La Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), gremio que nuclea a los principales movimientos sociales y que comanda Héctor «Gringo» Castro, ya definió que dará el primer paso para protestar contra el avance inflacionario.

Le esquivará a la confrontación contra el Gobierno Nacional y llevará sus reclamos a la COPAL, cámara que nuclea a las industrias alimenticias y que comanda un peso pesado del mundo empresarial como Daniel Funes de Rioja.

El objetivo será poner el foco de la responsabilidad por los desequilibrios de la economía en el sector privado como principal responsable de la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos de la población. Algo similar a lo que planea la CGT.

De hecho, desde la UTEP que pondrá primera la semana próxima, aspiran a coordinar una segunda acción con la central obrera.

Por su parte la «mesa chica» de Azopardo prevé reunirse hoy. Es para empezar a resolver los pasos a seguir respecto de las movilizaciones contra la escalada inflacionaria que anunciaran en paralelo Gerardo Martínez y Pablo Moyano.

Será una suerte de puesta en marcha callejera de la CGT y un acto de fortaleza hacia el afuera después de sus propios desencuentros internos.