El ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, salió al cruce del plan de reforma laboral que el Gobierno nacional busca impulsar después de la renovación del Congreso. Según el funcionario, la iniciativa oficial “está fuera del contexto global” y va a contramano de las tendencias laborales en el mundo.Walter Correa.
“La rechazamos porque está fuera del contexto del mundo global, en la que por el contrario a lo que pretende Milei lo que se discute es la disminución de la jornada laboral”, afirmó Correa en diálogo con Radio Provincia. Y agregó: “Este gobierno de extrema derecha plantea 13 horas laborales sin derechos y sin conquistas, llevándonos a un estadio preperonista”.
Correa sostuvo que la reducción de horas de trabajo es una discusión instalada en muchos países. “Cuando la provincia participó en la Organización Internacional del Trabajo, vimos que lo que se discute y se implementa en el mundo real es la disminución de la jornada diaria y semanal”, explicó. De hecho, señaló ejemplos regionales: “En Brasil tienen 44 horas semanales, en un proceso que va en disminución; en Chile rigen las 40 horas y en Argentina tenemos 48 horas, una de las más extensas de Latinoamérica”.
El ministro defendió los convenios colectivos y el marco laboral vigente. “Los convenios tienen una dinámica cotidiana. La tecnología cambia, los procesos cambian, y es ahí donde trabajadores y empresas llegan a acuerdos. Es un proceso que funciona”, aseguró, y remarcó que “sin cambiar una sola coma de la ley de contrato de trabajo, y con políticas del Estado, Néstor y Cristina generaron 5 millones de puestos de trabajo”.
El funcionario también apuntó contra la postura del Gobierno nacional hacia Buenos Aires y su gobernador. “Este gobierno de extrema derecha excluye a Kicillof porque no especula ni se pone de rodillas. Nuestra provincia honra el mandato popular de defender el trabajo, la producción y los derechos”, expresó.
Por último, Correa denunció un embate contra el sindicalismo. “Hay un ataque sistemático a las organizaciones sindicales, que son la última línea de defensa de los intereses de los trabajadores. No solo van contra el peronismo, sino también contra la organización sindical”, advirtió.
Según datos de la OIT, más de una docena de países están avanzando en experiencias de reducción de jornada laboral sin pérdida salarial, con mejoras en productividad y bienestar. Ese es el contraste que remarca Correa frente a una iniciativa oficial que, según su visión, “retrocede décadas en derechos laborales”.
La discusión promete tensión: los sindicatos ya anticiparon que resistirán cualquier intento de flexibilización a costa de derechos. Correa, por su parte, lo dejó claro: “Seguiremos trabajando y sosteniendo nuestros principios, nuestros ideales y nuestras convicciones”.
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