Lo afirmó el titular de Dragado y Balizamiento, recientemente reelecto como secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Juan Carlos Schmid fue reelecto como secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) que renovó autoridades la semana pasada y que lo celebró con la asunción de autoridades en un acto en el salón Felipe Vallese de la CGT.
En diálogo con el programa El Social Argentina -con la participación de Carlos Elorza y Luis Autalán- se refirió a diversos temas del mundo sindical y político. Destacó el valor de la CATT, criticó la desregulación con la que el gobierno avanzó sobre la marina mercante apuntando que salvo algunas cuestiones puntuales nunca se recuperó lo perdido en los años noventa. También se refirió a la CGT donde plantó posición de cara a la renovación del Consejo Directivo manifestando que debe ser solo un secretario general en lugar del triunvirato que perfila para continuar después del 5 de noviembre, fecha del Congreso donde se definirán autoridades.
Schmid, titular de Dragado y Balizamiento, es un histórico referente de la CATT que nuclea a una treintena de sindicatos del transporte aéreo, terrestre, marítimo y fluvial. El pasado lunes 6 de octubre se produjo el Congreso donde fue revalidado Schmid como secretario general; el camionero Omar Pérez como secretario Adjunto y Juan Pablo Brey, de Aeronavegantes, como secretario gremial.
Sobre la cuestión política y social expresó: “Estoy viendo un período de convulsión y de mucha fragmentación que abarca al conjunto de la sociedad. A pesar de que el gobierno de Javier Milei recibió un sopapo espectacular el 7 de septiembre (en las elecciones bonaerenses), tenemos que pensar cómo se reemplaza ese fenómeno. Hasta que no reemplacemos eso, y no solo estoy hablando de elecciones, vamos a estar envueltos en una crisis que debe superar el pueblo argentino con un sentido de patria. Esto implica también un mejoramiento en la calidad de la dirigencia, algo que corre para los dirigentes sindicales”.
A pesar de esa derrota y de un escenario electoral que se puede presumir más adverso para el oficialismo, el Gobierno insiste, entre otros temas, ir por una flexibilización laboral después del 26 de octubre con el argumento de siempre, de que dicha reforma promovería la contratación de trabajadores desde el sector privado.
“Revisar los convenios y relaciones laborales es un mantra que viene desplegando la derecha en el país, también algunos académicos. No amerita si esto es para reducir el ingreso de los trabajadores, sus conquistas y las condiciones de trabajo“, se posicionó Schmid.
Agregó que si la “economía argentina está paralizada es por las malas prácticas de los ministros. Es por el endeudamiento, recesiones y ordenamientos fiscales que sumergen cada vez más al pueblo argentino”.
LA DESREGULACIÓN DE LA MARINA MERCANTE
Meses atrás, el Poder Ejecutivo publicó el DNU 340/25 titulado “Régimen de Excepción de la Marina Mercante” dando el golpe de gracia a una actividad que nunca se recuperó de la desregulación de los años noventa con la presidencia de Carlos Menem. Posteriormente, el Congreso rechazó al DNU que además limitaba en modo muy severo el derecho a huelga.
Schmid se refirió al sector: “La desregulación de los noventa se revirtió en lo laboral con Néstor Kirchner, ahora en lo referente al comercio internacional nunca se repuso Argentina de lo que ocurrió en esa década”.
“Allí se perdió la flota estatal, los elevadores de granos, el control sobre el comercio exterior y se permitieron una serie de medidas que han forjada esa cadena de enclaves agroexportadores y para las mineras con una fuerte incidencia en el comercio exterior”.
El también titular de Dragado y Balizamiento se lamentó: “Argentina ha abandonado hace mucho tiempo al sector. Tampoco se abordó con los gobiernos populares el tema. Ha queda una marina mercante muy menguada simplemente reducido a algunas áreas de cabotaje. En el comercio marítimo directamente no tenemos bodega. También se ha producido un estancamiento cuando no una destrucción de la industria naval. Se ha abandona la mirada estratégica en el área de defensa para cuidar el interés nacional hacia las aguas interiores, Cuenca del Plata y en el caso del Atlántico Sur sobre Malvinas y Antártida”.
“Nos hemos quedado sin una mirada estratégica en un área tan grande como lo que se ve en el mapa. Los sindicatos somos la última trinchera, los trabajadores que defienden con uñas y dientes el trabajo argentino. Lo otro no ha vuelto y eso es tarea de la política que regrese”, enfatizó.
SU MIRADA DE LA CGT
La CGT tiene previsto renovar el Consejo Directivo de la central en un Congreso que se realizará en Obras Sanitarias el 5 de noviembre. Varios son los debates en torno a la CGT, uno de ellos sobre el formato de la conducción con algunos planteos para que sea solo un secretario general y otros que promueven la continuidad del triunvirato. También los debates se dan al rol que debería tener la central en el próximo período.
“La CGT tiene que volver a su forma tradicional de elección, llevamos ocho años de triunvirato donde no hemos podido construir un liderazgo que tenga mayor incidencia sobre la política. La lucha social y sindical tiene el techo en la elaboración de las leyes. Son las que ponen en el papel el éxito en la puja social”, argumentó.
“El movimiento obrero encarnó una esperanza para gran parte de nuestro pueblo. La CGT tiene que ir más allá de sus fronteras porque hay un nuevo movimiento obrero, tenemos la misma cantidad de trabajadores bajo convenio y de aquellos que no tienen nada. La que mejor puede expresar a ese sujeto de la historia es la Confederación General del Trabajo. Para eso tiene que dar ese mensaje en el Congreso y dar la mejor síntesis tiene que tiene que ser con un solo hombre. Si nos juntamos en un triunvirato quiere decir que hay tres vertientes y vamos a estar juntos, pero no unidos. Son dos cosas distintas“, concluyó Schmid.
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