La vuelta de Massa desde Washington puso en marcha el reloj. Y ya con el sombrero de candidato no tiene resto para la ansiedad y la necesidad de quienes aguardan las medidas a las que se había comprometido una vez que cerrara con el FMI
Mariano Beldyk
El arribo del ministro de Economía, Sergio Massa, desde Washington, puso en marcha el reloj. Ya con el sombrero de candidato presidencial de Unión por la Patria una vez más, no tiene resto para la ansiedad y la necesidad de quienes aguardan por los anuncios de alivios al bolsillo que se había comprometido a concretar una vez que cerrara y garantizara el desembolso del Fondo Monetario Internacional.
Sin lugar a dudas, la posibilidad de una suma fija que inyecte poder de compra a los salarios es una de las medidas más esperadas por un conjunto de las y los trabajadores, en particular los de menores ingresos. Pero también por referentes partidarios y sindicales de una parte del arco oficialista. La expectativa está puesta entre hoy y el lunes, como posibles fechas para el tan esperado anuncio.
Antes de partir rumbo a Estados Unidos e incluso desde su última conferencia de prensa allá, Massa insistió con una hoja de ruta de anuncios que arrancaría hoy mismo y se prolongaría por el resto de la próxima semana, a razón de dos o tres por día. El objetivo, aliviar los bolsillos de diversos sectores que se vieron afectados por los últimos cimbronazos económicos y políticos, con medidas de refuerzo que contemplan también las asignaciones familiares.
¿Cuándo llegaría el momento de la suma fija? Oficialmente hoy es más lo que se supone, lo que algunos actores empujan para que sea y otros para que no, que lo que en realidad se sabe. Sí hay algunos indicios más sólidos que otros a partir de trascendidos de funcionarios sobre lo que se está pensando en el Gobierno y que dejan trascender a cuenta gotas para no restarle protagonismo al candidato.
Por ejemplo, se conoció que el Estado se ocupará de parte de esa suma fija, la que contempla a los trabajadores y trabajadoras públicas. Así se lo hizo saber la ministra Kelly Olmos a los representantes de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) en una reunión de la que se pidió que no trasciendan mayores detalles para evitar alimentar la expectativa. Pero también porque "todos los anuncios los hará Sergio Massa", tal es la frase que se repite por parte de varios voceros consultados.
Qué se sabe de la suma fija que quiere dar el Gobierno
De lo que se trataría sería de una suma no remunerativa, en principio, y que buscaría recomponer la pérdida del poder adquisitivo hacia atrás de dos meses, desde que empezaron las turbulencias que catapultaron al dólar blue por encima de los $700 y a lo que se sumó luego la devaluación del tipo de cambio oficial en un 20% el lunes posterior a las PASO. La meta es reposicionar los salarios de cara a las revisiones en las paritarias y la decisión es darle rápido curso a todos los pedidos de reapertura.
No obstante, lo curioso es que muchas de esas reaperturas de mayor peso ya se concretaron o están en vías de, lejos de esperar la inyección que podría recalibrar los incrementos. Es el caso de la UOM, por ejemplo, que cerró el grueso de sus revisiones aunque persiste cierta tensión con Techint. Pero también los camioneros y algunas ramas de Comercio, por hablar de los sectores de mayor peso. Los bancarios, por caso, arrancaron ayer con su primera audiencia en el Ministerio de Trabajo.
Desde algunos gremios afirman que no creen que la suma resulte tan significativa. Otros que prefieren separarlo de la nominalidad de las escalas salariales a la hora de negociar. Y también hay quienes buscan concretar, por su cuenta, bonos de refuerzo en simultáneo. Ninguna de las fuentes gremiales consultadas por El Cronista pudo indicar un número preciso ni el universo que comprenderá la suma fija si se ejecuta, desde el Gobierno, tal como la plantean desde las centrales sindicales.
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Tampoco el momento en el que se anunciaría. En el viaje a Washington, fueron varios los intentos de arrancarle mayores precisiones al equipo económico pero no hubo suerte. O quizás es que todavía faltaban cerrar algunos aspectos clave. "No adelantaron nada, todo lo que se ha hecho público son pronósticos sin fundamento", deslizó un encumbrado dirigente cegetista.
