Los jóvenes y el trabajo: un mercado inestable, más flexible y atravesado por la incertidumbre

Los jóvenes y el trabajo: un mercado inestable, más flexible y atravesado por la incertidumbre

Un estudio realizado por la consultora Reyes & Filadoro revela cómo trabajan, qué esperan y cómo imaginan su futuro laboral los jóvenes argentinos.

Un informe elaborado por las consultoras Enter Comunicación y Reyes Filadoro analiza en profundidad la relación de los jóvenes de entre 18 y 35 años con el mercado laboral, sus expectativas de progreso y el impacto de la tecnología —especialmente la inteligencia artificial— en sus trayectorias. El estudio combina encuestas, grupos focales y análisis digital realizados entre septiembre y noviembre de 2025, y traza un mapa generacional atravesado por la precariedad, la búsqueda de autonomía y un futuro laboral percibido como inestable.

Según el relevamiento, el 24% de los jóvenes no tiene trabajo, mientras que la mayoría del 76% que sí trabaja lo hace dentro de un mercado altamente heterogéneo: un 37% se desempeña de manera independienteun 16% cuenta con empleo formal en el sector privado y un 12% trabaja en negro. La desigualdad de género aparece desde el inicio: el 33% de las mujeres no trabaja, frente al 14% de los varones.

La satisfacción laboral también muestra contrastes. El 63% de los hombres se declara satisfecho con su situación, mientras que entre las mujeres el porcentaje desciende al 48%. Aun así, el estudio detecta un nivel importante de confianza: quienes están conformes con su ocupación son también quienes más creen que podrán acceder al trabajo que desean en el futuro.

Oportunidades y una brecha con la generación anterior

El informe señala que el 69% de los consultados considera que tiene más oportunidades de crecimiento profesional que sus padres a su misma edad. Sin embargo, este optimismo convive con un presente económico adverso que limita la independencia material: el 42% de los jóvenes vive con sus padres o familiares, cifra que asciende al 23% entre quienes ya superaron los 25 años. La vivienda propia o incluso la autonomía económica aparecen como metas más lejanas que en décadas anteriores.

A la hora de pensar el progreso, las mujeres valoran más la educación como factor central, mientras que los hombres priorizan la autonomía y el emprendimiento. La educación, de hecho, ocupa el primer lugar como herramienta de movilidad social, seguida por el empleo y las políticas de Estado.

Una generación que se adapta y redefine el “trabajo ideal”

El estudio identifica diferencias claras entre los más jóvenes y quienes están más cerca de los 35 años. Entre los 18 y 24 años, el 21% prefiere un trabajo informal y apenas el 7% elige un empleo registrado como ideal. En cambio, entre los 25 y 35 años, la estabilidad cobra mayor relevancia: el 50% considera ideal un trabajo formal y un 30% prioriza tener horarios fijos y previsibilidad.

Más allá de la modalidad, hay consenso en torno a la carga horaria: el 77% considera que el trabajo ideal debería tener entre 6 y 8 horas diarias, reflejando una búsqueda de equilibrio entre vida personal y laboral y apuntando contra lo que podría ser uno de los puntos más controversiales de la reforma laboral que planifica presentar en el Congreso el Gobierno  Nacional.

En las plataformas digitales, los jóvenes mantienen una presencia intensa: los portales de empleo concentraron más de 1,1 millones de accesos, mientras que las plataformas freelance registraron cerca de 850 mil ingresos en septiembre de 2025. Las mujeres de 25 a 34 años lideran la búsqueda en portales; los varones de 18 a 24, en plataformas independientes.

Apuestas, criptomonedas y nuevas formas de ingreso

Más de la mitad de los encuestados utilizó alguna plataforma para generar ingresos, desde ventas online hasta aplicaciones de delivery o servicios freelance. Sin embargo, el documento destaca un uso concentrado en varones cuando se trata de apuestas onlinecriptomonedas o inversiones financieras. Por ejemplo, Betsson concentró el 66,8% de los accesos a sitios de apuestas, con fuerte predominio masculino.

A nivel generacional, los grupos focales revelan que estas actividades se perciben como una “alternativa rápida” para obtener ingresos adicionales, aunque también como una práctica riesgosa, especialmente entre quienes arrastran precariedad o inestabilidad laboral.

La IA: más herramienta que amenaza

El estudio confirma una incorporación creciente de la inteligencia artificial en la vida cotidiana y laboral de los jóvenes: el 59% utiliza aplicaciones de IA, cifra que asciende al 69% entre los más jóvenes y al 82% entre quienes tienen educación universitaria. Las tareas más comunes incluyen la búsqueda de información, la generación de ideas y la creación de imágenes o contenido visual.

Frente al impacto en el empleo, las opiniones se dividen pero predomina una mirada positiva: el 40% tiene una valoración favorable, mientras que el 10% la ve como una amenaza directa a su trabajo. La preocupación es mayor entre las mujeres (33%) y entre quienes cuentan con menor nivel educativo (57%).

En términos de políticas públicas, el 45% de las mujeres apoya una regulación estatal de la IA, contra el 34% de los hombres.

Con dudas pero con herramientas

El documento concluye que los jóvenes argentinos conviven con la precariedad, la falta de experiencia y los bajos salarios, pero desarrollan estrategias de adaptación basadas en la educación, la flexibilidad y el uso intensivo de las oportunidades digitales. El ideal laboral ya no está centrado en “hacer carrera” dentro de una estructura estable, sino en lograr un equilibrio entre bienestar personal, autonomía y nuevos modos de trabajo.

Aun así, el futuro aparece atravesado por la incertidumbre: las condiciones económicas no favorecen la movilidad social y la automatización plantea interrogantes. Para las consultoras, los jóvenes “no se sienten protagonistas del cambio”, pero la adaptación se convierte en su principal forma de resistencia y también en el motor que define su vínculo con el mercado laboral actual.

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