En pleno año electoral las miradas se centran en las campañas, las internas partidarias en todos los sectores y los cruces entre oficialistas y opositores. La población vive una realidad totalmente ajena, donde una gran cantidad de trabajadores necesitan dos o más empleos para poder llegar a fin de mes sin inconvenientes.

Sin embargo, otro grueso importante de la población sufre del desempleo. Por despidos, o simplemente porque nunca tuvo oportunidades de acceder a uno, los grandes conglomerados urbanos se enfrentan a una eterna crisis como lo es la falta de trabajo. El Conurbano bonaerense no es una excepción y los porcentajes se fueron incrementando en los últimos años.

Los últimos datos que arrojó el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec) reflejan esta situación que enciende las alarmas de todos los gobiernos y se agrava en los barrios más populares. En los 31 aglomerados urbanos, la tasa de desocupación alcanzó el 7.9%, lo que implica una suba del 1.5% respecto al último trimestre del 2024. El Gran Buenos Aires fue, por varios cuerpos, la región argentina que mayor porcentaje tuvo con un 9.1% en el primer trimestre del 2025. 

Pero cuando se toman los datos sin contar Ciudad Autónoma de Buenos Aires el dato es más preocupante, ya que el porcentaje asciende al 9.7%. Lo que implica que un total de 613.000 personas no tienen trabajo en el Conurbano bonaerense.

El desempleo también impacta en el interior. Si bien no está incluido en el Gran Buenos Aires, la capital bonaerense también sufre de esta problemática, ya que la tasa alcanzó el 8.7%. En el interior de la provincia de Buenos Aires, San Nicolás-Villa Constitución registra una tasa del 8.5%, Mar del Plata del 6% y Bahía Blanca un 4.8%.

Cuando se observa el dato a nivel nacional es menos alentador. De los 29.8 millones de personas que viven en 31 conglomerados urbanos, 1.1 millones no tienen empleo. Las mujeres y los jóvenes son los más perjudicados, ya que la tasa fue del 9% contra el 7% del género masculino durante el primer trimestre. Pero es mayor entre los menores de 29 años ya que asciende al 15,1% entre los jóvenes varones y del 19,2% entre las mujeres. Ambos porcentajes son mayores al último trimestre del 2024.

Según datos arrojados por consultoras privadas, un 16% de los desocupados son “nuevos” ya que esperan trabajo hace menos de un mes, mientras que el 27% lleva buscando entre 1 y 3 meses, lo que marca que el problema no solamente es que las personas no tienen trabajo, sino que también es complejo acceder.

Pero el desempleo en el Área Metropolitana de Buenos Aires es un problema con muchos años y los últimos números del Indec lo demuestran. El Observatorio del Conurbano Bonaerense realizó un estudio donde mide las tasas de desempleo desde el gobierno de Néstor Kirchner hasta el último trimestre del 2024, bajo la presidencia de Javier Milei. Si bien están lejos del 19% de desocupación que hubo en el tercer trimestre el año 2003 (tras los gobiernos de De la Rúa y Duhalde) y el 12.4% durante el segundo trimestre del 2019, son números que alarman y requieren años de generación de empleo e inclusión social.

Pese a la interna dentro del peronismo, el kichnerismo y el kicillofismo hicieron eco de esta situación para pegarle al gobierno nacional. La expresidenta Cristina Kirchner se refirió al dato de desocupación en el Conurbano en los mensajes grabados a la militancia en Plaza de Mayo y Parque Lezama, mientras que el gobernador Axel Kicillof sostuvo que “todo marcha de acuerdo al plan… de la derecha. Es decir más desigualdad, menos trabajo y menos producción”.

La mirada de la Provincia

Desde el gobierno bonaerense no dudaron en mostrar su preocupación ante la impactante suba del desempleo en el Conurbano bonaerense. En diálogo con La Tecla, la jefa de Gabinete del Ministerio de Trabajo, Cecilia Cecchini, sentenció: “Resulta preocupante que el dato de desempleo ronde los 2 dígitos y que no visualizamos, por parte del gobierno nacional una política de apoyo e incentivo al empleo, sino por el contrario aliente la apertura de importaciones con el impacto negativo en materia de puestos de trabajo: resulta extraño ver celebrar al gobierno con estos  pésimos datos de desempleo y ninguna expectativa de mejora en el corto plazo

La dirigente de Almirante Brown sostuvo que “hay una característica que define el ejercicio de este gobierno: la crueldad”. Y añadió: “El Ministerio de Trabajo acompaña los procesos de conflictos para mediar, a través de mediaciones y dictados de conciliación obligatoria, a fin de resguardar las fuentes de trabajo”. 

“Los rubros mas afectados son aquellos en los que la apertura de las importaciones indiscriminadas ha sido mayor (textil, calzado) pero también aquellos vinculados a la construcción (entre ellos se destacan cementeras), por lo cual este fenómeno de desempleo no es exclusivo del conurbano”, sentenció la dirigente

Despidos crecientes y la mirada de los gremios

Un factor fundamental para obtener este número de desocupados son la gran cantidad de despidos que hubo tanto en el sector público como en el privado en la provincia de Buenos Aires, sobre todo durante la gestión nacional de Javier Milei. Si bien sostuvo que iba a pasar la motosierra en el estado, la apertura de importaciones más la baja actividad son un combo explosivo que atenta contra el normal funcionamiento de las empresas, lo que decanta en cierres y despidos masivos.

