Lactalis do Brasil y su falta de ética

Lactalis do Brasil y su falta de ética

Wagner do Nascimento, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación de Carambeí en Paraná (SINTAC), que representa a trabajadores y trabajadoras de la transnacional francesa en esa región, realizó una puesta a punto de la situación en Lactalis, una empresa, que según dijo, carece por completo de ética.

-¿En qué etapa está la negociación con la empresa en tu región?

-En este momento estamos estancados, no solo porque la empresa no muestra una apertura al diálogo sino por la propia coyuntura económica y social del país.

Lactalis ha seguido la línea de nuestros actuales gobernantes y se viene aprovechando de que Brasil tiene una altísima tasa de desempleo y una legislación laboral que fue desmontada a partir del golpe contra Dilma Rousseff en 2016. La pandemia, primero, y la guerra, después, contribuyeron a hacer campo orégano para estos malos empresarios.

-¿Siempre tuvieron dificultades para negociar con Lactalis?

-No siempre. A partir de 2017, con la reforma laboral impulsada por el gobierno de Michel Temer, la empresa dio un vuelco de timón en su conducta.

Tuvimos siempre nuestras diferencias, pero nunca antes de esa fecha la compañía se había mostrado tan marcadamente antisindical y haciendo gala de un oportunismo sin precedentes.

Ni en las peores crisis del sector lácteo de los últimos tiempos las empresas osaban ofrecer un incremento salarial inferior a la inflación, como es el caso ahora de Lactalis, que impuso un reajuste del 80 por ciento del índice de inflación, ocasionando una fuerte pérdida salarial a sus trabajadores y trabajadoras.

Baja afiliación sindical por campaña del miedo

-¿Cómo manifiesta la empresa su antisindicalismo?

-Promueve el temor al despido si los trabajadores o trabajadoras se afilian al sindicato. Por otro lado, ofrece beneficios no remunerativos y realiza campañas de desprestigio de la organización sindical.

Tan fuerte es esta práctica que el índice de afiliación de trabajadores de esa empresa al sindicato es el más bajo de la región.

Y no se debe a una débil actuación sindical, porque de hecho hemos ganado varias batallas jurídicas para garantizar derechos laborales, como el plan de salud, que en algún momento la empresa pretendió precarizar.

El miedo a perder el empleo en un país con más de 13 millones de desocupados cala hondo.

-Señalabas que a Lactalis do Brasil le falta ética a la hora de la negociación colectiva…

-Acá en Carambeí la empresa ofreció una participación en los lucros y resultados (PLR) con una cifra mentirosa del 60 por ciento.

Esa cifra incluye el porcentaje de la inflación que no dieron en el reajuste salarial y condicionaron el acuerdo de PLR a que los trabajadores acepten también el reajuste salarial inferior a la inflación, poniendo todo en un combo y acusando al sindicato de no firmar.

Además, está dilatando al máximo las instancias negociadoras con el claro propósito de ganar por cansancio.

Recordemos que en medio de este proceso hubo una pandemia que profundizó las desigualdades y colocó a la clase trabajadora en situación de mayor desventaja.

Hay otras empresas que tuvieron una postura más ética a la hora de negociar condiciones laborales con sus trabajadores y que tomaron en cuenta la coyuntura desfavorable.

No teníamos claro si era una directriz mundial o apenas una práctica específica para Brasil, hasta que la Rel UITA investigó que

en otras filiales Lactalis ha cerrado acuerdos con su personal.

-¿Hay fecha para una nueva ronda de negociaciones?

-Enviamos una solicitud para reunirnos los primeros días de abril, pero por ahora no hemos tenido respuesta.

Nos queda aguardar y resistir.

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