En la actualidad rige la ley Nº 25.674 de cupo femenino que establece que las mujeres deben ocupar el 30% de los cargos directivos tanto en la Central Obrera como en los sindicatos, dicho cupo no se cumple debido a la escasa participación femenina en el mundo sindical provocado por un sistema machista que durante décadas relegó a las mujeres de la participación gremial. Hoy, la CGT cuenta con 35 cargos directivos y solamente 2 son ocupados por mujeres: Noé Ruiz (secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género) y Sandra Maiorana (secretaria de Salud). Actualmente se está analizando una reforma del estatuto que lleve ese cupo al 50% y se amplíe a 70 los cargos de la central de la calle Azopardo.

Parece mentira que en estos tiempos donde el rol femenino tomó preponderancia en el mundo entero todavía discutamos la inclusión de la mujer en el ámbito sindical, o que tengamos leyes desde hace 19 años que no se cumplen. Sin dudas los dirigentes gremiales deberán hacer un mea culpa y replantearse porqué no han dado el lugar que les corresponde a las mujeres y tendrá que llegar un momento donde esos lugares sean ocupados no por una ley que obliga a llenar un cupo, sino por capacidad y merecimiento.

En este contexto, el Bloque Nacional de Seguridad Privada integrado por  SUTCA con su Secretario General, el moyanista Christian López, y el Secretario General de UPSRA, el barrionuevista Leónidas Requelme, está impulsando la participación activa de las trabajadoras de seguridad en la vida sindical, formando delegadas y referentes para que en el futuro próximo ocupen cargos directivos dentro de la organización. La formación de cuadros gremiales femeninos es porque no queremos que la mujer ocupe cargos para la foto y nada mas, es con la finalidad de que tengan injerencia real en las decisiones sindicales, hoy el movimiento obrero organizado necesita del compromiso y la militancia femenina para enfrentar al poder machista que impera en los ámbitos laborales. Las mujeres tienen el derecho, pero sobre todo el deber de ser parte íntegra y legítima de la toma de decisiones para fortalecer la lucha. El nuevo sindicalismo es con ellas.