A medida que se acerca la marcha del 21-F, el Poder Ejecutivo redobla la apuesta en su crítica a la movilización. Ayer, el jefe de Gabinete, Marcos Peña , volvió a la carga y adjudicó la protesta a un intento de los sindicatos opositores de que "fracase el Gobierno, para volver al poder".
"Los que marchan quieren que el Gobierno fracase para volver al poder. Los une una mirada opositora, aunque no están claros los motivos de la convocatoria", afirmó Peña, en referencia a la marcha de pasado mañana, convocada y liderada por el camioneroHugo Moyano .
Según el jefe de Gabinete, la intencionalidad política de la movilización está expresada en el hecho de que "no hay una consigna, no hay un reclamo".
"Acá hay otras razones", sostuvo Peña, en declaraciones periodísticas realizadas ayer.
La del funcionario no es la primera que se alza contra la protesta del miércoles, con el argumento de que está motivada por cuestiones personales, en alusión a las causas judiciales que enfrenta Moyano.
"La mayoría de los sindicatos han llegado a acuerdos", agregó el jefe de Gabinete para deslegitimar las protestas, y ratificó los lineamientos económicos de la administración de Mauricio Macri . "Hay un gobierno que tiene claro el rumbo", sentenció.
Además de la marcha del miércoles, los bancarios protestan hoy y mañana con un paro en rechazo a la oferta del 9% de aumento salarial realizada por las cámaras empresarias del sector.
Desde que anunció la convocatoria a una marcha, a la que se sumaron los gremios de la CTA y movimientos sociales, Moyano se ha convertido en el objetivo de las críticas del Gobierno, que relaciona su reacción con el agravamiento de su situación procesal.
"No es como dicen algunos, que voy para contrarrestar" las denuncias judiciales, aseguró el camionero en rechazo a las acusaciones del Gobierno. "Nada que ver", insistió Moyano, que ha perdido el apoyo de los grandes gremios de la CGT.
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