Forman parte de las modificaciones claves impulsadas por el Poder Ejecutivo, en línea con el reclamo de las empresas. Los sindicatos los rechazan al considerarlos como una pérdida de garantías para los empleados.
Entre los cambios que el Gobierno pretende incluir en la reforma laboral se incluyen los "salarios dinámicos", una iniciativa apoyada por el sector patronal y que promete fuertes discusiones con los sindicatos. Fue uno de los ejes de los que habló este miércoles el secretario de Trabajo, Julio Cordero, al exponer sobre la iniciativa que plantea la Casa Rosada en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados.
La figura buscaría que el valor fijado en los convenios sirva como punto de referencia general, aunque habilita a regiones o empresas a negociar condiciones diferentes, siempre en línea con las posibilidades del entorno.
La implementación de los salarios dinámicos abriría la puerta a negociaciones descentralizadas, en las que empresas y representantes laborales tendrían margen para acordar mejoras, modificar sumas fijas o establecer mecanismos de ajuste propios.
Según algunos borradores de la iniciativa, los valores fijados en los convenios dejarían de ser "pisos" y pasarían a funcionar como "techos" de referencia.
Los sindicatos rechazan esta propuesta porque perderían la posibilidad de usar esos montos como el mínimo asegurado para todos los trabajadores encuadrados.
Si prospera la reforma, cada empresa podría pactar sumas diferentes, siempre que no superen lo fijado colectivamente.
El Gobierno, por su parte, pretende que las partes involucradas flexibilicen los mecanismos de actualización y revisión de ingresos, adaptándolos a la situación concreta de cada sector o firma. Además, propone eliminar la fijación automática de incrementos salariales en función de la inflación, con el objetivo de evitar indexaciones ajenas a la productividad y las capacidades de cada empresa.
La secretaría de Trabajo prepara un borrador en el que los convenios colectivos definen rangos y pautas para cada sector, pero establecen montos máximos que las empresas no deben superar. El Gobierno plantea que este mecanismo permitiría adaptar los salarios a la realidad de cada unidad productiva, promoviendo la sustentabilidad del empleo formal.
Además, Trabajo busca asociar la evolución de los salarios con los resultados específicos de cada sector. De esa forma, se buscaría evitar que los ajustes funcionen de manera homogénea y desvinculada de la situación económica de cada actividad.
La posición de los sindicatos
Los sindicatos advierten que introducir "techos" salariales en lugar de "pisos" representaría una pérdida de garantías para los empleados.
Desde la secretaría de Trabajo aseguran que el proyecto no implica eliminar la negociación colectiva, sino dotarla de mayor flexibilidad y capacidad de adaptación al entorno económico.
La propuesta de "salarios dinámicos" incluye promover la competitividad, incentivando la mejora permanente de las condiciones productivas.
Pero los sindicatos manifestaron reparos por el riesgo de debilitamiento de la protección colectiva y la posible precarización de ciertas condiciones laborales.

Comentá la nota