La afirmación corresponde a María Laura López Silva, secretaria General del Sindicato de Prensa Bonaerense quien además cuestionó la política del Gobierno Nacional respecto de los trabajadores del sector. “Es una aberración el ataque a trabajadores de medios con denuncias y represión en manifestaciones”, remarcó. Y aseveró que “esto es un ataque a la Democracia”.
Por: Eva Herrera.
En esta nueva entrega del Ciclo, que comparte las historias de mujeres sindicalistas quienes desde sus espacios aportan una visión especial a la construcción colectiva y a la defensa de los derechos, dialogamos con María Laura López Silva secretaria General del Sindicato de Prensa Bonaerense (SIPREBO).
López Silva posee una corta, pero intensa trayectoria en el ámbito sindical ya que sus inicios datan de 2020 cuando la Pandemia obligó a modificar las formas de trabajo y muchos derechos laborales se vieron amenazados.
Ella es precisa en sus conceptos y está convencida de que la lucha sindical es el camino para lograr mejores salarios y óptimas condiciones laborales.
El trabajo sindical, a pesar del contexto del país y de la situación de los trabajadores de prensa “tiene sus satisfacciones: en las manifestaciones en las que luchamos por nuestro salario te abrazas con los compañeros y sentís esa hermandad. Son lindos espacios en los que uno crea comunidad y desde donde se pueden conseguir cosas muy lindas”, señaló.
No obstante adelantó que no renovará su mandato como Secretaria General el próximo año aunque no descarta continuar dentro de la Comisión Directiva del SIPREBO. “Creo que he cumplido un ciclo”, manifestó.
¿Cómo y cuando nació su camino dentro del sindicalismo?
Mi camino dentro del sindicalismo arrancó en 2020 cuando en plena Pandemia en el Diario El Día – en el que trabajaba – había cuestiones con las que nos sentíamos incómodos a nivel de prevención de salud: no contábamos con los elementos necesarios para realizar nuestro trabajo y modificación en las fechas de pago entre otras cosas. Eso hizo que me acercara al delegado de ese momento y se generara un vínculo más cercano con el Sindicato. En una nueva elección quedé como delegada y cuando hubo cambio de autoridades en el Sindicato conformamos una lista con quienes hoy estamos en la Comisión Directiva. Yo quedé al frente de esta lista que es diversa y amplia.
¿Encontró resistencia para su participación sindical?
La verdad es que no. Cuando fui delegada conté con el apoyo de muchos de mis compañeros en el Diario y cuando se conformó la lista tampoco. Siempre sentí el reconocimiento de los colegas porque una mujer estaba al frente del Sindicato.
¿Para asumir su tarea contó con el apoyo de su familia?
Si, justo en ese momento me estaba yendo a convivir con mi pareja. Consulté esto con él porque estábamos iniciando un proyecto de vida juntos y este proyecto personal me restaría tiempo. Tuve ese apoyo para llevarlo adelante al igual que el de mi familia de origen. Al poco tiempo de asumir como Secretaria General quedé embarazada con lo cual fue un gran desafío ese primer año para poder congeniar todas las actividades. Lo que siempre rescatamos en el Sindicato es el trabajo conjunto. Si bien hay tareas que debo realizar por mi cargo hay un trabajo de equipo y eso hace que yo pueda llevar adelante todas las actividades.
¿Cuáles son los desafíos que tienen las mujeres actualmente en el ámbito sindical?
Los desafíos son los de siempre porque las tareas de cuidado – por una cuestión cultural – recaen en las mujeres. En el sindicalismo en general y sobre todo en los cargos más importantes siguen estando los hombres al frente. El desafío es cómo reestructurar el tema de las tareas de cuidado y cómo reestructurar este pensamiento de que las mujeres queremos quitarles sus espacios.
¿Cómo analiza la situación de los trabajadores de prensa?
Es muy complicada: nosotros venimos haciendo, desde hace cinco años, una pelea por recomposición salarial. Nuestro salario en estos años ha perdido el 100% del poder adquisitivo lo cual es terrible. Y lo que sucede ahora es que visibilizar la lucha y el reclamo por cómo está el país se ha equiparado con todos los sectores. Todos estamos en las calles. En prensa el sueldo – en las categorías más bajas – es de 650 mil pesos. Hay una situación también en la que las empresas reducen el personal lo máximo posible, la cámara empresaria dilata muchísimo las paritarias en un contexto donde el descreimiento sobre el sector sindical caló hondo de un tiempo a esta parte.
Nos cuesta conseguir la participación de los trabajadores de prensa y que se sientan parte del núcleo de trabajadores para poder entre todos generar más presión para conseguir mejores salarios y otros beneficios como determinadas licencias que son muy básicas, pero a las que no podemos acceder. Algo que también está pasando es que los jóvenes que ingresan a las empresas periodísticas o de comunicación tienen un recambio importantísimo porque cuando no les gustan las condiciones de trabajo, y pueden conseguir otra cosa, se van. No hay una lucha de poder cambiar esto de manera colectiva.
¿Qué opinión le merece la política del Gobierno Nacional en relación a los trabajadores de prensa y libertad de expresión?
Es una aberración el ataque a trabajadores de medios con denuncias y la represión a trabajadores de prensa en manifestaciones. Esto es un ataque a la Democracia donde el poder no quiere que se sepa lo que sucede. Desde la parte empresarial también se hacen un poco los sordos y ciegos ante estas situaciones. Informan algunas cosas, pero no hay una postura fuerte. El quite de la pauta a los medios ha sido un gran golpe a las empresas de medios.
¿Volverá a integrar una lista para la renovación de mandato el próximo año?
Mi idea es seguir en la Comisión. La lista seguramente se va a reconfigurar. Habrá gente que ya no estará por cuestiones personales o porque se han jubilado. La idea es convocar a compañeros y compañeras que puedan poner el cuerpo realmente porque es un trabajo ad- honorem y con esto de tener dos o tres trabajos podemos darle poco al Sindicato. Respecto a mi seguiré en la Comisión, pero no como Secretaria General. Creo que he cumplido un ciclo y considero que debo dejar el espacio a compañeros que pueden impulsar más cosas y con más energía.
¿Qué mensaje dejaría a las jóvenes que se inician en el sindicalismo?
Vale la pena estar en estos espacios donde defendemos los derechos de nuestros compañeros y desde donde se pueden conseguir beneficios. En estos espacios nuestras voces son igual de importantes que las de nuestros compañeros, donde valemos lo mismo. Hay que animarse: los espacios se generan y hay que rodearse de buenos compañeros y compañeras. No es una sola persona la que lleva adelante las tareas, sino un equipo. Se puede encabezar el equipo y dirigirlo, pero hay que estar bien acompañado. Mientras sigamos luchando por estos espacios, podremos seguir modificando el sistema.
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