Por: Jorge Duarte.

La irrupción en la conversación de los círculos mejor informados del mundo sindical de un nuevo borrador de Reforma Laboral libertaria, concentró en la tarde de ayer toda la atención. Se trata de un archivo PDF de 109 páginas que habría salido del Ministerio de Desregulación, el de Federico Sturzenegger, y que llegaría al Congreso en las próximas horas para ser tratado por las nuevas composiciones de ambas cámaras.

El texto, al que accedió en exclusiva InfoGremiales, se compone de un total de 182 artículos, se propone revisar toda la normativa en materia laboral, tiene apartados para cada instituto del trabajo y también busca modificar cuestiones del derecho colectivo, algunos de los puntos más sensibles para el universo gremial. «El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, sancionan con fuerza de Ley:», abre.

El primer título, de hecho, se concentra en «Modificaciones al Régimen de Contrato de Trabajo Ley Nº 20.744». Además insiste con cuestiones que ya se debatieron como la eliminación del Derecho a Huelga, en sintonía con el Decreto 70/2023, avanza sobre la extensión de la jornada laboral, el banco de horas, las vacaciones, las licencias y las indemnizaciones, entre otros temas delicados.

También habla de las propinas, de los adicionales y de las remuneraciones y, en ese punto, explicita: «El salario puede fijarse por tiempo o por rendimiento del trabajo, y en este último caso por unidad de obra, comisión individual o colectiva».

Como novedad, se presenta la creación de Fondos de Asistencia Laboral (FAL), «destinados exclusivamente a coadyuvar al cumplimiento de las obligaciones y pagos» de indemnizaciones y otros conceptos. Se tratan de fondos que se compondrán de aportes del 3% y serán regulados por entidades creadas para tal fin.

También incorpora todo un articulado destinado a los trabajadores de plataformas, hoy un punto ciego del mercado de trabajo. Algo de eso estaba comprendido en el borrador que había circulado. El texto parece concentrarse más en proteger a las empresas que a los repartidores, aunque se incorpora la necesidad de un seguro para su protección pero se deja la puerta abierta a que tenga que ser pagado por el propio empleado.

El texto no deroga la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo, uno de los principales puntos de preocupación gremiales, pero la limita fuertemente, también en sintonía con el espíritu del DNU 70/2023, y convoca a una discusión masiva de ellos en el lapso de 1 año en el ámbito de la Secretaría de Trabajo, algo que parece hoy impracticable.

Además expone: «Los convenios colectivos de ámbito mayor no podrán modificar ni disponer el contenido de los convenios de ámbito menor. Los convenios colectivos de empresa, podrán establecer formas de articulación entre unidades de negociación de ámbitos diferentes, ajustándose las partes a sus respectivas facultades de representación. Asimismo, podrán hacer remisión expresa de las materias a negociar en los convenios de ámbito mayor».

Con el correr de las horas el desglose del articulado, que también tiene derivaciones en lo tributario, abrirá un intenso debate. Varias de las propuestas chocarán con la resistencia sindical porque golpean de lleno en la línea de flotación de los derechos colectivos. Otras, serán absorbidas más fácilmente y promovidas para discutirlas en paritarias. Como sea, la Reforma Laboral ya está entre nosotros.