Programa Conductoras: la historia de las camioneras que cambiaron sus vidas y rompen estereotipos al volante

Programa Conductoras: la historia de las camioneras que cambiaron sus vidas y rompen estereotipos al volante

En un rubro tan masculinizado como el del camionero, solo el 0, 41% de las licencias profesionales pertenecen a mujeres. Scania ya va por la tercera edición de un programa que incentiva a las mujeres a convertirse en camioneras. Egresadas le contaron a BAE Negocios cómo fue esa experiencia y su insersión en el mundo laboral 

Subirse al camión es magia”. La emoción es algo que les recorre el cuerpo mientras se sientan detrás del volante, se abrochan el cinturón de seguridad, arrancan el motor, pisan el embrague y ponen primera. Una primera que sería el punto de partida no solo para el vehículo, sino para el resto de su vida: el inicio de un viaje por la ruta de la libertad y los sueños.

Esa adrenalina y amor por manejar camiones es lo que comparten las 24 egresadas del programa Conductoras que lleva adelante la empresa Scania desde 2019, que ya tiene dos grupos de graduadas y se prepara para abrir una tercera convocatoria.

La iniciativa es única a nivel global y surge en Argentina debido a una estadística que llama la atención pero que no sorprende: solo el 0,41% de las licencias profesionales de transporte de carga corresponden a mujeres.

La integrante del Comité de Diversidad & Inclusión de Scania Argentina Natacha Calero explicó a BAE Negocios que la firma busca “achicar esa brecha de género” garantizando “una capacitación de calidad” y la cobertura de todos los costos asociados al programa para “darle acceso a todas las mujeres interesadas”.

Una vez lanzada la convocatoria mujeres de todo el país se inscriben y atraviesan diferentes instancias de selección hasta ser una de las 12 becadas que viajará a Buenos Aires, específicamente al partido de Escobar para recibir los conocimientos y, en muchos casos, subirse a un camión por primera vez.

“Cuando abrimos la inscripción para la primera edición del Programa Conductoras, a comienzos del 2019, se anotaron casi 800 mujeres para participar. Para la segunda edición, que lanzamos en noviembre de 2020, se inscribieron en total 1073 interesadas, lo cual significa un 25% de aumento en la demanda entre una edición y la siguiente. En la actualidad recibimos un promedio mensual de 35 consultas particulares sobre Conductoras”, señaló Calero.

El curso consta de una primera parte virtual y, luego, un mes de clases prácticas y teóricas en el predio que la Fundación Profesional para el Transporte (FPT), brazo académico de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), tiene en ese distrito bonaerense.

Una vez finalizado el curso, Scania acompaña a cada Conductora para que pueda obtener su Licencia Nacional E1, categoría que les permite manejar camiones articulados y con acoplado, en cada uno de sus Municipios. Además, las Conductoras salen del curso con la LiNTI (Licencia Nacional de Transporte Interjurisdiccional), lo que las habilita normativamente a trasladar carga en todo el país.

Las postulantes se enteraron de maneras diferentes: a través de la conductora Virginia Melchor- madrina del programa-, las redes sociales de la experta en mecánica e influencer Lady Fierros, o porque un amigo o conocido de pronto le hizo captura de pantalla a una publicación que le pareció interesante y la envió a la persona correcta en el momento adecuado.

“Fue casualidad, estaba buscando trabajo y me salió una publicidad donde decía ‘¿querés ser conductora Scania?’ con la foto de Virginia Melchor y nada más. Yo pensé que era para buscar trabajo, nunca leí las bases y condiciones, simplemente me anoté. Hice la prueba y quedé. Me dijeron que me pagaban todo, que solo tenía que viajar a Buenos Aires a capacitarme. Dije ‘vamos no más’ y fue la mejor decisión de mi vida”, contó a este diario la mendocina Karen Aruta (31) egresada 2019.

 “Al principio te da mucho miedo y después no es difícil para nada. Uno tiene el mito de que son duros, que son difíciles y la verdad que no. Era increíble, no me quería bajar más”, enfatizó Karen y explicó que parte de esa idea es por el preconcepto de que “esto lo pueden hacer sólo los machos”.

Por su parte, Claudia San Nicola (46) compañera de Karen en el curso 2019 ya estaba familiarizada con el rubro: le interesaba el transporte y tenía un grupo de Facebook en el que se informaban las diferentes restricciones o estados de la ruta. Ella se enteró gracias a un amigo y ese fue el primer día del resto de su vida.

