Día de la Industria: demoledor informe de los sindicatos del sector

Día de la Industria: demoledor informe de los sindicatos del sector

Son 37 organizaciones que advierten sobre una caída en la producción, el empleo y los salarios; alertan “consecuencias catastróficas”

 

Un grupo de 37 organizaciones que conforman la Confederanción de Sindicatos de la República Argentina (Csira) se reunió hoy para hacer público un demoledor documento por el Día de la Industria. El documento, titulado “Nada para festejar”, advierte sobre una caída en la producción, en el empleo y en los salarios.

“A casi dos años de la asunción del actual gobierno, las políticas de apertura indiscriminada de importaciones, desmantelamiento de políticas de incentivo, atraso cambiario, despidos, reducción salarial y tope a las paritarias, golpean duramente a las fábricas, a sus trabajadores y desarman la estructura productiva nacional. Las organizaciones sindicales de la industria argentina estamos convencidas que no hay nada que festejar”, comienza el documento de la Csira, cuyos principales miembros son la UOM, el Smata y la Uocra, entre otros.

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En el documento de la Csira, se enumeran datos que sirven de radiografía del sector y advierten “consecuencias catastróficas”. Este es el informe:

Una industria en retroceso

▪ En 2024, la producción industrial retrocedió un 10% y 15 de las 16 ramas industriales se contrajeron.

▪ El primer semestre de 2025 muestra una nueva caída (-1,6% vs. diciembre 2024), con 9 de 16 ramas aún por debajo de los niveles a fines de 2023 (INDEC).

▪ Esto es el resultado de políticas que privilegian las finanzas en detrimento del trabajo argentino y de la producción nacional.

3. Destrucción del empleo industrial y avance de la precarización laboral

▪ Entre noviembre de 2023 y mayo de 2025, se perdieron 33.183 puestos de trabajo en el sector industrial manufacturero (SIPA).

▪ En los sectores de minería y construcción, la pérdida de puestos de trabajo fue de 97.130 (SIPA).

▪ El total de empleos perdidos supera los 130 mil, si sumamos a todos estos sectores (SIPA).

▪ Cada cierre de una planta o línea de producción golpea no solo a los trabajadores directos, sino también a aquellos sectores complementarios a la industria.

▪ Mientras se cierran fábricas y se expulsan trabajadores de sectores productivos, avanza un modelo que reemplaza empleo de calidad por trabajo inestable y mal pago, profundizando la crisis social y debilitando el tejido productivo nacional.

▪ Vivimos un tiempo signado por la precariedad, los bajos salarios y la ausencia de derechos laborales.

Salarios industriales en caída

▪ Tras la brutal devaluación de diciembre de 2023, los salarios industriales se desplomaron.

▪ Hoy los salarios reales del sector se ubican por debajo de los niveles de noviembre 2023 y el conflicto laboral se agudiza.

Empresas en retroceso

▪ Desde fines de 2023, se perdieron 1.482 empresas de la industria manufacturera y 1.669 firmas activas vinculadas a la construcción.

▪ Los trabajadores industriales son quienes más sufren el abandono por parte del gobierno nacional, sumado esto a la falta de inversión en escuelas, hospitales, rutas, caminos y transporte, dejando de garantizar algo tan básico y fundamental como el tránsito seguro de personas y mercancías.

La minería tampoco despega

▪ Pese al crecimiento del litio, la explotación minera se mantiene estancada y con caídas en empleo desde 2024.

▪ Solo los hidrocarburos muestran dinamismo, pero con escaso efecto positivo sobre la industria nacional.

▪ Las políticas económicas del gobierno, especialmente la apertura y el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), favorecen la importación de insumos y mano de obra por parte de las empresas petroleras y mineras, desalentando así el crecimiento de la industria local y la generación de valor agregado nacional.

Apertura con atraso cambiario: el combo letal

▪ La desindustrialización es política.

▪ Mientras el gobierno actuó con un enorme activismo para favorecer las importaciones —mediante la reducción de impuestos y la apertura total—, no se implementó ninguna medida de alivio fiscal, crediticio o de fomento para la producción local.

A la industria nacional no le otorgó un solo beneficio. Desmanteló todos los mecanismos de apoyo industrial, científico, técnico y financiero.

▪ El Presidente se ha convertido en un gran impulsor del trabajo industrial del resto del mundo, castigando duramente a nuestros trabajadores industriales.

El endeudamiento no es solo una cuestión de números

▪ El destino de la Argentina volvió a quedar en manos del FMI, con consecuencias devastadoras como en el pasado.

▪ Nuestro país no puede tener como horizonte el ajuste generalizado.

▪ Solo una estrategia nacional orientada a las necesidades de los argentinos permitirá romper

el ciclo de endeudamiento, recesión e industricidio.

No hay plata: salvo para la patria financiera

▪ El gobierno se jacta de haber logrado superávit en las cuentas públicas a costa de un fenomenal ajuste de gastos sobre los sectores más necesitados de la sociedad: salud, educación, ciencia y tecnología, jubilados, obras públicas, políticas sociales.

▪ Lo que cambió es la composición: mientras los trabajadores y jubilados ven reducir sus ingresos, los especuladores redoblan la apuesta y se llevan la plata que, supuestamente, no hay.

Reconstruir la industria para recuperar el trabajo

▪ En el día de la industria, los Sindicatos Industriales junto con las Universidades Nacionales con las cuales venimos trabajando y los legisladores nacionales presentes reclamamos políticas activas para consolidar un cambio urgente sino la consecuencia será catastrófica: más cierres, más despidos y una pérdida de capacidades productivas nacionales que costará mucho recuperar.

 

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