El Sindicato de Petroleros Privados decidió suspender, con carácter de condicional, la medida de fuerza que iba a comenzar este miércoles en respaldo a las medidas del Gobierno por el desabastecimiento de combustibles. Se trata de la organización gremial que tutela al personal de los yacimientos de Vaca Muerta, y que había tomado firme postura de respaldo a la tesitura del ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa.

"Frente al compromiso asumido por las cámaras empresariales para normalizar la venta minorista de combustibles y a granel en el mercado interno, durante las próximas 24 horas el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa se declara en estado de alerta y movilización", reseñó el gremio que lidera Marcelo Rucci.

Hasta la tarde de este martes los petroleros privados mantenían en suspenso la definición para llevar adelante su plan de lucha. En ese tono advirtieron: "La medida de fuerza dispuesta se suspende de manera condicional y se activará en forma inmediata en el caso de detectarse un incumplimiento de parte del sector empresario".

El sindicato reivindicó las medidas dispuestas por Massa "para garantizar el cumplimiento de la ley 17.319 que prioriza el abastecimiento del mercado interno". El gremio consideró que el 80% del sistema de distribución y venta está normalizado.

Pegarle al chancho

Mientras tanto, la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (Catheda) reiteró su visión crítica sobre la alternativa del desabastecimiento. Guillermo Pereyra, el sindicalista patagónico y titular de esa confederación aseguró que "había que pegarle al chancho para que apareciera el dueño" en referencia al plazo puesto por Massa para que se normalizara el abastecimiento o caso contrario se suspenderían las exportaciones.

"Las petroleras le presentaron un plan al gobierno y dicen que el abastecimiento se está normalizando. Eso demuestra que había que pegarle al chancho para que apareciera el dueño", dijo Pereyra y acusó a las empresas por "hacer una jugada para desabastecer el mercado interno en un período electoral".

"Lo entiendo como una extorsión que le están haciendo a Sergio Massa para que se desregularice el precio del combustible. Me parece muy bien la medida que se ha tomado de limitar las exportaciones hasta que se satisfaga la demanda en el mercado interno", opinó el titular de Catheda.

En ese sentido, el sindicalista explicó que "el denominado barril criollo", que consiste en un precio diferencial del mercado interno, se paga cerca de 56 dólares, cuando en el mercado internacional cuesta 80 dólares. "Por eso, a las empresas no les conviene vender el barril al mercado interno; les conviene exportarlo y es lo que están haciendo. Deben girar al exterior el excedente de la producción local. Están tomando como rehenes a todo el pueblo para sacar ventaja", sostuvo.