Voytenco: “En el ‘91, UATRE era un sello de goma”

Voytenco: “En el ‘91, UATRE era un sello de goma”

Nacido en el Chaco, de extenso despliegue gremial y político en aquella provincia del norte argentino, José Voytenco, titular del sindicato de los trabajadores rurales, y heredero del recorrido alcanzado por Gerónimo "Momo" Venegas, nos abrió las puertas de su oficina en la calle Reconquista al 600 para conversar con Enfoque Sindical, sobre la situación del sector, su rol como presidente del RENATRE y la situación política de la Argentina.

Por: Emiliano Correia.

¿Cómo entraste al mundo sindical?

Ingresé al gremio en el ‘83, cuando todavía estaba intervenido y había delegados normalizadores en la provincia del Chaco. Era una situación difícil desde el punto de vista gremial, aunque yo ya venía trabajando con los compañeros en Resistencia. Un día aparece un compañero y me propone formalizar mi actividad gremial dentro de la UATRE. Y bueno, fueron pasando los años, cambiando los delegados, hasta que llega Venegas en el año ‘91. Se hacen las elecciones y se normaliza el gremio. En el ‘92 me llama Venegas y me convoca a la Capital Federal y me designa como delegado normalizador de mi provincia. Ahí empecé a afianzar mi figura gremial en el ámbito provincial de la UATRE y a visitar distintas localidades armando seccionales (en ese entonces teníamos sólo cinco). En el ‘95, durante la gestión del compañero Carlos Menem como presidente, la obra social ISARA que teníamos en ese momento, se convierte en OSPRERA y me nombran delegado de esta obra social que recién se iniciaba. A partir del ‘96 me asignaron la delegación de Chaco y la delegación de Formosa. Hoy en Chaco tenemos veinte seccionales, la mitad con locales propios. Más tarde empecé a formar parte de la CGT de Chaco y fui secretario general de las 62 Organizaciones en dos periodos. En 2015 hubo una serie de inconvenientes políticos en el orden nacional, Venegas y Cristina no lograron un buen vinculo, y por una cuestión personal casi nos lleva puesto el gremio. Después vino su acuerdo con Macri a nivel nacional y la formación del partido Fe. Esa situación en cierta medida a mí me desbalanceó en la provincia el trabajo que venía haciendo en el terreno gremial y político, lo que me llevó a renunciar a las 62 y alejarme de la cuestión política. Era muy difícil decirle a los compañeros de un día para el otro: “Che, mirá, te tenés que afiliar al partido Fe porque estamos en este espacio”. Hasta que un día Venegas me llama y me dice si quería que lo acompañe en la secretaría nacional, yo le pregunté si tenía tiempo para pensarlo y me dice “no, ya tuviste mucho tiempo para pensarlo así que tenés que venir sí o sí”. Y bueno así llego al secretariado nacional, como secretario de Relaciones Institucionales. Me costó mucho porque yo en Chaco tenía un desarrollo gremial, un desarrollo político, una presencia social importante y toda una vida armada, y venir para la capital era dejar todo eso que me había costado mucho construir. Pero bueno, cuando vos estás en esta actividad y te convocan porque está en juego el gremio, no tuve más que aceptar. A partir de ese momento empieza mi carrera a nivel nacional. Lamentablemente muere Venegas, y lo sucede Ayala. Yo asumo en el congreso y lo acompaño como secretario adjunto en 2019. Fallece Ayala en octubre de 2020 víctima del COVID y me toca asumir como secretario general. Otra vez guerra en varios frentes, el frente gremial y el frente político. Había  muchas empresas que venían trabajando en forma conjunta con la administración anterior y querían seguir. Pero en mi proyecto no encajaban. Tuve 25 meses de lucha frontal, donde todos los días tenía que asumir una batalla distinta, hasta que después de varios congresos, llegamos al 21 de diciembre del año pasado: congreso nacional y dos listas por primera vez después de 30 años. Y bueno, ganamos las elecciones por 8 votos y hoy soy el secretario general electo con mandato por 4 años, reconocido por resolución del ministerio de Trabajo de la Nación.

 

Mencionaste varias veces al "Momo" Venegas, ¿cómo describirías tu vínculo con él?

