Oriundo de Necochea, desembarcó en el año 1996 en el gremio, pasando de ser el chofer de Gerónimo Venegas a asesor del consejo directivo de OSPRERA, la obra social de los trabajadores rurales. 

Arrieta dejó sus funciones el año pasado, luego de 25 años de servicios en OSPRERA, dejando en su lugar a Fernando Antunez, socio del actual titular de UATRE, Ramón Ayala, y quien ahora maneja los negocios dentro del gremio. Según pudo saber REALPOLITIK de fuentes judiciales, Carlos Alberto Arrieta recibía a diario en sus oficinas a los dueños de las prestadoras médicas de OSPRERA, recibiendo valijas de dinero que claramente no tenían como fin último la inversión en la obra social. De esta manera, Arrieta, se convirtió en recaudador de todos los retornos que pedía a proveedores y prestadores médicos para OSPRERA que, vale destacar, es una obra social deficitaria desde hace años. 

Entre los sindicados como testaferros de Arrieta aparecen Leonardo La Banda, Matías Cicimarra, Marita Popovich, Daniel Ponce, Araceli de Robles y Guillermo Criestensen, éste último dueño de estaciones de servicio Petrobras en Brasil. Esta numerosa lista de nombres, administran suntuosas sumas de dinero y poseen innumerables propiedades, como es el caso particular de Ponce, sindicado como dueño de una sociedad anónima que administra los hoteles de la UATRE y que además detenta bodegas en Mendoza y cría caballos de polo.  

La mano derecha de Gerónimo Venegas, según trascendió desde el personal del gremio, siempre se jactó de ser el negociador con la Justicia para frenar causas, tal es así que fue el encargado de negociar personalmente con el juez Norberto Oyarbide el sobreseimiento del ex titular de UATRE. Para lograr tal suspensión en la causa, Arrieta habría entregado 500 mil dóalres, decisión que costó el vaciamiento de la obra social OSPRERA, generando un preocupante déficit.

Otra cuestión que compromete a Arrieta está vinculada a su desempeño dentro del gremio, donde administró los fondos que la UATRE aportó para la campaña electoral de Mauricio Macri a cambio de asegurarse la no intervención. Además, posee estrechos vínculos con el actual intendente de General Pueyrredón y ex ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Montenegro, que le permitieron al actual intendente de San Pedro y ex vicepresidente de OSPRERA desde 1996, Cecilio Salazar, ser reelegido al frente del municipio. 

El escándalo de esta red de corrupción emerge a partir de la participación de Arrieta como nexo entre UATRE y el Instituto Cooperativo de Seguros, en manos de Sergio Trepat y Julio Reale, con el aparente objetivo de desviar fondos recaudados en concepto de seguros. Reale, sindicado como primer testaferro de Venegas, y Trepat, su yerno, un reconocido dueño de concesionarias de autos BMW, manejaron durante años el dinero del seguro de sepelio de los trabajadores rurales. 

Testaferros, bienes que surgen de la corrupción sindical y una guerra familiar en puerta, ponen en jaque al administrador financiero de Venegas, Carlos Alberto Arrieta, y a la obra social de los peones rurales, la cual habría sido utilizada por el ex titular de UATRE para erigir un imperio -conformado por hoteles, campos y cuentas en el exterior, empresas agropecuarias y departamentos-, que ahora es tristemente disputado por familiares de Venegas y sus sustitutos.