Si se cumple lo que parece ser una decisión tomada e irrevocable del gobierno de Javier Milei y Luis Caputo en relación con el Impuesto a las Ganancias de los trabajadores, a partir de 2024 habrá un impuestazo y volverán a pagar el tributo cerca de 1,5 millón de asalariados y autónomos, a partir de ingresos mensuales de solo $437 mil. 

El borrador del proyecto de ley que mandará el Ejecutivo al Congreso en relación con el Impuesto a las Ganancias, para derogar la ley impulsada por Sergio Massa y aprobada hace apenas dos meses, ya empezó a circular.

La marcha del proyecto

Aunque el oficialismo se encuentra en franca minoría en ambas cámaras legislativas, según supo Gestión Sindical, hay cierto optimismo en cuanto a la posibilidad de negociar con diputados y senadores que responden a las gobernaciones provinciales, que podrían verse beneficiadas si se reinstaura el tributo.

En caso de no conseguirlo, el plan gubernamental es sacar el impuestazo a como dé lugar -por decreto, si es necesario- ya que lo consideran indispensable para las arcas públicas, previendo la caída de ingresos por otros impuestos que se verán afectados por la recesión económica proyectada.

En definitiva, si se implementa nuevamente el impuesto, Milei podría quedar en la historia como el autor del más flagrante incumplimiento de una promesa de campaña. El Presidente siempre se mostró enfático en su postura de reducir -y nunca aumentar impuestos-, votó a favor de la eliminación del Impuesto a las Ganancias en su momento y llegó a decir “antes de subir un impuesto, me corto un brazo”.

Ahora, no casualmente, la usina de versiones y proyectos proviene del Ministerio de Economía de Luis Caputo, mientras desde Presidencia solo se escucha un sugestivo silencio.

Cómo sería el impuestazo

De acuerdo con el proyecto en danza, desde enero 2024, los trabajadores en relación de dependencia volvarían a pagar el Impuesto a las Ganancias desde sueldos de $976.516 brutos, aproximadamente 800.000 de bolsillo. El mínimo no imponible quedaría fijado en $634.371 para los solteros y $839.180 para los casados con 2 hijos.

Para los trabajadores autónomos, se parte aún de más abajo. Pagarían el impuesto aquellos que tengan ingresos desde $435.097 mensuales (solteros sin hijos) y $ 605.088 (casados con 2 hijos).

De acuerdo con los cálculos duros de especialistas, esto representaría, en promedio, una reducción del 20% del ingreso neto por salarios, a la que habría que sumarle la eventual caída de los salarios reales provocada por la inflación que, prometen, será la más alta en décadas. Esto, obviamente, pondría en pie de guerra a los sindicatos que vienen consiguiendo los mayores incrementos salariales.

Impuestazo «in crescendo»

El proyecto impositivo del Gobierno deroga la Ley 27.525 aprobada por el Congreso antes de las elecciones generales de octubre, que eliminó la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias (la que gravaba los ingresos de los trabajadores) e implementó, a la vez, un impuesto a los “mayores ingresos”, aplicable a quienes ganan más de 15 salarios mínimos (a valores de hoy, más de $1.980.000).

Ahora, con los nuevos pisos pretendidos por Caputo, quedarían alcanzados por Ganancias 1,5 millones de trabajadores, con alícuotas que llegan hasta el 35%.

Pero con un agravante: en principio, el piso salarial y las escalas se mantendrían sin cambios durante todo 2024 por lo cual, si los aumentos de sueldo se acercan mínimamente a la inflación proyectada, para fin de años el universo de trabajadores que pagarían Ganancias sería enorme.

El proyecto oficial indica que “los montos previstos en este artículo se ajustarán anualmente, a partir del año fiscal 2024, inclusive, por el coeficiente que surja de la variación anual de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), correspondiente al mes de octubre del año anterior al del ajuste respecto al mismo mes del año anterior».