Desde el Gobierno afirmaron que el plan tiene como objetivo contribuir a mejorar el empleo y generar nuevas propuestas productivas a través del desarrollo de proyectos socio-productivos, socio-comunitarios, socio-laborales y la terminalidad educativa, con el fin de promover la inclusión social plena para personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad social y económica.

Esta iniciativa consiste en un pago mensual de $9450, lo que equivale a la mitad del salario mínimo, vital y móvil. Actualmente, alcanza a 600.000 trabajadores, y se espera llegar a 900.000 puestos de trabajo para el año que viene.

Luego de confirmar que se interrumpirá el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), Daniel Arroyo, Ministro de Desarrollo Social, declaró que “el Estado no se retira” de la asistencia, y aclaró que se centrará en ayudar a los “nuevos pobres de la pandemia”, quienes vendrían a ser los jóvenes de 18 a 29 años con dificultades para volver a sus puestos de trabajo y aquellos trabajadores que, o bien fueron despedidos, o bien perdieron su changa a causa del avance de la pandemia.

Según fuentes gubernamentales, se contribuirá a mejorar el empleo y a generar nuevas propuestas productivas a través de la finalización de estudios, formación laboral y capacitación en oficios. Asimismo, el programa tendrá como objetivo generar inclusión socioproductiva y apuntará al desarrollo local.

“Estamos pasando de la asistencia al trabajo con el plan Potenciar Trabajo, con el que apostamos a crear 300.000 puestos de trabajo en los barrios“, concluyó el Ministro.