El Sindicato Conductores Navales –SICONARA- salió a bancar la decisión de la Prefectura Naval de exigir que la asignación de las Dotaciones Mínimas de Seguridad en los buques se ajuste a la Potencia Total Efectiva (P.T.E.), conforme lo establecen el Decreto 572/94 –que regula el Registro Federal de Capacitación y Empleo de la Gente de Mar– y la Ordenanza Marítima 3/2009.

La medida, notificada en julio de este año, busca reforzar los estándares de seguridad en la navegación y asegurar que cada embarcación cuente con el número y la calificación de tripulantes adecuados para su potencia real. Según el gremio que conduce Mariano Vilar, este criterio constituye un principio básico de seguridad operacional y de protección del ambiente marítimo, aplicable a todo tipo de flota, y no solo a la pesquera.

Desde su creación, el REFOCAPEMM ha sido acompañado por una política sostenida de formación y titulación del personal de máquinas impulsada por el SICONARA. El sindicato destaca que el proceso de adecuación de las tripulaciones se realizó sin afectar la actividad productiva ni la continuidad de la pesca, garantizando la operatividad con dotaciones calificadas.

No obstante, la organización alertó que persisten sectores del ámbito mercante y pesquero que no cumplen plenamente con la normativa vigente. En ese contexto, el SICONARA advirtió que la aplicación de la Resolución 285/03 y sus modificatorias propicia la existencia de una “marina mercante paralela”, al permitir que operen buques con personal no inscripto en el registro oficial.

El gremio insistió en que la observancia estricta de las Dotaciones Mínimas de Seguridad es esencial para preservar la vida humana en el mar, la integridad de las embarcaciones y el cuidado del medio ambiente.