“Cables expuestos, falta de entrega de elementos de protección personal y ausencia de condiciones higiénicas adecuadas en el lugar de trabajo y en la vivienda”, detallaron desde el Ministerio de Trabajo bonaerense tras una inspección al establecimiento, a la vez que instaron al empleador a registrar la relación laboral con Víctor Díaz.
El caso de Víctor Díaz, el peón rural que se volvió viral tras grabarse llorando al ser despedido de un campo en San Vicente mientras su perrito lo seguía, generó no solo empatía en las redes sociales, sino también una respuesta oficial. El Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Walter Correa, inspeccionó el establecimiento y encontró graves incumplimientos en materia laboral y de seguridad.
“Ojalá no me caguen”: el video que tocó una fibra sensible
“Acá estoy llorando por mi perro, me sigue, piensa que voy a trabajar todavía, pobrecito”, decía Díaz entre lágrimas en el video que se viralizó rápidamente. Con más de 900 mil seguidores en TikTok, el joven trabajador conmovió al país al contar que fue despedido sin previo aviso, luego de diez años en el mismo lugar: “Nadie me avisó que me iban a echar. Pasé de todo y ojalá no me caguen porque me quieren dar por 10 años plata que no sirve para nada”.
La viralización del caso derivó en una denuncia formal por parte del sindicato UATRE y del propio trabajador.
Echaron a un peón rural sin previo aviso y el único que lo despidió fue el perro que lo acompañó durante 11 añoshttps://t.co/PhPPkKMTX3
— Data Gremial (@DataGremialCom) July 1, 2025
Intervención oficial: condiciones precarias e irregularidades laborales
En respuesta, el Gobierno de Axel Kicillof actuó a través del Ministerio de Trabajo provincial. La Subsecretaría de Inspección y la Delegación Regional de Trabajo realizaron una inspección en el establecimiento ganadero en San Vicente. El operativo confirmó “cables expuestos, falta de entrega de elementos de protección personal y ausencia de condiciones higiénicas adecuadas en el lugar de trabajo y en la vivienda”.
Además, se intimó a los propietarios de la finca a regularizar la relación laboral de Díaz, presentar la documentación correspondiente sobre registración del trabajador y acreditar el correcto pago de haberes, todo dentro de los plazos legales vigentes.
Intervención fundamental de la UATRE
La secretaria de Organización de UATRE, Natalia Sánchez Jauregui, remarcó que “lo que vivió Víctor es lo mismo que padecen miles de trabajadores y trabajadoras rurales” y subrayó: “No podemos naturalizarlo: hay que erradicar la precarización laboral en cada provincia del país".
Sánchez Jauregui sostuvo que el caso de Díaz es apenas una muestra de una problemática estructural, atravesada por el trabajo no registrado, el incumplimiento de derechos básicos y condiciones de vida inaceptables. “Detrás de cada historia hay una injusticia que no podemos dejar pasar. Por eso, estuvimos desde el primer momento acompañando a Víctor, y se realizaron las inspecciones correspondientes junto al RENATRE”, afirmó.
La dirigente también advirtió sobre la gravedad de lo que se detecta en los operativos de fiscalización que realiza el gremio: “Encontramos lo que muchos quieren esconder: trabajo no registrado, explotación laboral, viviendas en condiciones inhumanas, trabajo infantil y establecimientos que operan en condiciones de total peligrosidad para la vida y la salud de los trabajadores”. En ese sentido, remarcó: “Esa es la verdadera cara de la informalidad que algunos sectores prefieren naturalizar”.
Por último, Sánchez Jauregui hizo un llamado a la acción desde el propio ámbito laboral: “El primer inspector tiene que ser el mismo trabajador que, cuando ve que no le pagan como corresponde en el recibo, no le entregan la ropa de trabajo, se acerque y denuncie lo que está sucediendo”, concluyó.
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