Empresarios de Arcor, Techint, Clarín, Bagó, Perez Compang, La Anónima y otros defendieron a la Corte Suprema, pidieron una reforma laboral y más rentabilidad

Empresarios de Arcor, Techint, Clarín, Bagó, Perez Compang, La Anónima y otros defendieron a la Corte Suprema, pidieron una reforma laboral y más rentabilidad

En un documento difundido este domingo por la Asociación Empresaria Argentina (AEA), los empresarios reconocieron que la Argentina tuvo un desarrollo pero lo consideraron «insuficiente», y responsabilizaron a esto por los elevados índices de pobreza entre la década del ’80 y la actualidad. 

Como solución propusieron «libertar las fuerzas del sector privado» y reclamaron una reforma laboral. También cuestionaron los altos niveles de inflación en una semana en la que se señaló a las empresas por los precios excesivamente elevados, especialmente de los alimentos. Pidieron protección para la Corte Suprema y opinaron hasta de los días de clase.

Como caballito de batalla y siguiendo con la línea «republicana», criticaron el «deterioro» del debate legislativo por el clima generado por «la grieta» y cuestionaron «las embestidas contra el Poder Judicial, más específicamente contra la Corte Suprema».

«Es también fundamental el rol que desempeña el Poder Judicial, y en particular, la Corte Suprema de Justicia. Este es garante de los derechos fundamentales establecidos por nuestra Constitución Nacional. Es preciso recuperar la atmósfera de convivencia y respeto hacia la administración de Justicia y en particular hacia la Corte Suprema», precisaron.

La Corte Suprema en su actual conformación se encuentra fuertemente cuestionada por las relaciones pasadas y presentes de algunos sus miembros con varias de las empresas firmantes. Asimismo, las decisiones tomadas por el Supremo Tribunal, encabezado por el juez Carlos Rosenkrantz (que llegó a la escena nombrado por decreto de Mauricio Macri junto a Horacio Rosatti), fueron más de una vez descalificadas por su parcialidad opositora desde el Poder Ejecutivo.

En el documento, que entre otros firman Luis Pagani (Arcor), Paolo Rocca (Techint), Héctor Magnetto (Clarín), Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó), Carlos Miguens (Grupo Miguens), Alfredo Coto (Supermercados Coto), Cristiano Rattazzi (Grupo Modena), Federico Braun (La Anónima) y Luis Perez Companc (Perez Companc), los empresarios le enviaron un mensaje a los principales candidatos que buscan la Presidencia, para que tengan en cuenta los pasos a seguir si los quieren tener de amigos.

«La inflación ha vuelto a alcanzar niveles de extrema gravedad», afirmaron, y reclamaron una macroeconomía estable y previsible, en base a políticas fiscales y monetarias consistentes, y un equilibrio de las cuentas públicas. Esta semana se hizo viral un video de un kiosquero que exponía el excesivo margen de ganancia de las grandes cadenas de supermercados a partir de la venta del café soluble y las galletitas.

Los empresarios también criticaron la emisión de moneda, el endeudamiento excesivo, la «elevadísima» presión tributaria en la Argentina y exigieron el reconocimiento de la «legitimidad» de la rentabilidad empresaria. Calificaron de «ineficaces» los controles de precios, cuestionaron las trabas al comercio y los tipos de cambio múltiples, y aconsejaron una reforma laboral.

«Para favorecer la creación y mantenimiento de los empleos en el sector privado formal es imprescindible adoptar todas las medidas que faciliten la incorporación de trabajadores por parte de las empresas. Ello requiere un diálogo con los diferentes actores sociales sobre la necesaria actualización de las normas laborales, teniendo en cuenta las muy variadas condiciones socio-económicas de la población y las disímiles realidades regionales y sectoriales», estimaron los empresarios.

En la síntesis pidieron una «actualización de las normas laborales» para poder generar más puestos de trabajo formales.

No se privaron de opinar sobre ningún tema que consideraron de su interés y hubo hasta un capítulo sobre sus expectativas para la educación: exigieron cumplir con los días de clases en los colegios y formar a los docentes.

El documento fue firmado también por Eduardo Elsztain (IRSA), Julio César Saguier (LA NACION), Marcelo Argüelles (Sidus), Alberto Hojman (BGH), Jorge Aufiero (IADT), Norberto Morita (Southern Cross Group), Marcos Galperin (Mercado Libre), Alejandro Bulgheroni (Pan American Energy Group), María Luisa Macchiavello (Droguería del Sud), Martín Migoya (Globant), Charlie Blaquier (Ledesma) y Mariano Bosch (Adecoagro).

También participaron Alberto Grimoldi (Grimoldi), Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza); Zsolt Agárdy (Ángel Estrada & Cía), Roberto Alexander (IBM Argentina), Claudia Álvarez Argüelles (Álvarez Argüelles Hoteles), Pierpaolo Barbieri (Ualá), Martín Brandi (Petroquímica Comodoro Rivadavia), Alejandro Butti (Banco Santander), José Cartellone (José Cartellone Construcciones Civiles), Martín Castelli (Blue Star Group), Eduardo Costantini (Consultatio), Claudio Cunha (Grupo Enel), Enrique Duhau (Administración Enrique Duhau), Julio Figueroa (Citi), Luis Fontana (OSDE), Sergio Kaufman (Accenture), Teófilo Lacroze (Raízen), Ignacio Lartirigoyen (Lartirigoyen), Santiago Mignone (PWC), Roberto Nobile (Telecom), Alec Oxenford (Alpha Capital, OLX, Letgo), Pablo Roemmers (Laboratorio Roemmers), Aldo Roggio (Grupo Roggio), Amadeo Vázquez, Gustavo Salinas (Toyota) y Matías Videla (Cencosud).

El ojo del documento está puesto en el desarrollo del sector energético –citó a Vaca Muerta–, la minería, la pesca, la generación de energías renovables, el sector agropecuario, la industria y la economía del conocimiento, en manos de los privados y con un Estado funcional.

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