La metalúrgica de Berisso despidió 60 empleados sin indemnizarlos. Un intento de Walter Correa por acercar a las partes no tuvo eco.
Los trabajadores de Acerías Berisso, una fábrica metalúrgica bonaerense con 70 años de historia, dedicada a la fundición de hierro y aceros, mantienen tomada la fábrica ubicada en la ciudad homónima del Gran La Plata, en respuesta a la decisión de la firma de llevar adelante 60 despidos sin pagar indemnizaciones.
Los empleados aseguran que continuarán con la medida hasta tanto no se arme una mesa de diálogo con la dirección de la empresa para resolver la forma de pago de lo adeudado.
Ante este escenario, el ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, Walter Correa, trató de acercar las partes y promover una negociación, pero los intentos fracasaron en medio de acusaciones mutuas de intransifencia.
Una fábrica en caída libre
El protesorero de la seccional La Plata de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Pablo Acuña, contó que la situación en Acerías Berisso se venía agravando desde comienzos de este año, con demoras en el pago de sueldos, malos tratos, pésimas condiciones laborales y despidos discrecionales.
El dirigente dijo que a lo largo de 2025 tuvieron que encarar varias medidas de fuerza ante a falta de cumplimiento salarial o despidos sin causa. También denunció que se volvieron habituales los errores administrativos en las liquidaciones de sueldos, que generaron descuentos que no correspondían, y habló en general de una “mala gestión” de la acería.

Walter Correa. El ministro de Trabajo bonarense intentó mediar en Acerías Berisso.
Pero el punto de quiebre, dijo, fue cuando la empresa despidió 60 trabajadores y no se abonaron las indemnizaciones correspondientes.
«Nosotros queremos trabajar, pero en condiciones dignas. El derecho del trabajador es cobrar. Estamos desesperados», expresó otra voz del gremio, destacando que siempre mostraron predisposición al diálogo y que hoy no tienen otra salida que la toma de la fábrica.
Amenaza de desalojo
La toma comenzó el jueves de la semana pasada y continúa bajo la amenaza de una presunta decisión de desalojarla por la fuerza este martes.
El viernes último, efectivos policiales les comunicaron a los trabajadores que si no deponían la medida, había una orden de Fiscalía para que la Infantería los obligara a dejar el lugar. Horas más tarde, se conoció que se había frenado la decisión judicial y, según pudieron averiguar los empleados, se habría aplazado hasta el martes.
Por su parte, el Municipio de Berisso también se involucró en el conflicto, expresando su respaldo a los trabajadores. En un comunicado oficial, el intendente Fabián Cagliardi (PJ) remarcó que la prioridad del Ejecutivo local es «defender el empleo y la dignidad de cada trabajador» y aseguró que la intendencia interviene para asistir a los afectados.
La crisis de Acerías Berisso
Desde la empresa no hubo una comunicación oficial pero, según trascendió, sostienen que las dificultades económicas hicieron inevitable la situación y responsabilizan a las políticas del Gobierno nacional.
Los trabajadores afirman que directivos propusieron “una readecuación” de personal para intentar mantener la firma abierta, pero posteriormente acusaron a un grupo de afiliados a la UOM de poner en riesgo la continuidad de la empresa al tomar la fábrica y paralizar la producción, reservándose el derecho a tomar acciones legales.
Acerías Berisso fabrica piezas para las industrias del vidrio, GNC, petróleo, energética, minera, vial, papelera, naval, metalúrgica, entre otras, y tiene entre sus principales clientes a Repsol YPF,Ternium-Siderar, Tenaris y Arcor.


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