permitió que la situación se dilatara. En medio de la discusión sobre la incorporación de mujeres a los colectivos, la UTA nombró una secretaria general en la seccional Córdoba, que estuvo mucho tiempo intervenida. “Fue una maniobra oportunista”, dijeron sectores que no se alinean con la conducción de Roberto Fernández, titular del sindicato.

Este martes se presentó el denominado el Registro de Mujeres Aspirantes a Choferes de Colectivo (REMACC), una iniciativa de la Secretaría de Trabajo de la Nación, a partir del fallo favorable a Borda, que llevó a la justicia su reclamo para ser chofer de colectivo luego que tres empresas se negaran a tomarla para ese puesto, argumentando que no se contrataban mujeres.

La demandante fue 12 años trabajadora de la línea 140, y luego de despedido no consiguió trabajo en el mismo puesto, por lo que inició la demanda contra las tres empresas que se negaran a contratarla, y contra el Estado nacional. Con este registro, Borda los empresarios del sector podrán consultar para incorporar mujeres a sus planteles, y así llegar a un equilibrio de género, que en un principio se plantea en un 30 por ciento de los trabajadores.

Hoy está lejos de ese número ideal: según la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), sólo 925 mujeres cuentan con licencias para ser choferes, mientras que los varones son 376.246.

La iniciativa, además de celebrada por distintos sectores, generó críticas a la UTA, el gremio que conduce Roberto Fernández y representa a los choferes. “Nunca se ocupó del tema”, le dijeron a Gestión Sindical fuentes del sector.

Durante estos años, el gremio “nunca estuvo al lado de Borda, ella misma lo dice, no se tomaron el caso de ella, y permitieron que por casi 10 años la discriminen”, agregaron las fuentes, que hablaron en estricto off. En la presentación, no hubo presencia relevante del gremio, que miró de costado la iniciativa. Si hubo referentes de las cámaras empresariales y del titular de la cartera laboral, Lucas Fernández Aparicio. El funcionario, que reemplazó a Jorge Triaca, tiene un pasado en el movimiento obrero, ya que fue delegado de UPCN durante el kirchnerismo.

El registro fue una especie de presentación formal, ya que hasta ahora tuvo un perfil bajo, dejando a su jefe inmediato, el ministro de Producción Dante Sica, que lleve adelante la relación con los gremios. “(E registro) Nos permite participar activamente a todos en el camino recorrido hacia una sociedad distinta que cambie sus formas, que respete a las mujeres y les dé las oportunidades que se merecen”, dijo en el acto.

En medio de la discusión por la inclusión de las mujeres en la conducción de colectivos, la UTA decidió poner al frente de la seccional Córdoba a una dirigente, Carla Esteban. La flamante líder de la UTA cordobesa fue confirmada en agosto del año pasado, cuando se normalizó la seccional –estuvo intervenida por la conducción nacional en el marco de un duro enfrentamiento con los dirigentes anteriores por las protestas y paros que tuvieron lugar en esa provincia –Esteban, chofer de la línea 600, encabezó la lista de unidad alcanzada, bajo el padrinazgo de Jorge Kiener, ex interventor de la seccional y secretario del Interior de UTA nacional.

Pero la maniobra fue calificada de “oportunista” desde la provincia mediterránea. “Fue una forma de salir del paso por el avance de las mujeres, y su silencio”, remarcaron dirigentes de esa provincia ante la consulta de Gestión Sindical. Los mismos dirigentes recordaron que la flamante titular de la UTA Córdoba “boicoteó la huelga contra los despidos y votó el desafuero de los choferes y trabajadoras de trole que la protagonizaron”.

Por estos días, la UTA tiene varios conflictos abiertos por el tema de los subsidios, ya que en el marco del ajuste presupuestario pasaron a la órbita provincial. Esto generó que a fin de año muchos choferes del interior del país no recibieran sus salarios completos, según la paritaria acordada.

Esto generó paros y abstenciones laborales en muchas ciudades, que por dos semanas tuvieron casi paralizado el servicio por la noche. Esto se pudo ver en Misiones, San Luis, Córdoba y La Pampa, y el conflicto se mantiene latente, mientras la UTA y funcionarios del Ministerio de Transporte nacional negocian para evitar que la crisis se extienda.

Además, hubo pequeños conflictos en otras provincias por temas puntuales, como sucedió en Mendoza con el cambio de sistema de transporte urbano, o en Río Negro, donde se alteraron las frecuencias de los colectivos.

Comentá la nota