CEPAL y OIT presentaron el primer boletín sobre coyuntura laboral en Argentina

CEPAL y OIT presentaron el primer boletín sobre coyuntura laboral en Argentina

Como parte de una iniciativa conjunta, el director de la Oficina de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en Buenos Aires, Martín Abeles, y la directora de la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina, Yukiko Arai, presentaron un nuevo boletín semestral sobre las principales tendencias del mercado de trabajo en el país.

Se trata del boletín Coyuntura laboral en la Argentina , un material técnico que reúne información de estudios exhaustivos sobre los mercados de trabajo y el desarrollo productivo del país, además de análisis de la información de coyuntura sociolaboral. El primer número de la publicación aborda el empleo joven y la transición a la formalidad laboral, con foco en una recuperación inclusiva y sostenible en la post pandemia.

La presentación se realizó en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS), junto a autoridades y referentes técnicos de esa cartera, además de representantes del Ministerio de Desarrollo Productivo, la Unión Industrial Argentina (UIA) y las centrales sindicales CGT, CTA-T y CTA-A.

“Estamos frente a un universo complejo sobre el cual necesitamos cada vez más información cualitativa y cuantitativa, estudios de seguimiento y de comportamiento, que reflejen lo que está pasando con las y los jóvenes”, dijo Leonardo Di Pietro, secretario nacional de Empleo del MTEySS, en representación del ministro Claudio Moroni. “El aporte de este boletín y del estudio que presenta marca un sendero propicio, un camino sobre el cual tenemos que insistir y continuar”, añadió Di Pietro.

La directora de la OIT agradeció al secretario y a los mandantes tripartitos que acompañaron la presentación y a CEPAL por el trabajo conjunto. Se refirió a la reciente firma del memorándum de entendimiento para desarrollar el cuarto Programa de Trabajo Decente de País para Argentina, el cual incluye al empleo juvenil como un eje prioritario. Al respecto, Arai recordó que la OIT impulsa más activamente esta línea desde finales de 2021, cuando organizó un debate tripartito en el MTEySS. A su vez, en marzo pasado, presentó los resultados de un análisis del impacto de la COVID-19 en la inserción de las y los jóvenes en el mercado de trabajo.

“Este boletín tiene como objetivo presentar datos que sirvan para alimentar la conversación entre el gobierno, los sindicatos y el sector empleador, como insumo para desarrollar políticas públicas”, dijo Arai. Además, mencionó que la OIT promueve, junto al sistema de Naciones Unidas en el país, lanzar la iniciativa ”Empleo decente para jóvenes” (Decent Jobs for Youth, en inglés) en Argentina.

Por su parte, Abeles señaló: “Estamos cumpliendo un viejo anhelo, combinando la experticia y el conocimiento de la OIT sobre el mundo del trabajo con el enfoque histórico-estructural de la CEPAL y su análisis macroeconómico y de los sistemas productivos. Creemos que esto puede dar una perspectiva renovada y alimentar los debates públicos con información basada en evidencia”. Además, Abeles anticipó que el boletín buscará proponer análisis innovadores sobre los principales desafíos para el desarrollo económico del país. A modo de ejemplo, señaló que el próximo número se centrará en el análisis de la dinámica de la productividad y su relación con los salarios a nivel sectorial.

La presentación de los contenidos de la publicación estuvo a cargo de las especialistas Soledad Villafañe (CEPAL) y Elva López Mourelo, quienes lideraron la investigación junto a la especialista en empleo de la OIT Argentina, Bárbara Perrot, Martín Cherkasky (CEPAL) y el consultor Juan Martín Bustos. Luego, siguió una ronda de comentarios y observaciones en la que participaron Diego Schlesser (MTEySS), Daniel Schteingart (Plan Argentina Productiva 2030, CEP XXI), Pablo Dragún (UIA), Hernán Ruggirelo (CGT), Daniel Jorajuría (CTA-A) y Andrés Larisgoitía (CTA-T).

En general, los referentes tripartitos coincidieron en la importancia de este tipo de iniciativas, que permiten poner a disposición de los actores sociales evidencias y análisis sobre la situación de coyuntura, profundizando en temáticas puntuales. Al mismo tiempo, valoraron la posibilidad del encuentro para reflexionar sobre políticas que aborden los múltiples desafíos laborales y productivos.

Los puntos destacados

En la Argentina, así como en el resto de América Latina y el Caribe (ALyC), el impacto más fuerte de la pandemia sobre los mercados laborales se registró durante el segundo trimestre de 2020, período marcado por las diferentes medidas de aislamiento preventivo. De acuerdo con el boletín, durante este tiempo, se dio una salida masiva de personas del mercado laboral y una caída del empleo sin precedentes.

