Por Ignacio Ostera

La sangría en los puestos de trabajo registrados del sector privado parece haberse frenado en mayo, después de la contracción récord de abril. De acuerdo a datos oficiales, el segmento asalariado perdió solamente 5.900 vacantes en el quinto mes del año, lo que representa una baja de apenas el 0,1% mensual.

La cifra contrasta con la brutal caída registrada en el período de mayor dureza en el aislamiento, cuando cerca de 190 mil personas perdieron su empleo formal en comparación a marzo, en su mayoría en relación de dependencia, a pesar de estar en vigencia la prohibición de despidos y la doble indemnización.

Lo cierto es que en mayo la baja mensual sin estacionalidad fue del 0,8% para todo el universo de trabajadores registrados, inferior al 1,3% de abril. En tanto, la variación interanual fue del 3,4%.

De acuerdo al informe que elabora el ministerio de Trabajo en base al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el número de empleados en blanco llega a 11,7 millones, contra los 11,808 de abril y los 12,109 millones de hace un año.

En cuanto los que se desempeñan en relación de dependencia en el sector privado, sumaron 5,802 millones, evidenciando un descenso de apenas 0,1% mensual (-5.900) y del 4,8% interanual (-294.600). De esta manera, se observó una fuerte desaceleración respecto a la reducción de 1,7% de abril, cuando al contrario de lo ocurrido en mayo, superó la baja generalizada del empleo registrado.

Es decir que en el quinto mes del año la destrucción del empleo registrado estuvo traccionada por el personal de casas particulares, que perdió 2% (-9.600); el monotributo, que se hundió en 69.900 (-4,5%), y los autónomos, con 6.600 puestos menos (-1,7%). Mientras tanto, el empleo público disminuyó en 5.300 vacantes (-0,2%) y el monotributo social avanzó 1,7% con 5.300 puestos más.

Para la cartera conducida por Claudio Moroni, “se advierten señales de una incipiente estabilización del trabajo asalariado registrado en empresas privadas”. “Este fenómeno responde a la rápida reacción del sistema productivo que incrementó las contrataciones de personal como resultado de la flexibilización de las medidas de aislamiento y restricción a la producción”, evaluó el ministerio en el informe.

2. Desde febrero, mes previo a la pandemia, los asalariados en el sector privado cayeron un 3,7% (224.000 trabajadores menos); los cuentapropistas un 6,7%; y los asalariados de casas particulares un 5,2%. Solo se salvó el empleo público que creció un 0,6% pic.twitter.com/W01dnilthq

— Luis Campos (@luiscampos76) August 7, 2020

El reporte de Trabajo advierte que “el total de trabajadores registrados continúa en baja, debido al comportamiento descendente del resto de las modalidades ocupacionales, entre las que se destacan principalmente el trabajo monotributista y, en menor medida, el trabajo autónomo y el de casas particulares”. 

“No obstante, como esta información proviene de un registro administrativo, que se elabora a partir de la declaración de los contribuyentes al sistema de seguridad social, no permite distinguir en qué medida la reducción del trabajo independiente se debe a que las personas dejaron de realizar la actividad laboral o a la decisión de postergar el pago de las obligaciones de la seguridad social en un contexto de fuerte caída de los ingresos”, aclaró el documento oficial.

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