Las desigualdades que persisten

Las desigualdades que persisten

Resumen del informe regional presentado al Comité Ejecutivo Mundial. 

Entre los días 15 y 16 de mayo se llevará adelante en la ciudad de Lausana, Suiza la reunión del Comité Ejecutivo de la Internacional, donde entre otras cosas se presentan los informes regionales. A continuación, un resumen del informe de la Rel UITA presentado al Comité Ejecutivo Mundial.

La pandemia del Covid 19 profundizó la pobreza en la región más desigual del planeta, donde el 50 por ciento más pobre de la población se lleva el 10 por ciento de los ingresos mientras el 10 por ciento más rico recibe el 55 por ciento de los ingresos.

En términos de riqueza, los niveles de concentración son mayores todavía, porque el 10 por ciento más rico acumula casi el 80 por ciento de la riqueza, y el 50 por ciento más pobre, tan solo el uno.

Al salir de la pandemia nos encontramos con la agravación de los desastres provocados por el cambio climático y la incidencia de las políticas neoliberales enfocadas en el extractivismo delincuencial.

Hoy el estado brasileño de Rio Grande del Sur está bajo agua. Ha llovido mucho, como nunca, pero no es menos cierto que la situación de ahogo de toda una región se debe también al impacto provocado por el desmantelamiento de las protecciones al medio ambiente en beneficio de la industria, la minería, el agronegocio, y en general de los grandes emprendimientos privados más contaminantes y dañinos para el cambio climático.

El ahogo es también social y político

A esta situación ambiental debemos sumar los profundos cambios políticos que se están dando en la región en dirección de un constante y creciente avance de la ultraderecha, para la cual el Estado es un estorbo, una estructura a ser dinamitada permitiendo el libre accionar de las corporaciones transnacionales, la economía basada en el extractivismo y la exterminación de las organizaciones sindicales, ambientalistas y de derechos humanos.

En Brasil, la reforma laboral, el avasallamiento de conquistas obreras y la instrumentalización de políticas dirigidas al agronegocio y el sector financiero, concretadas en el período de Jair Bolsonaro, no han podido ser superadas ante la fragilidad y dispersión del movimiento popular y sindical y el fuerte respaldo parlamentario que ostenta la derecha. Bolsonaro perdió las elecciones, pero “el bolsonarismo” continúa vivo y actuante.

La economía de los sindicatos ha tenido algunos avances positivos, pero se profundiza el deterioro administrativo de las federaciones y confederaciones, nuestras afiliadas.

En Brasil, la resistencia pagó

Sin embargo, a pesar del escenario adverso, la Rel UITA y sus organizaciones en Brasil lograron resistir a la precarización de las condiciones de trabajo en la industria cárnica, impulsada por el poderoso lobby del agronegocio.

La Norma Reguladora 36 (sector carne), fue la única que el gobierno de Jair Bolsonaro no pudo alterar en perjuicio de los trabajadores y trabajadoras. En este sentido reconocemos el respaldo político de la EFFAT y la actuación decidida de Sue Longley en la articulación solidaria a nivel internacional.

¿Cómo crecemos en Brasil? ¿Qué mecanismos encontramos para avanzar en cantidad y calidad? En ello estamos trabajando y podemos señalar avances. De todos modos, este será uno de los temas a ser analizado en la próxima reunión del Comité Administrativo Regional, convocada con carácter de urgencia.

Milei va más lejos

Si la situación en Brasil era (y es) complicada, también lo es, y hoy más, la de la República Argentina. El presidente Javier Milei es un ultraneoliberal fascistoide, una versión desmejorada y ampliada del bolsonarismo. Desde su llegada al gobierno, en diciembre pasado, en apenas unos meses ha acrecentado la pobreza hasta niveles desconocidos en el país y se empecina en la instrumentalización de una reforma laboral que, como señala Héctor Morcillo, “favorece a los grandes capitales, sigue profundizando la pérdida de derechos de los trabajadores y las trabajadoras, abre espacios a la tercerización y precarización de las relaciones laborales (y) promueve asimismo una ley que pone patas arriba a la Argentina, que tiene como concepción principal eliminar la justicia social y apunta en dirección de una mayor concentración del capital en manos de los que más tienen”.

La Rel UITA estuvo presente en los distintos escenarios donde el movimiento obrero y popular argentino manifestó su rechazo a las políticas del gobierno de Milei por medio de multitudinarias concentraciones.

Consolidar la solidaridad

La campaña de solidaridad y denuncia contó con el respaldo de nuestra regional en Asia Pacífico y de varias organizaciones europeas. En este sentido, porque nos une una rica historia de luchas obreras compartidas, creemos en la necesidad de constituir un Comité de Solidaridad con la EFFAT y UITA con la finalidad de redimensionar las acciones de sensibilización y denuncia de un gobierno despótico y genocida, en un espacio muy sensible como lo es la Unión Europea.

Debemos comprender que si Milei lleva adelante con éxito el desguace del Estado, la uberización del trabajo y su propósito de lacerar las organizaciones sindicales, ello significará sin dudas una retroceso mayúsculo para el movimiento obrero internacional y las fuerzas democráticas del mundo.

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