Armando “El Gitano” Cavalieri: cararrota flexibilizador del Sindicato de Comercio

Armando “El Gitano” Cavalieri: cararrota flexibilizador del Sindicato de Comercio

“El gitano”, como le dicen sus amigos, es el secretario general de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FACEYS). Agrupa a más de un millón de trabajadoras y trabajadores en todo el país.

Armando “el gitano” Cavalieri, como le dicen sus amigos, es el secretario general de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FACEYS). Este sindicato agrupa a más de un millón de trabajadoras y trabajadores en todo el país.

Recientemente en el programa de A24 que conduce el periodista Jonatan Viale, el sindicalista emitió algunas declaraciones sobre su trayectoria y su concepción política de cuál debería ser (o no) el accionar de los sindicatos ante la crisis sanitaria y económica. “El gremialismo tiene que sentarse en una mesa con los empresarios” dijo, dando por sentado esto que viene haciendo de no consultar absolutamente nada con las bases trabajadoras, que son a quienes se les descarga el peso de la crisis. Una mesa que los empresarios también buscan para realizar un “acuerdo social”.

“Hace 40 años discuto convenios colectivos sin ninguna huelga”, se enorgullece y remata: “yo hice muchas flexibilizaciones que me pidieron los empresarios”. Ésta última frase podría ser un resumen de su vida sindical y política.

Más de 50.000 trabajadores de comercio hoy somos precarizados de los call centers, a quienes se quiere precarizar aún más con la ley de teletrabajo. 90.000 son trabajadoras y trabajadores en supermercados y autoservicios, sector donde vemos cómo crecen los contagios de COVID-19. Ya falleció por falta de seguridad e higiene en estos ámbitos un trabajador de Coto. También están las y los trabajadores de Shoppings, ONG’s, locales comerciales y están los que no agrupa, con los que hace vista gorda, que son los informales. Muchos y muchas directamente no percibieron su sueldo desde el comienzo de la cuarentena.

El dirigente que ya tiene 86 años posee, como denunció el diario Perfil en 2007 (aunque ahora debe haberse incrementado), un campo en Roque Pérez de 5000 hectáreas donde sus empleados producen leche y soja, un club de campo en Lobos, así como una cerealera, un tambo y garajes. Es militante anticuarentena y opina que como los negocios están cerrados, la gente va a perder sus puestos laborales. Lejos de ponerse a la cabeza, como dirigente del sindicato de Comercio. Lejos de pelear para cuidar esos puestos de trabajo, por ejemplo tocando el bolsillo de los empresarios.

Desde siempre, de lo peor

Quien busque “Armando Cavalieri” en Google es probable que mucho de su biografía no encuentre. No hay información de que haya trabajado antes de ocupar cargos en el sindicato. En la década del 70 encabezaba la Comisión Nacional de Trabajo junto a Jorge Triaca padre, quien fuera ministro de Trabajo durante los primeros años del menemismo (su hijo lo fue del macrismo) y un defensor de la “guerra contra la subversión”. Así comenzaba “el gitano” su militancia sindical, en los episodios más oscuros de la historia Argentina. Asumió como presidente del Sindicato de Empleados de Comercio de Capital en el año 1986 donde ya se hacía conocido por arreglar paritarias a la baja.

En la década de los 90 fue un claro ejecutor de las políticas del gobierno de Menem, alineado con el oficialismo peronista de la época. El ex mandatario le dio a él y al sindicato, por $43 el metro cuadrado, un terreno en parque norte que convirtió en lo que hoy sería “Tierra Santa”. Con su amigo Jorge Triaca padre en el gobierno, militaba (en la línea del resto de la CGT) la “estabilidad”, mientras se aplicaban medidas antiobreras como las privatizaciones, las reformas laborales, la apertura de trabajos precarizados como las tercerizadas que implicaban de por sí ataques al salario. Esto no cambiaría con el gobierno de De la Rúa que terminó de poner de manifiesto la ruina a la que se había sumergido al país durante todas estas décadas. Una crisis que nuevamente mostró que lo que prefieren los gobiernos y los dirigentes sindicales como Cavalieri, es que la paguen los trabajadores y no los empresarios.

En el año 2003 tuvo un conflicto con Moyano de Camioneros por la afiliación de los trabajadores de carga y descarga de la línea de supermercados Carrefour donde no faltaron las patotas. Años después el presidente Néstor Kirchner apoyó al dirigente mercantil haciendo que pueda agrupar a estos trabajadores para solucionar el conflicto, antes de que asuma Cristina Fernández la presidencia.

En 2018 disputó su novena reelección como presidente del sindicato contra Ramón Muerza. Éste último, cercano a Alfredo Coto y delegado del supermercado homónimo, es apodado “el empleado del mes” de la cadena y tuvo su bendición en las elecciones por parte de María Eugenia Vidal y Diego Santilli. En estas elecciones se hizo presente la barra brava de Boca Juniors y el sindicato fue allanado por el fraude de haber encontrado más de 5000 muertos en el padrón electoral. Además Cavalieri había designado como parte de la Junta electoral del sindicato a Juan Manuel Bernasconi, quien formó parte del Batallón 601, un organismo de inteligencia de las fuerzas armadas que operó durante la dictadura. Bernasconi está acusado por el secuestro y desaparición del estudiante Ricardo Emilio Riobó en el año 1977. Además ese mismo año hubo un allanamiento en una sede de OSECAC por la que luego imputaron a Cavalieri por una defraudación de más de $50 millones a la Obra Social.

Tuvo una buena relación con el ministro de Salud, Ginés González desde el inicio del mandato de Alberto Fernández, en todo lo que hace referencia a la caja de las obras sociales. De hecho en los últimos días el presidente Gobierno transfirió millones destinados al "saneamiento" de las cuentas de las obras sociales, siendo Cavalieri uno de los principales beneficiados.

Cuando Cavalieri dice hizo las flexibilizaciones que le pidieron los empresarios, lo que quiere decir es que dejó pasar un sinfín de ataques a las y los trabajadores. Quiere decir que les dio la espalda y dio vía libre a que los empresarios hagan con ellos lo que se les cante. Es uno de los principales responsables de la precariedad que hoy enfrentan los sectores de trabajadores que agrupa. Además a fines de julio del corriente año adhirió a un comunicado junto a otros dirigentes sindicales y la Asociación Empresarial Argentina que entre otras cosas pedía una reducción tributaria.

Pero hay miles que en medio de esta crisis están hartos. Muchos que son de call centers, supermercados y locales comerciales hoy se agrupan en la RED de trabajadorxs precarizadxs en todo el país y son miles los activistas que por su cuenta hicieron paros, cuelgues de vincha donde lograron que el sindicato se haga presente para resguardar sus derechos sindicales. Por eso están convocando a una asamblea nacional de trabajadoras y trabajadores de Comercio que se llevará a cabo este sábado 8 de agosto con el fin de organizarse para enfrentar el ajuste en curso.

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