A Venegas el mayor de los respetos, porque fue un dirigente que puso a la UATRE en el lugar que debía estar. Era un gremio que cuando Venegas asumió en el 91’ era un sello de goma. Hay que decir la verdad aunque duela. Venegas en su gestión empezó a darle un curso a esta organización y gracias a él después de 27 años, logramos el gremio que tenemos. En el medio yo creo que muchos que hemos estado al lado de Venegas hemos entendido cuál era verdaderamente el camino, hemos asumido el sentido de pertenencia y el amor por esta organización. Otros simularon hacer lo mismo y fueron a los que derroté el 21 de diciembre en el congreso pasado. Si tengo que hacer una evaluación del "Momo", digo que fue un excelente dirigente gremial y un valor dentro del movimiento obrero que lamentablemente ha desaparecido, pero que ha dejado una estructura y nos ha generado la responsabilidad, como a mí en este caso, de seguir trabajando para la institución y tratando de mejorar lo que dejó. Actualmente el porcentaje de trabajadores que tenemos en negro es del 70%, es decir, solo el 30% está empadronado y blanqueado. Somos un gremio que se extiende desde la Quiaca hasta Tierra del Fuego y que en vez de tener un padrón de más de un millón de trabajadores hoy solo tiene 350 mil registrados. Ahí es donde estamos trabajando, al lado de nuestros delegados de base y de nuestros trabajadores, para hacer las fiscalizaciones correspondientes en todas las actividades regionales. Esas fiscalizaciones deben significar un mayor blanqueo del trabajo rural que hoy no está registrado, para que se refleje en nuestro padrón e incremente la masa de afiliados. Siempre acompañado de una acción gremial fuerte, en lo que tiene que ver con la capacitación, la recomposición salarial y un esquema educativo especial para el sector, haciendo hincapié en las escuelas de formación agropecuaria, para que los hijos de los trabajadores puedan tener la posibilidad de ser mano de obra especializada en el futuro. Hoy la tecnología te impone esa realidad. En el campo necesitamos tener mano de obra calificada, y el gremio es responsable de brindar esa mano de obra, además de generar el arraigo necesario para que la gente permanezca en el sector, siempre poniendo como eje al trabajador rural.

 

Entiendo que tu designación como presidente de la RENATRE va en sintonía con lo que venís desarrollando en términos de eliminar el trabajo precario, el trabajo infantil etc. ¿En qué colabora tu rol como funcionario en ese aspecto?

Mirá, debo aclararte que el RENATRE es una conquista gremial de las más importantes que logró la UATRE. La más importante después del estatuto del peón que nos dio el General Perón. Este registro en marzo de este año, cumplió 20 años. El directorio está compuesto por cinco directores, uno de la UATRE, y un director por cada uno de los representantes de la Mesa de Enlace. Confederación Rural, Sociedad Rural, Federación Agraria, y CONINAGRO. Ahí en esa mesa chica por decirlo de alguna manera, se consensúan las políticas para el registro de los peones rurales y de empleadores. O sea, con ese registro se efectiviza al trabajador rural y se forma un fondo de desempleo. Así, el que pierde su trabajo o es despedido, de acuerdo a su antigüedad, recibe una mensualidad que puede ser durante tres o seis meses, un año, o más. Durante ese periodo que cobra ese fondo de desempleo, además tiene la posibilidad,  a través del registro, de capacitarse para poder insertarse nuevamente en el mercado laboral. Ese es el registro. Yo ingresé al directorio, tras la muerte de Ramón Ayala, y al reemplazarlo me encontré, para mi sorpresa, con un RENATRE, aislado del mundo porque tenía un parque de PCs. con Windows ’95, sin conectividad con el resto de la seguridad social,  y la verdad que como se dice vulgarmente  se me cayó un ídolo. Así que empezamos a trabajar con el resto del directorio para sacar al registro de esa situación. Renovamos el parque automotor y el parque de PCs, y desarrollamos el sistema para las fiscalizaciones. Y ya lo estamos llevando a la práctica: hoy un inspector del RENATRE sale a fiscalizar con su notebook o tablet (ya no se usa más papel), conectado con los distintos organismos de la seguridad social. Hemos dado un giro de 180º poniéndolo en valor. Es una conquista gremial, lo vuelvo a recalcar. A veces nos encontramos con situaciones muy difíciles, situaciones de trabajadores en condiciones de explotación, trata de personas, trabajo infantil... Rescatamos a esas personas y el registro les paga lo que les tiene que pagar para que vuelvan a su lugar de origen. Además firmamos convenios con el comité de trata, con el RENAPER, con los organismos que de una u otra manera nos permiten poner toda la estructura para que las fiscalizaciones tengan un efecto positivo. Vale una aclaración. La ley que reglamenta el registro tiene baches. El principal que nos complica al momento de las inspecciones es, que en esa ley (que tiene 20 años) se puso de forma nominativa el valor de las multas. Entonces una multa leve está en $ 200 y una muy grave está por encima de $ 5.000. En muchos casos vos vas, y el empleador lo que hace es pagar la multa pero las situación que dio origen a la sanción continúa. Entonces son cuestiones que tenemos que ir modificando, ver cómo mejoramos para que esas multas tengan un efecto real y que el resultado de la inspección termine en una registración formal del 100%. Lamentablemente eso hoy no lo tenemos, así que hay mucho por hacer. Cabe recordar que esta es una institución que tiene poder de policía. Es la única organización de las estructuras gremiales que conozco que tiene poder de policía, y eso nos permite firmar convenios y trabajar de forma conjunta con el Ministerio de Trabajo, la AFIP, el Comité de Trata, el RENAPER etc., sumándonos a los distintos operativos. Lo que intentamos también, es visibilizar que el trabajo en negro existe, que el trabajo infantil existe, que la explotación laboral existe en el campo, para empezar a desnaturalizar los hechos que se vienen dando en distintas economías rurales.

