“Generar confianza requiere un cambio de paradigma que centre las voces, las aspiraciones, las preocupaciones y la experiencia de los trabajadores en el tejido mismo de la formulación de políticas económicas y sociales”, subrayó.

Así, Cotton en su artículo explica que “el mundo enfrenta una necesidad apremiante de fomentar un sentido de responsabilidad compartida y acción colectiva hacia un futuro más sostenible e inclusivo. Sin embargo, esto no será posible sin la participación significativa de los trabajadores, que son la columna vertebral de nuestra economía global”, en el contexto de la realización de este foro.

“Los trabajadores están a la vanguardia de múltiples transiciones que darán forma al curso de nuestro mundo: el imperativo de cambiar hacia industrias más sostenibles, el rápido ritmo de los avances tecnológicos que transforman las industrias y el panorama geopolítico en evolución que impacta las cadenas de suministro y los mercados laborales”, indicó.

Estas transiciones, según el Secretario General de la ITF a nivel global, “no son simplemente cambios económicos; son transformaciones sociales y humanas que exigen una comprensión más profunda del impacto en los trabajadores y sus familias y, por lo tanto, en la sociedad”.

“Para navegar estos períodos transformadores de manera efectiva y garantizar resultados equitativos, los trabajadores y sus sindicatos deben participar activamente en los procesos de toma de decisiones a nivel local, nacional y global”, añadió Cotton. En este sentido, él destaca que “sus conocimientos, experiencia y conocimientos son indispensables para dar forma a políticas, estrategias e inversiones que construyan industrias sostenibles y apoyen a los trabajadores a proteger sus derechos y garantizar una transición justa”.

No obstante, Cotton señala que la realidad es que “los trabajadores a menudo se encuentran excluidos de los procesos de toma de decisiones. A menudo sus voces no son escuchadas, sus preocupaciones son ignoradas y sus contribuciones son infravaloradas”. Según el dirigente, “esta exclusión erosiona la confianza y socava la legitimidad y el potencial de éxito de las decisiones que se toman”.

Citando datos de la última encuesta mundial realizada por la ITF en 15 países, se informó que “el 73% de las personas cree que la voz de los trabajadores del transporte no se escucha adecuadamente en los procesos de toma de decisiones que afectan a su trabajo”.

“Esta falta de inclusión tiene consecuencias importantes para los trabajadores”, remarcó y añadió que “el 40% de las personas cree que la seguridad y el bienestar de los trabajadores del transporte se ven afectados negativamente por decisiones tomadas sin su participación. El 39% de las personas cree que la seguridad laboral de los trabajadores del transporte se ve socavada por decisiones tomadas sin su participación. Y el 31% de las personas cree que los ingresos de los trabajadores del transporte se ven afectados negativamente por decisiones tomadas sin su participación”.

Además, explicó que “generar confianza requiere un cambio de paradigma que centre las voces, las aspiraciones, las preocupaciones y la experiencia de los trabajadores en el tejido mismo de la formulación de políticas económicas y sociales.” Para él, esto “exige un compromiso con un diálogo genuino, un compromiso significativo y el reconocimiento de que los trabajadores no son meros receptores pasivos del cambio, sino participantes activos en la configuración del futuro”.

Haciendo un llamado a la acción, Cotton sostiene que “el llamado a generar confianza no es simplemente un tópico; es un llamado a la acción, y esa acción comienza cuando los trabajadores ocupan un lugar en la mesa de toma de decisiones”.

La ITF, representando a más de 18,5 millones de trabajadores del transporte en 150 países, “lleva mucho tiempo abogando por la inclusión de los trabajadores en los procesos de toma de decisiones”, continuó en su artículo y afirmó que “creemos que colaborar con los trabajadores basándose en la confianza y la buena fe es crucial para lograr superar los desafíos globales que enfrentamos”.

En un contexto donde los avances tecnológicos “están remodelando las industrias a un ritmo sin precedentes,” Cotton destacó que “los trabajadores no son espectadores de esta transformación; ellos son quienes se adaptan, implementan y, a menudo, impulsan estos cambios”. Y al mismo tiempo, sostuvo que “su experiencia es indispensable para navegar por el intrincado panorama de la innovación, ya sea para hacer el trabajo más seguro o para garantizar que los beneficios se distribuyan equitativamente y que nadie se quede atrás tras el progreso.”