-¿Cuáles son las características de esta movilización?

-No es la primera que hacemos. El año pasado ya hubo una movida importante en pleno invierno. Recuerdo que vinieron de varios municipios de la región. Fue el día más frío del año, terrible.

Lo que pasa es que esta empresa no da espacio a los sindicatos. Lactalis no ha variado de postura en los tres años de gestión que lleva acá.

Con otras empresas de la región como el frigorífico Alibem, la mayor industria de la región, con más de 1.500 trabajadores y trabajadoras, tenemos una buena relación y hacemos asambleas en la planta. Con Lactalis no.

-Para los trabajadores y trabajadoras que llegaban a la fábrica fue importante ver que llegaron tantos sindicatos de todo el Estado…

-Esto fue muy importante porque fortalece al sindicato y da credibilidad a la organización.

Además se visualizó que la actitud de Lactalis no es un caso aislado en Santa Rosa. Es una conducta que se da en todo Brasil. La empresa tiene ese perfil y aplica estas políticas.

Un comportamiento indignante

-En su sitio web, Lactalis se jacta de ser la mayor productora de lácteos del mundo. ¿Cómo es posible entonces que no ofrezca siquiera un reajuste salarial que contemple la inflación y sin tener en cuenta la pandemia?

-Es una falta de respeto a los trabajadores y las trabajadoras que continuaron yendo a la fábrica a producir y es sabido que las empresas de la industria de la alimentación fueron las que más crecieron durante la pandemia.

Entonces, ver cómo Lactalis se vanagloria de ser potencia mundial en el sector pero a la hora de retribuir a sus trabajadores se comporta como una empresa mezquina, es como mínimo indignante.

En Santa Rosa se duplicó la producción, teníamos dos turnos y ahora se trabaja 24 horas por día. La empresa invirtió millones en maquinaria para producir más y mejor, pero cuando toca valorizar a quienes producen no lo hace y eso es lo que provoca tanto malestar.

En nuestro caso, desde setiembre estamos negociando la firma del acuerdo y no llegamos a nada. Lo mínimo que exigimos es que la empresa dé el total de la inflación del período.

Bajo presión

-Y la presión de Lactalis a los trabajadores dentro de la planta es descomunal…

-Sí, la transnacional tiene prácticas antisindicales muy fuertes.

Tenemos dificultades con otras empresas, pero nada se compara a Lactalis, desde la retención de cuota sindical hasta el hostigamiento y persecución a dirigentes.

La empresa ha llegado a aislar a los dirigentes sindicales del resto de los trabajadores para que no tengan contacto con el sindicato.

-Cuando iniciaron la negociación, ¿cuánto ofrecía Lactalis de aumento?

-Comenzó ofreciendo 50 por ciento de la inflación y luego de mucha pelea llegamos a la cifra de 80 por ciento. Ahí se plantó y no se movió.

Luego impuso ese incremento en los salarios de forma unilateral y sin haber firmado el acuerdo colectivo, generando gran confusión entre los trabajadores y anestesiando las movilizaciones.

Este es el panorama en esta empresa, uno de los peores grupos empresariales que operan en Brasil.