El informe señala que las empresas y sociedades del Estado concentraron la mayor cantidad de despidos, seguidas por los organismos descentralizados y la administración central. No obstante, en términos proporcionales, la administración centralizada fue la más afectada, lo que expone un vaciamiento de funciones directamente vinculadas al Poder Ejecutivo.

Entre las empresas estatales, el Correo Argentino encabeza la lista con 4.916 despidos, seguido por la Operadora Ferroviaria S.E. (2.801), el Banco Nación (1.831) y Aerolíneas Argentinas (1.768).

En términos relativos, la ex Télam sufrió el recorte más drástico, con cerca del 80% del personal desvinculado. Otras caídas pronunciadas se registraron en ENARSA Patagonia (-66,7%), Educar S.A. (-52,5%) y Contenidos Públicos S.E. (-42,7%).

En la Administración Pública Nacional (APN), que incluye organismos desconcentrados y descentralizados, el caso más crítico fue el de ARCA, con 3.052 puestos eliminados. Le siguen la ANSES, con 1.457 despidos, y el CONICET, con una reducción de 1.091 trabajadores.

A nivel proporcional, el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales fue el más golpeado, con una pérdida del 63% de su planta. Lo siguen la Junta de Seguridad en el Transporte (JST), con una reducción del 45%, y el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), con un recorte del 41%.

El CEPA advierte que esta política de ajuste y desmantelamiento del sector público afecta no solo a los trabajadores y trabajadoras, sino también a las capacidades operativas del Estado para dar respuesta a necesidades sociales clave.