Jerárquicos de Comercio denuncian irregularidades y abusos en la cadena Vital

Jerárquicos de Comercio denuncian irregularidades y abusos en la cadena Vital

Crónica de sueldos mal liquidados, persecución sindical, maltratos, incumplimientos de protocolos sanitarios y amenazas. Gestión Sindical reproduce testimonios de trabajadores perjudicados por los polémicos manejos de la empresa mayorista.

 

 

Por Claudio Garibotto

Sueldos mal pagos, despidos con causas inventadas, maltrato y amenazas. Los trabajadores jerárquicos que trabajan en las diferentes sucursales del supermercado Vital viven a diario una pesadilla. Desde la Asociación del Personal Profesional y Jerárquico de Comercio (APPyJC) le contaron a Gestión Sindical el panorama, y este medio pudo obtener dos testimonios de trabajadores que contaron sus casos, aunque prefirieron evitar hacer público sus nombres por miedo a represalias y, también, a entorpecer las causas judiciales que están llevando adelante contra los directores de la empresa.

“Hay toda una cultura del maltrato, y que lamentablemente por el miedo a no conseguir otro trabajo uno la soporta. A mí me echaron en marzo, cuando comenzó la pandemia. Y, para colmo, con una causa inventada, que es lo que hacen siempre. No hubo un solo gerente en los últimos 12 años, por lo menos, al que le pagaran todo lo que correspondía”, cuenta un ex empleado de la sede de Loma Hermosa, en el partido bonaerense de Tres de Febrero. Y asegura que “al decir que son despidos justificados siempre se termina en un juicio y después en una mediación, donde obligan a todos a que acepten mucha menos plata de las que correspondería”.

En su caso, el motivo que encontraron para dejarlo en la calle fue su supuesta responsabilidad -en el primer día de la cuarentena obligatoria dictada por el Gobierno- de dejar entrar un número excesivo de personas al local. “La verdad es que fue todo lo contrario. A mí me presionaron para que abrieras las puertas pero yo no quise hacerlo”, dice. Y detalla que durante el tiempo en el que trabajó allí era normal escuchar amenazas todo el tiempo: “Nos vivían diciendo que, para ellos, nosotros valíamos dos pesos. Que nunca nos iban a pagar lo que correspondía. Y cuando planteábamos las cosas en RRHH no teníamos ninguna respuesta”.

Hoy está con un proceso judicial empezado, aunque todo está frenado por la pandemia. “En cuanto pasó esto les envié una carta documento. Y además de que me echaron hay muchas más irregularidades. Por ejemplo, nos hacían trabajar siempre 12 o 13 horas por días y no nos pagaban todas las horas extras, sino sólo 19 por mes”, detalla. Y dice que “el abuso llegaba a casos como poner a gerentes a limpiar la playa de estacionamiento cuando faltaba la gente de limpieza. Y eso hacía que trabajaran todavía más horas”.

Actualmente está sin trabajo y tiene problemas para pagar el alquiler de su casa y mantener a su familia. Además, el primer mes la pasó realmente muy mal, deprimido y “con una alergia en todo el cuerpo que seguramente fue consecuencia de la crisis nerviosa. Tuve que empezar terapia y eso me ayudó. Es un momento duro el que estoy pasando, pero estoy seguro que hice las cosas siempre bien y que el problema es la empresa y su manejo nefasto”.

Otra víctima de Vital

En la sucursal de Posadas, en la provincia de Misiones la realidad para quienes trabajan ahí es prácticamente la misma. “Por supuesto que también trabajamos muchas más horas de las ocho o nueve que trabaja todo el mundo. Pero además no nos pagan antigüedad, como sí lo hacen con los empleados que están bajo convenio. Y siempre buscan alguna excusa para no pagar los premios por productividad que nos corresponde. Este mes, por ejemplo, no lo hicieron justificándose en que no trabajé una semana, cuando eso fue porque tuve neumonía y además presenté el certificado médico”, dice otro denunciante.

También cuenta que para no abonarle esos premios le esgrimieron otro justificativo totalmente ilógico: “A mí me trasladaron un tiempo a otra sucursal que estaban abriendo. Y cuando volví me tuvieron alternando en diferentes lugares. Estuve en Salón, en Control y también ayudando al gerente. Ahora dicen que el no tener un sector asignado hace que no puedan evaluar mi rendimiento para que reciba el premio, pero eso es un problema de la empresa. Yo fui a trabajar todo el tiempo y siempre hice lo que me dijeron”.

Este empleado también tuvo que terminar enviando una carta documento, “porque además mi abogada me dijo que después de cierto tiempo en el que uno recibe el premio eso ya es un derecho adquirido, así que no pueden negarse a pagarlo”. Pero además de este incumplimiento por parte de Vital, hubo otro tema que lo llevó a iniciar acciones legales: “Me negaron la posibilidad de postularme como delegado de la sucursal, que es lo que yo quería para poder representar a mis compañeros y defender todos los derechos que no se están respetando”. Y lo peor de todo es la forma en que le plantearon que cambiara de idea: “Cuando les dije que quería postularme me respondieron que lo pensara bien, que yo era bien visto en la empresa y que tenía posibilidades de progresar”. Sin dudas, una amenaza encubierta.

Por último, los dos trabajadores consultados por este medio ratificaron que Vital tampoco paga los 14 días de aislamiento que debe cumplir quien estuvo en contacto estrecho con un caso de Covid-19. Se le da la licencia por ese tiempo al trabajador, pero esa persona no cobra un peso. Y lo mismo pasa si alguien es suspendido: en realidad se lo hace trabajar igual, pero le descuentan el sueldo mientras dure la suspensión.

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