Entre el castillo en las nubes de CAESI y la escalada violenta de algunas facciones, la seguridad privada se prende fuego

Entre el castillo en las nubes de CAESI y la escalada violenta de algunas facciones, la seguridad privada se prende fuego

El Bloque Nacional de Seguridad Privada viene trabajando con una agenda gremial para poner a la actividad en la discusión de políticos, ministerios y medios de comunicación. La invisibilidad a la que nos tuvieron acostumbrados por décadas a los trabajadores de seguridad ha propiciado un festín para el sector empresarial brindándole un manto de impunidad para hacer y deshacer a su antojo.

Recientemente en el 50 aniversario de la CAESI quedó de manifiesto que la única preocupación de los empresarios radica en la implementación de nuevas tecnologías para reducir costos laborales. Con la misma habilidad para evadir las leyes laborales, una parte de CAESI evade, al mejor estilo de una gambeta maradoniana, poner en discusión la situación de los trabajadores de sus empresas socias a los cuales no se les respeta el convenio colectivo de trabajo.

En el contexto de este castillo en las nubes dónde viven algunos empresarios dónde nada pasa y todo es color de rosa, y el vacío institucional por la inacción de aquellos organismos oficiales que deciden asistir al festejo del cumpleaños de aquellos a quienes deberían controlar, mientras tanto, la actividad se prende fuego con una escalada de hechos violentos donde se registran amenazas de muertes, irrupciones violentas, destrozos a delegaciones  y hasta vehículos baleados por la disputa entre facciones del gremio de seguridad que en algún momento fueron afines y hoy se encuentran enfrentados por quién se queda con el control de las dádivas y favores empresariales.

En medio de está situación incoherente y psiquiátrica donde las peleas entre sectores fantasmales que pujan por tener una conducción gremial a la que nunca podrán aspirar democráticamente y por las buenas ya que carecen de representación y proyectos para poner a la actividad de pie, en medio de una crisis sanitaria sin precedentes dónde la intervención de la obra social se encuentra regularizando y armando las presentaciones judiciales que logren poner tras las rejas a los responsables de la estafa multimillonaria en OSPSIP, Christian López (SUTCA) y Leónidas Requelme (UPSRA) siguen construyendo y aportando con gestión y hechos concretos para hacer del gremio de la seguridad privada una institución fuerte y grande, que esté a la altura de las necesidades y exigencias de los trabajadores: recientemente con la firma de convenios para reactivar los espacios abandonados por estos sectores nefastos que destruyeron la dignidad de los vigiladores y en las calles con el Plan Nacional de Lucha contra clientes, empresas nacionales, multinacionales y cooperativas que estafan e incumplen el convenio colectivo de trabajo y las leyes laborales.

Hay gestión, hay coherencia y tenemos un plan. Es solo cuestión de tiempo para que la dignidad y la esperanza dejen de ser solo palabras y se conviertan en una realidad para todos los trabajadores de seguridad privada.

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