Sin embargo, “los datos de fines de 2021 y comienzos de 2022 muestran una recuperación de los niveles de ocupación, que se ubicaron por encima de los valores prepandemia”, señala el boletín. De hecho, la tasa de empleo mostró un aumento desde el 41,6 por ciento en el primer trimestre de 2021 al 43,3 por ciento en igual período de 2022. Mientras que la tasa de desempleo bajó de 10,2 por ciento a 7 por ciento en el mismo ciclo.

Esta reducción sostenida de la tasa de desocupación evidencia una recuperación que fue superior entre las mujeres, al punto tal de llegar este año un pico histórico de ocupación. La tasa de empleo de las mujeres alcanzó el 37 por ciento en el cuarto trimestre de 2021, valor histórico más alto desde 2003.

El relevamiento muestra que los sectores que encabezaron la recuperación del empleo y de la actividad económica fueron la industria, el comercio, los servicios empresariales y el sector público. La industria manufacturera fue el sector que más contribuyó al crecimiento del PIB y explicó cerca de la mitad de los puestos asalariados recuperados en el sector privado durante los dos últimos años.

Por primera vez en los últimos cuatro años, durante 2021, los ingresos laborales crecieron con respecto al año previo, tanto para las y los trabajadores formales (asalariados e independientes) como, aunque en menor cuantía, para quienes trabajan en la informalidad. Pero esta mejora no llegó a revertir completamente la contracción ocasionada por la crisis de la COVID-19. De tal manera que, a pesar del crecimiento del empleo durante 2021, los ingresos provenientes del trabajo apenas recuperaron sus valores prepandemia para el caso de las y los trabajadores formales, y continuaron en terreno negativo para quienes están en la informalidad. De acuerdo con el documento, los salarios reales se siguen ubicando, en promedio, cerca de un 20 por ciento por debajo de su nivel previo a la crisis de 2018-2019. Esta caída es más profunda para las y los trabajadores informales.

Una de las problemáticas que concentra los esfuerzos de la OIT es el acceso al empleo de las y los jóvenes, como también que las trayectorias educativas contemplen alguna articulación con el mundo del trabajo. Si bien existen condiciones estructurales en este sentido, los jóvenes siguen reduciendo su participación en el mercado de trabajo, en línea con lo que se observaba antes de la crisis, especialmente en el caso de los varones. Sin embargo, un aspecto a considerar es que esta menor participación se da la mano de un aumento en la proporción de varones jóvenes que solo estudia.

Por otro lado, en el caso de las mujeres jóvenes, se recupera la tendencia de crecimiento del empleo que se venía observando antes de la pandemia. El boletín muestra, a su vez, que se mantiene la reducción del porcentaje de jóvenes que no estudian, no trabajan de manera remunerada, ni buscan un empleo

Por otro lado, en el segmento joven de la población, existen diferencias de género muy significativas: “Las mujeres jóvenes que ni estudian ni trabajan de manera remunerada casi duplican el nivel de los varones jóvenes”, expresa el boletín. Según los datos, esto evidencia las asimetrías existentes en la distribución de las tareas de cuidado. Otros guarismos muestran que existe una elevada tasa de informalidad laboral entre los jóvenes, lo que muestra una problemática estructural agravada por la pandemia. Concretamente, las personas jóvenes presentan tasas de entrada en el empleo informal que pueden llegar a doblar las tasas observadas entre la población adulta.

De hecho, se advierte un empeoramiento de varios indicadores de trabajo decente, incluyendo una reducción notable en la proporción de jóvenes con trabajo, especialmente entre las mujeres, que declaran tener simultáneamente derechos laborales como la cobertura por obra social, vacaciones pagas, días pagos por enfermedad y aguinaldo. Este empeoramiento en la calidad del empleo juvenil, que se manifiesta en un aumento de las inserciones laborales asociadas a menores ingresos, está exacerbando la brecha de ingresos entre la población joven y adulta.

Un futuro con las personas en el centro

Según las últimas proyecciones de la CEPAL, se prevé para este año una desaceleración del ritmo de crecimiento en Argentina en torno al 3 por ciento. Y en el caso de América Latina y el Caribe, la desaceleración rondaría el 1,8 por ciento. Esta situación responde, por un lado, al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, así como a las repercusiones sobre la inflación y los ingresos reales de las familias. Y, por otro lado, responde al cambio en la política monetaria de los Estados Unidos, que aumenta la vulnerabilidad financiera de los países de la región.

“Este contexto resulta más desafiante para la Argentina, dados sus mayores niveles de inflación de partida y menor margen de maniobra macroeconómico, y podría tener efectos sobre el ritmo de creación de empleo que el observado en el último año”, detalla el boletín.

Estos escenarios plantean la necesidad de trazar caminos que permitan potenciar las posibilidades del país para hacer frente a los desafíos postpandemia centrando sus políticas en las personas. Los sistemas de protección social son estrategias que se pueden fortalecer y articular con programas orientados a sostener y fomentar el empleo.

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