La receta de la provincia de Buenos Aires para hacer frente a la huelga de los maestros anunciada para esta semana será descontar el día a quienes adhieran a la medida. Así lo anunciaron desde el gobierno de María Eugenia Vidal después del fracaso de la séptima reunión paritaria en lo que va del año, durante la cual la oferta de la gobernadora fue un 10 por ciento por seis meses, en cuotas.
A las puertas del paro docente anunciado para el próximo miércoles y tras un nuevo fracaso de las negociaciones paritarias, el director general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Sánchez Zinny, sostuvo que la convocatoria docente prevista para la semana próxima "no es conveniente y no ayuda a la negociación" y advirtió que los días no trabajados "serán descontados".
"La convocatoria al paro no es conveniente y no ayuda a la negociación", precisó anoche el funcionario, en declaraciones a Canal 26. Además, aseguró que las autoridades van a "descontar los días de paro, como se viene haciendo".
Las declaraciones de Zinny fueron difundidas luego de que, según denunciaron los gremios, el gobierno llevara a la mesa una propuesta “semestral fragmentada” en respuesta a la cual el miércoles 25 los maestros realizarán un paro con movilización a la Casa de la Provincia en la Ciudad de Buenos Aires. “No se trata de que los sindicalistas no acordemos, es el Gobierno el que no trae a la mesa la respuesta a la necesidad urgente de reponer los salarios”, sostuvo después de la reunión Mista Petrocini, titular del FEB, quien estimó que estimó que están ante una “propuesta semestral” que es “fragmentada” y que el gobierno bonaerense “no da una propuesta merecida para todos los docentes".
"Rechazamos categóricamente la propuesta del gobierno, porque es menor que la propuesta que nos habían hecho en la reunión anterior”, dijo por su parte Roberto Baradel, titular de Suteba. Recordó que en la oferta anterior, el gobierno de Vidal mantuvo la propuesta del 15 por ciento "a pagar en 3 tramos: un 7 por ciento en enero, un 4 por ciento en mayo, y otro 4 en septiembre; mientras que ahora ofrecen un 10 por ciento en el primer semestre"; y que ahora “están ofreciendo menos que la vez anterior".
Hasta el momento, el gobierno de Vidal había insistido con la propuesta original de un aumento salarial del 15 por ciento para todo el año, a la que le fue sumando pagos no remunerativos por presentismo, formación y materiales didácticos. Los gremios rechazaron todas las ofertas y reclamaron un aumento del 20 por ciento, con cláusula gatillo, en caso de que la inflación supere dicha cifrar, cosa que ya pronostican todas las encuestadoras privadas y el propio FMI, que calculó que la Argentina tendrá este año una inflación del 19,2.
El director de Cultura y Educación de la Provincia manifestó que "ellos mostraron preocupación por la inflación y por eso propusimos juntarnos en julio para ver cómo seguíamos en los próximos seis meses pero lo rechazaron".
Fracasada la séptima reunión paritaria, el ministro de trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, afirmó que decretar una conciliación obligatoria no era “una opción, por el momento”, ni tampoco cerrar la negociación con un 15 por ciento de aumento por decreto. Tanto Villegas como Zinny coincidieron en anunciar que “la semana próxima se realizarán reuniones de comisiones técnicas, de seguridad e higiene y condiciones laborales, y se llamará a una próxima reunión”. Es decir para debatir "otras cuestiones que ellos pedían" vinculadas a la calidad educativa.
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