 

¿Cómo estás viendo el panorama político y económico de la Argentina?

Y como todos los argentinos, ¿no?, es una situación difícil para todos. Creo que no es nada cómodo lo que estamos viviendo, estamos con una situación política, social y económica grave. Este país ha pasado por muchas tormentas y creo que esta la vamos a superar. Tenemos que trabajar con más militancia y apuntando a la unidad nacional, con una mesa de consenso que nos permita definir tres o cuatro ejes y sostenerlos en el tiempo esté quien esté en el gobierno. Tienen que ser ejes que apunten a mirar al pueblo, a gobernar para el pueblo argentino, donde no haya excluidos, donde los ciudadanos estemos en cierta medida contenidos, que tengamos acceso a los derechos básicos consagrados en nuestra Constitución Nacional: trabajo decente, vivienda, salud, educación, y que nos permita mejorar como sociedad. Inculcar la cultura del trabajo, hacer mucho hincapié en la educación, creo que son ejes básicos y fundamentales que hay que trabajar. Somos todos responsables, nosotros como movimiento obrero, la sociedad en general que es la que vota, y los políticos, que deben empezar a escuchar al pueblo argentino.

 

¿Tenés un candidato?

Es difícil en esta situación. Estos últimos años, teníamos todas las expectativas puestas en el gobierno de Alberto Fernández, y empezamos con una pandemia, dos años encerrados y una economía que voló por los aires. Como peronista mi candidato tiene que ser peronista, y en este caso y como resultado de todo este proceso, el candidato que representa nuestros intereses, o que creemos que nosotros necesitamos para el movimiento obrero o para el pueblo trabajador está centrado en Sergio Massa. Así que nosotros vamos a generar acciones para que Massa sea el próximo presidente de la Argentina.

 

Y si Massa no fuera presidente, y lo fuera uno de los candidatos de la ultraderecha, ¿cómo te imaginas el rol del movimiento obrero en una eventual gestión que plantee ajuste, despidos, dolarización, y poco o nada para los trabajadores?

Mirá, del dicho al hecho hay un largo trecho. Yo entiendo que están en campaña y pueden prometer cosas que no se van a cumplir, y una de esas es muy difícil de llevar adelante, por ejemplo lo que quieren hacer con los derechos laborales. Si el que llegue al gobierno no arma una mesa de consenso donde esté sentado el movimiento obrero y todos los sectores representativos que formamos parte de la sociedad, va a ser imposible que pueda lograr una buena gestión y hacer algo positivo para el país. Esto es algo lógico. No se pueden cambiar de un día para otro tantos años de errores políticos.  Vamos a cumplir cuarenta años de democracia. Vos sos un tipo joven, seguramente sos hijo de la democracia, y así como vos querés vivir en democracia, tener un futuro mejor donde tus hijos, o vos mismo, puedas tener la posibilidad de formarte, crecer, tener un emprendimiento o hacer tu carrera universitaria, eso se logra de una sola forma: hablando de la unidad de los argentinos. Y no importa quién esté gobernando. Tenemos que construir un gobierno de consenso donde fijemos ejes que promuevan el bien común de los argentinos. Aunque repito: siempre mejor si gana el peronismo.

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