¿Por qué se demora el anuncio? Al entender de este referente, por la necesidad de que el sector privado se involucre y se comprometa para pagarlo tal como piensa hacer el Estado. Y esto va directamente relacionado con los márgenes de ganancia de las empresas y que no trasladen luego estas sumas a los precios en una nueva remarcación.
Qué falta definir para una suma fija: montos posibles
"Un aspecto clave para definir el monto de la suma fija y cómo se aplica es la seguridad que necesita el Gobierno de que los empresarios cumplan con el acuerdo de precios y una buena parte del empresariado no quiere asumir compromiso de precios controlados", remarcó otro dirigente que milita esta herramienta de recomposición salarial desde 2022. Solo 24 horas antes, desde la Copal habían emitido un duro comunicado público resistiendo el acuerdo del 5% dispuesto por Economía como tope a las subas mensuales por los próximos meses.
Otro aspecto a dilucidar, directamente relacionado con el primero, es el universo de salarios que abarcará: dónde se traza la línea de los "salarios bajos" que se beneficiarán con la suma fija y de qué forma eso impactará en el resto de la escala salarial. Para esto, la CTA de los Trabajadores y las Trabajadoras proponía, en 2022, usar como límite el mínimo no imponible de Ganancias y reacomodar las categorías más altas con sumas proporcionales para no desestabilizar toda la escala.
A la vez, la central que comanda Hugo Yasky sugería que el Estado acompañara el esfuerzo del sector privado, en particular de las Pymes, con créditos subsidiados durante un tiempo, hasta tanto se reacomodaran los ingresos de las empresas que afrontan el pago de la suma fija.
En base a todo ello, el monto en cuestión, que tampoco está confirmado: desde el moyanismo se habló de un mínimo de "entre $50.000 y $70.000 hasta fin de año" mientras que la CTA de los Trabajadores y Trabajadores lo ubicaba en $64.000 previo a la devaluación del 20% del lunes 14 de agosto -lo que lo llevaría a unos $78.000- para recuperar el valor del salario de noviembre de 2015.
El número se basa en un cálculo del salario de mayo de 2023, el último disponible en la medición que utiliza el centro de estudios de la central, CIFRA. "Hoy se necesita un shock que por las paritarias sola no se puede conseguir", indicó a El Cronista Pablo Manzanelli, su referente. Sin embargo, hasta horas antes de abordar ese vuelo de regreso a Washington, Massa no se había comunicado con la central para afinar la medida.
En paralelo, la CTA Autónoma de Hugo ‘Cachorro' Godoy elevó la cifra hasta los $100.000 en base a los cálculos elaborados por la Junta interna de ATE en el Indec que mide la pérdida del poder adquisitivo del salario de los estatales. En su último reporte fechado el 25 de junio de 2023, previa a la devaluación posterior, detallaba que el salario de referencia de diciembre 2015 ($10.191), actualizado a pesos de JUNIO 2023 debería de ser $ 252.301. y no los insuficientes $ 144.018.
En tal sentido, de diciembre de 2015 a junio de 2023, los salarios de un caso testigo estatal perdió un %37,3 de su poder adquisitivo. Por eso también emitieron una carta reclamando la reapertura de paritarias para ATE.
El último aspecto a dilucidar es si la suma fija abarcará también a los municipales, el sector que suele distribuirse en los peldaños más bajos de las escalas salariales registradas. En este caso, aunque hubo resistencias como a fines de 2022 con el bono de fin de año, los "peros" de los intendentes fueron notablemente menores, quizás producto del test electoral que se avecina. Así y todo, no faltó quienes sugirieron que sea el Estado nacional el que aporte también al subnivel más bajo.
No está claro si el Gobierno podría asistir a los municipios más postergados aunque a frente quienes tienen mejor situación económica, no hay duda en cuanto a que deben ser ellos quienes tienen que conseguir los fondos para costear la movida.
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