La inflación acumulada en el primer trimestre sumó 6,3% y disparó la cláusula gatillo de los trabajadores estatales bonaerenses, que habían firmado con el gobierno de María Eugenia Vidal un ajuste automático en sus salarios en caso de que la suba de precios superara el 4,5% entre enero y marzo.

Los empleados nucleados en UPCN, Apoc, Salud Pública, Soeme, AERI y Sosba, habían aceptado un aumento del 18% dividido en cuatro tramos de 4,5% cada uno, a cobrarse en enero, abril, julio y octubre, con la condición de ajustar la suba cada tres meses en base a la inflación medida por el Indec.

Ayer el ente estadístico informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo fue de 2,4%, por lo que el trimestre acumuló una suba superior al 6%.

Es decir que al cobrar en abril, el gobierno bonaerense deberá sumarle a los sueldos no sólo el 4,5% respecto a los salarios previos, como figura en el acuerdo base, sino también un plus de 1,8%, correspondiente a una tasa de inflación superior a la prevista, que además será retroactivo a marzo.

"Los estatales van a estar cobrando un salario casi 11% más alto que en diciembre", destacaron a BAE Negocios fuentes del ministerio de Economía provincial.

"La mayor erogación por la cláusula se compensa con el aumento paralelo de la recaudación", añadieron las fuentes, que precisaron que tendrá alcance por sobre más de 270.000 empleados públicos provinciales, pertenecientes a 15 convenios sindicales y fuerzas de seguridad.

"Este aumento corresponde al primer ajuste trimestral de los acuerdos paritarios y se realiza automáticamente gracias a la activación de la cláusula gatillo", ampliaron.

El aumento en el gasto será compensado por

una mayor recaudación, dicen en Provincia

Pero estos no son los únicos gremios que firmaron este tipo de paritaria. El experimento se extendió a los sindicatos que trabajan en el puerto de Buenos Aires como Apdfa, la Unión Ferroviaria y la Fraternidad, que confirmaron a este diario el ajuste "extra" que tendrán en los sueldos de abril por efecto de la cláusula gatillo. "Esto confirma que fue un buen acuerdo porque empezamos a cobrar los aumentos en enero, sino tendríamos que haber esperado a mitad de año cuando vence nuestra paritaria", señaló Gabriel Presci, secretario general de Apdfa.

Bancarios y Comercio

Distinto es el caso de lo que pactaron los gremios bancarios y de Comercio, que en su conjunto representan el 20% de los asalariados formales de la economía argentina. Los primeros deberán esperar hasta fin de año para ver si la suba de precios está por arriba del incremento de 19,5% pautado en la paritaria. De suceder esto último, recibirán un retroactivo a enero de una sola cuota que compensará la pérdida del poder adquisitivo durante el 2017.

Los gremios del puerto de Buenos Aires se

habían sumado a este tipo de acuerdos

En tanto, el gremio de Armando Cavalieri también incorporó una cláusula gatillo, en este caso con un aumento base del 20% dividido en dos tramos no acumulativos del 10%, que regirán desde abril y julio.

La revisión será en octubre y enero del año que viene, en base a la variación que hayan tenido los precios frente a los salarios.

A diferencia de los gremios estatales que cerraron un 18% de aumento desde enero con cláusula gatillo, el sindicato de Comercio tiene un efecto "arrastre" de las paritarias 2016 que provocarán aumentos nominales a lo largo del 2017 del 28% cuando se compara diciembre contra diciembre, cifra que se estira hasta 36% si se toma el promedio de este año respecto al del anterior, según estimaciones del Estudio Bein. De esta manera, el salario real del gremio podría subir hasta 5,9% interanual en diciembre.

En tanto, el alza en el salario bancario medido a fin de año y en el promedio estaría un 24,3% arriba frente a 2016, lo que implicaría un alza en los salarios reales del sector del 2,5%.