Acusan al gremio de empleados de farmacia de promover una licenciatura “trucha”

Acusan al gremio de empleados de farmacia de promover una licenciatura “trucha”

Se trata de la Asociación de Empleados de Farmacia (ASEF). Hace unos días, lanzó una Licenciatura en Farmacia, en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). Pero los farmacéuticos elevaron una queja por las irregularidades en la capacitación, y el Ministerio de Educación instó a su baja. Detrás de la movida está el ex funcionario Mario Quintana, quien promueve el modelo la cadena Farmacity.

Diego Lanese

La semana pasada, la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), entidad que reúne a las farmacias comunitarias de la argentina, emitió una dura carta, pidiendo que el Ministerio de Educación revise un curso promovido por la Asociación de Empleados de farmacias (ADEF), que promovía la “Licenciatura en Farmacia”, en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). Según la entidad, el mismo tenía serias irregularidades, y era un intento de “flexibilización la profesión”, para la cual se debe estudiar una carrera de grado en las universidad habilitadas.

Al reclamo se sumó otro gremio, Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB), con quien tiene una vieja disputa por la representación de los profesionales del sector. Ante las protestas, la cartera educativa intimó a ADEF a que cede su oferta, que fue retirada de su página web. Detrás de la movida los farmacéuticos identificaron al ex vicejefe de Gabinete de la Nación, Mario Quintana, quien promueve la expansión de la cadena Farmacity, de la cual fue CEO hasta 2015, incluso en contra de las leyes vigentes, como sucede en la provincia de Buenos Aires.

La licenciatura “trucha” de ADEF fue denunciada por la COFA, entidad que reúne a las farmacias comunitarias de la Argentina. Mediante un documento, la repudió “el intento del sindicato de impulsar la carrera de farmacia en la UMET que busca beneficiar a la ‘farma shopping’”.

La confederación se refiere a las grandes cadenas de farmacias, en especial Farmacity, que tratan de imponer su modelo de negocios contra los locales comunitarios, bajo el control de un profesional farmacéuticos. La pelea viene de hace años, y tiene su round más tenso en Buenos Aires, donde el intento de la empresa de operar llegó a la Corte Suprema de Justicia.

“El farmacéutico es un profesional de la salud, experto en medicamentos, con una preparación de cinco años, que ha cursado una currícula que por su complejidad y amplitud lo habilita a ejercer la profesión en una variedad de ámbitos como la farmacia hospitalaria, la industria (medicamentos y productos médicos), la farmacia comunitaria, la logística, entre otros.”, dijo la entidad.

Por eso, pidió a la UMET y el Ministerio de Educación que revise ese curso, ofrecido en la página web de ADEF. “En resguardo de la salud de la población, las autoridades deben controlar los contenidos y el nivel de las currículas que se ofrecen a los futuros profesionales sanitarios”, agregaron. Esta semana, en respuesta a esa solicitud, la cartera educativa instó al gremio a dar de baja esa oferta, ante las posibles irregularidades.

Pero la cuestión tiene dos peleas ocultas, una vinculada a la empresa Framacity y otra a dos gremios del sector. En el primero de los casos, desde las farmacias identificaron a Mario Quintana como promotor del curso.

“Busca flexibilizar la profesión, como pretende hacer con el rol sanitario de una farmacia Quiere imponer el modelo de Farmacity, donde medicamentos están mezclados con golosinas y gaseosas”, le dijeron a Gestión Sindical fuentes del sector farmacéutico.

Quintana era el CEO y fundador de Farmacity, pero dejó su cargo cuando asumió como vicejefe de Gabinete nacional, de la mano de su amistad con el presidente Mauricio Macri. La COFA acusa al empresario de hacer lobby a favor de la cadena, e intentar ingresar a la provincia de Buenos Aires, donde una ley (la 10.606) prohíbe que las farmacias sean sociedades anónimas. En noviembre pasado hubo una audiencia pública en la Corte Suprema, y el gremio ADEF declaró como Amicus de la firma.

El propio secretario general Víctor Carricarte declaró en el máximo tribunal a favor de la instalación de cadenas. Carricarte es integrante de la Corriente Federal, uno de los espacios más combativos de la CGT, y ADEF tiene una larga historia de luchas, de la mano de su histórico secretario general, Alfredo Ferraresi, padre del actual intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi. Pero en este caso el dirigente se unió a Quintana, una de las espadas del oficialismo y aliado interno de Elisa Carrió, quien los promueve para que vuelva al gobierno nacional.

Además del lazo de Quintana con ADEF por el tema Farmacity, el empresario está del otro lado del mostrador. Como le confirmaron a Gestión Sindical fuentes del sector, Quintana figura como “consejero por el sector primado y el mundo emprendedor” del consejo académico de UMET, la universidad que promueve la licenciatura cuestionada.

Lo curioso es que la casa de estudio la apadrina otro dirigente gremial: el titular del SUTERH Víctor santa María. El dirigente es además titular del PJ porteño, y un crítico del gobierno de Macri (entre otras cuestiones es dueño de Página/12, diario de línea opositora). Sin embargo, en este punto parece estar alineado a Quintana. “Es difícil de entender, los dos dirigentes gremiales se dicen opositores pero quieren hacer este tipo de emprendimiento con uno de los hombres de confianza del presidente, es muy extraño”, se quejaron en el sector farmacéutico.

La segunda cuestión de fondo es una vieja disputa entre ADEF y el SAFyB, un espacio que se constituyó hace unos años, y está autorizado a representar a los profesionales farmacéuticos.

Desde hace tiempo que ADEF también busca quedarse con esa porción de trabajadores (cada farmacia debe tener siempre un profesional al frente, por lo cual en algunos locales puede haber hasta cuatro profesionales), y vienen litigando en el seno del Ministerio de Trabajo.

Este enfrentamiento se potenció con el curso frustrado, ya que el titular del SAFyB, Marcelo Peretta, también reclamó contra la iniciativa. Peretta puso a su gremio en la CGT, y está alineado con el moyanismo, ya que integra el Frente Sindical para el Modelo Nacional. En nuestro país, los farmacéuticos deben matricularse ante el Colegio Profesional, que actúa como representante de los profesionales que son dueños de su farmacia, o poseen una bajo la modalidad sociedad en comandita (un empresario pone el capital pero el farmacéutico es socio y está al frente de las decisiones sanitarias). Peretta quiere representar a los profesionales que trabajan bajo relación de dependencia en otros sectores, como laboratorios y droguerías, mientras ADEF afilia empleados sin título.

Luego de las quejas, el Ministerio de Educación intimó a ADEF y la UMET para que dejen de ofrecer la propuesta educativa, algo que sucedió esta semana, cuando el gremio dio de baja la solicitud online para inscribirse en el curso, que figuraba en su página web.

Pero desde la COFA dicen que deben estar “atentos” ante estas propuestas, que buscan “uberizar” al sector. Farmacity tuvo varias denuncias de malas condiciones de trabajo, y no respetar el convenio colectivo de trabajo. Pero muchos empleados dicen que el gremio no suele atender esta situación. Por eso, se creó la agrupación “Farmacity en lucha”, donde los empleados buscan evitar los abusos de la empresa, que no permiten la sindicalización, como en otras grandes empresas.

Además, ante la falta de respuesta existe una agrupación de trabajadores denominada Solución Activa, que reporta a la CTA Autónoma y pelea contra la conducción de Carricarte.

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