Pese a que la Provincia estrenó el PREBA (Plan de Promoción, Preservación y Regularización del Empleo), la baja en el empleo es creciente. Este plan incluye varios programas, uno de los cuales es Preservar, por el cual el Estado bonaerense sostiene los puestos de trabajo pagando el 50% del salario de los empleados que, de otra manera, serían despedidos. Este aporte es temporal y sirve para que las compañías puedan remontar la tormenta y luego regularizar el pago de los sueldos.

Según datos que aportó el ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Pablo López, en marzo se cumplieron 13 meses de caída del empleo privado, con 40 mil puestos perdidos. “Incluyendo todas las modalidades de trabajo registrado, la expulsión total supera las 514.000 personas en todo el país”, añadieron.

Durante el primer trimestre de este año hubo despidos en la refinería Shell-Raízen de Dock Sud, también en la fábrica Pilkington en Munro, además de los ocurridos en el Hospital Nacional Baldomero Sommer de General Rodriguez con 130 despidos. Estos se les suman a los ya ocurridos en Almirante Brown en la planta de La Serenísima, la cadena Diarco en Berazategui y Lanús, y en las sucursales de Chango Más en La Matanza.

El sector del neumático también tuvo un fuerte conflicto en San Fernando y Lomas de Zamora con las empresas Bridgestone y Pirelli. Mientras que en Pilar está el caso de Whirpool, ubicada en el parque industrial de la ciudad, donde se despidió a 60 trabajadores. A su vez, se produjeron suspensiones en otras dos empresas importantes como lo son la grifería FV y AKAPOL (pegamentos), con 800 y 150 trabajadores respectivamente, que no pueden ingresar a su puesto laboral.

“En la fábrica FATE hubo 97 despidos, también hubo en Pirelli y Bridgeston. Ahí es cuando tomamos la decisión inmediata de lanzar una medida de fuerza de todas las fábricas. En toda la industria hay gran cantidad de despidos. Con los gremios que hablamos, están sufriendo una explosión muy grave, sobre todo por esto de que las empresas se están derrumbando por el ingreso de productos extranjeros. Esta situación la vemos en toda la industria”, sostuvo el dirigente de SUTNA, Alejandro Crespo.

En ese sentido, el dirigente gremial Juan Pabló Martín Oyarzabal expresó: “La verdad que el dato conocido sobre el desempleo en el Conurbano lo tomamos sin sorpresa, con naturalidad y con tristeza. Porque la verdad es que con estas políticas no podía haber otra consecuencia. Nosotros que permanentemente estamos en el territorio, en cada uno de los sectores del trabajo, somos parte de la Confederación General del Trabajo (CGT) y la verdad es que todas las familias están en una situación límite, entrando en una situación límite, en el conurbano en particular. Sabemos que es el cordón donde vive un gran número de habitantes de nuestra provincia y creemos que no podía haber otro desenlace para este tipo de políticas y lamentablemente esta situación se va a ir profundizando y agravando”. 

“Sabemos que es un sector que tiene muchas dificultades, dificultades propias del problema estructural que tiene la provincia de Buenos Aires, con una coparticipación que está diseñada de una forma totalmente injusta y que perjudica al territorio provincial. Creo que tenemos una oportunidad en las próximas elecciones de empezar a marcar un rumbo que rectifique lo que está proponiendo el Gobierno Nacional y que vaya en línea con las banderas del peronismo”, añadió el dirigente de UPCN.

Entre desocupados y marginados, la situación de los barrios es más complicada

El desempleo impacta de lleno en los barrios más carenciados del Gran Buenos Aires. No solamente porque hubo mucha gente que perdió su empleo, sino que otro gran porcentaje necesita más de un trabajo (formal o informal) para llegar a fin de mes y otros tantos que nunca tuvieron la posibilidad de acceder a uno.

Para reflejar lo que se vive en los sectores más vulnerables, el dirigente social Carlos Dos Santos, de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP); detalló los factores que hacen que la crisis social sea más creciente.

Allí sentenció: “La gente en los barrios la está pasando muy, pero muy mal. Nosotros tenemos una proveeduría de la mutual, una verdulería, que teníamos los descuentos de Cuenda DNI, y ahora como se achicó del 1 al 7, la gente va en esos y después te va comprando de a poquito. Personas que me llevaban 50 cajones de verdura, ahora llevan 4. No hay un peso en la calle, la gente no tiene laburo, y el que tiene laburo tiene dos o tres laburos”. 

También reflejó que, a raíz de la desocupación, aumentó el número de personas que se acercan a recibir ayuda estatal: “Han cortado la mercadería de los comedores de Nación, que eso paliaba un montón la crisis. Ayer voy a la casa de mi mamá que vive enfrente de la escuela de Abasto y había dos cuadras de cola esperando para recibir el módulo alimentario que reparte el gobierno de la Provincia, es una locura.

“El gran problema de los comedores que han cerrado, que han cerrado muchísimos comedores, porque no lo podés mantener. Lo que hacen la mayoría de las organizaciones sociales es hacer módulos alimentarios y darle a cada familia, pero ni eso alcanza”, sentenció el dirigente.