Las internas de La Cámpora sacuden a ATE Capital

Las internas de La Cámpora sacuden a ATE Capital

El titular del gremio está enfrentado a un hombre del riñón del "Cuervo" Larroque.

 

La seccional Capital Federal de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) cierra el año envuelto en una aguda crisis interna y graves denuncias entre facciones enfrentadas que forman parte de la misma conducción del sindicato liderado por Daniel Catalano.

Una denuncia pública por medio de una "carta abierta a los compañeros" sacudió al mundo ATE a pesar de los vanos intentos de que no se viralizara: en la misiva se acusa a la Junta Interna de Delegados de la Biblioteca Nacional de haber sido cómplices de los despidos en el sector en las sucesivas oleadas de ajuste que aplicó la gestión del secretario de Cultura, Pablo Avelluto.

También se los acusa literalmente de haber planificado junto a funcionarios y UPCN el despido de trabajadores afiliados a ATE que cuestionaban la política desarrollada por la Junta Interna. En la misma carta se los acusa de prácticas discriminatorias y violentas para los que les cuestionaban la falta de una respuesta sindical frente a los despidos y "pérdidas de derechos".

Los firmantes de esa carta abierta son trabajadores de la Biblioteca liderados por Juan Domingo Pignataro que a su vez es prosecretario administrativo del mismo Consejo Directivo del ATE de Catalano, es decir, del riñón del oficialismo. Mientras que los acusados también son parte de la oficialista Verde y Blanca.

Según dijeron a LPO fuentes del gremio, el trasfondo de estos conflictos obedece a una tirante relación entre dos líneas internas dentro del oficialismo que estaría cerca de derivar en una ruptura definitiva. La línea más afín a Catalano, secretario general, se enfrenta al sector de Luciano Fernández. Este último es el secretario gremial del sindicato y marido de la referente de La Cámpora y diputada Paula Penacca y muy cercano a Andrés "Cuervo" Larroque.

La tensión entre Catalano y Fernández se debe a que ambos compiten por el manejo de los recursos del sindicato y por un lugar protagónico dentro de las listas de Unidad Ciudadana.

De hecho, el delegado general de Biblioteca Nacional denunciado de "entregar trabajadores" es Diego Martínez, mano derecha de Luciano Fernández y enrolado en la corriente interna que obedece a Larroque.

A Luciano Fernández se lo venía cuestionando por diversos motivos desde afuera y dentro de la conducción de ATE, por imponer a delegados de La Cámpora en los sectores de trabajo usando los resortes burocráticos, o por colocar a un familiar a cargo de una millonaria obra de refacciones en la sede de ATE al iniciar la gestión de Catalano.

A Catalano lo acusan de destinar recursos y política a la "vuelta de Cristina" y de fracasar por eso en su eficiencia sindical durante el Gobierno de Macri. En ese sentido, los tres años de Cambiemos fueron un periodo muy negativo para ATE Capital: de los miles de despidos en el Estado Nacional más del 80 por ciento pertenecen a ese gremio y el porcentaje de reincorporación fue muy bajo. Mientras tanto crece el descontento entre los afiliados del gremio y los militantes de base.

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