A solo cinco días del decisivo ballottage, los líderes de las dos principales centrales sindicales de extracción peronista, Antonio Caló y Hugo Moyano, preparan por separado para mañana, en coincidencia con el festejo por el día del Militante, sendas demostraciones de fuerza con las que pretenden recordar al futuro presidente que serán un actor clave para garantizar la paz social y colaborar con la gestión de gobierno desde el 10 de diciembre.

Ambos actos, en la semana final de la campaña, constituirán también gestos vinculados a la propia dinámica interna del sindicalismo, en medio del complejo proceso de reunificación de la CGT en la que ya están embarcados referentes de las dos centrales obreras, y que podría acelerarse una vez resuelta la elección presidencial.

Caló será la principal figura del encuentro que los gremios del denominado Movimiento de Acción Sindical (MASA), que comanda Omar Viviani, realizará por la tarde en la sede del sindicato de Foetra. En el encuentro no está prevista la participación del candidato del FPV, Daniel Scioli, aunque se descuenta que Caló y el resto de los dirigentes aprovecharán el escenario para renovar el llamado a los trabajadores a apoyar al postulante oficialista e el ballotage.

Moyano se propone una ceremonia más ambiciosa, en que que asegura movilizará más de 30 mil trabajadores a la sede de su CGT sobre la calle Azopardo para celebrar el día de Militante. Pese al entusiasmo de algunos dirigentes de la central, que aspiraban a sumar la presencia en el acto del candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, el propio camionero desistió de la idea. Si bien previo a la primera vuelta electoral, Moyano compartió un par de fotos con el postulante opositor, en lo formal optó por mantener su decisión de no pronunciarse por ninguno de los candidatos en la última semana de campaña.

Por eso, la gran apuesta de Moyano con el acto se concentrará en los lineamientos centrales de su discurso, que a la par de renovar los cuestionamientos contra la administración de Cristina Fernández, buscará mostrarse como un garante de la paz social para el futuro gobierno. El mensaje apunta a ofrecer un respaldo clave a las nueva autoridades, siempre que sus medidas no supongan un avance contra los derechos de los trabajadores, explican dirigentes de la central que lidera el camionero.

A diferencia del apoyo irrestricto de la CGT de Caló y hasta de algunos gremios del moyanismo a la postulación de Scioli, cerca del camionero sostienen que un eventual triunfo de Macri en el ballottage dejará mejor parado a su jefe puertas adentro del escenario sindical. Esa situación –consideran– podría ofrecerle una ventaja sobre todo frente a las corrientes de la central oficialista para imponer algunas condiciones en el marco de las negociaciones por la reunificación cegetista. "Moyano ya anticipó su decisión de dar un paso al costado, pero si gana Macri quedará mejor parado para plantear algunas cuestiones, como la conformación del futuro liderazgo de la central", evaluó un gremialista.