“Éramos 12 mujeres que teníamos una historia atrás y que de repente estábamos todas ahí donde solo íbamos adelante con lo que nos gustaba. Todo era nuevo, no tenías las obligaciones de tu trabajo, de tu familia, estabas ahí haciendo lo que te gusta 24/7. Parecíamos criaturas, era todo nuevo, gente que no conocías, la experiencia fue nueva y la capacitación fue excelente”, describió Claudia, oriunda de Merlo, provincia de Buenos Aires, quien comparó la experiencia con estar en el “viaje de egresados”.

Allí, Claudia pudo ver con sus propios ojos todo lo que se imaginaba que era manejar un camión: el tamaño, la potencia, el sol pegando en el espejo retrovisor, la libertad. “La primera vez que me subí lloré como una marrana”, recordó.

Agustina Maure (40), por su parte, no tiene sangre en las venas sino petróleo y no necesariamente del combustible de su camión sino por su estilo de vida ya que es oriunda de AñeloNeuquén, y actualmente transporta bombas para hacer fracking a distintas bocas de pozo en la zona de Vaca Muerta.

Para Agustina la experiencia de Conductoras le permitió darle alas a los sueños de una niña que desde los 3 años cuando le preguntaban que quería ser cuando fuese grande ella contestaba sin dudas: camionera. Después la vida la fue llevando por otros rumbos. Estudió psicología, pedicuría y manicuría, hasta que llegó a la FPT en febrero 2021 con el barbijo puesto para convertirse en chofer profesional.

“Lo que más me llamaba la atención del camión eran sus dimensiones, que es grande y cómodo. Es algo que se lleva adentro, te apasiona o no, es como el fanatismo por el fútbol. La primera vez que me subí a un camión de manera conciente iba con el instructor y se me caían las lágrimas. No lo podía creer”, recordó Agustina a este diario casi con ojos llorosos.

El camión, un rubro históricamente masculinizado

El manejo en sí es una actividad que puede sacar a flote el machismo que existe dentro de las personas: “Mujer tenías que ser” o “andá a lavar los platos” son frases más que utilizadas por varones y mujeres en las calles cuando suele haber una muchacha detrás del volante porque existe el prejuicio de que “manejan mal”.

El Programa Conductoras busca romper esos preconceptos y “empoderarlas” para que salgan con la confianza y la seguridad de que “esta profesión es una realidad también para las mujeres”.

De todos modos, Karen, Claudia y Agustina destacaron haberse sentido respetadas acompañadas por sus colegas camioneros tanto dentro de la empresa en la que trabajan como en las rutas.

“El ámbito de trabajo es hermosos. Son todos muy compañeros, hay un 90% de población masculina. Vos pedís ayuda y siempre están predispuestos a ayudar”, contó Agustina y aseguró que en el sur es “más común ver mujeres choferes”. Desde su experiencia, Karen destacó que “siempre hay gente estúpida” pero que la mayoría “te felicitan y son súper solidarios”.

Por su parte, Claudia dio en la tecla con un aspecto que está en las bases de la desigualdad de género: las mujeres tienen constantemente que demostrar que son buenas, que están capacitadas.

Dan por sentado que el hombre sabe manejar y que la mujer no. Lamentablemente siempre tenes que demostrar que te mereces el lugar. Hasta que se empiece a normalizar. Creo que lo que abre puertas es la responsabilidad, lo demás son piedras. Errores tenemos todos pero ser responsabile es el buen surco del camino”, explicó y dijo que “lleva un tiempo el cambio de cultura y de mentalidad”.

El transporte es un rubro que necesita avanzar como tantos otros en el camino de la deconstrucción de los "roles de género". Las egresadas de Conductoras son un punto de partida para allanarle el camino a las próximas generaciones de camioneras. Son celebridades de las redes y cada vez más chicas les escriben para buscar consejo y orientación. Ellas están donde les gustaría llegar.

Inserción laboral en el transporte de cargas

"El objetivo de Scania es que las empresas del sector continúen informándose acerca de este programa y de la posibilidad de contemplar a las egresadas para sus búsquedas laborales, dando a conocer los beneficios de trabajar en entornos diversos e inclusivos", destacó a este diario Natacha Calero.

Karen, Agustina y Claudia comprobaron que hay empresas cada vez más abiertas a quitarse los prejuicios y a contratar a mujeres como choferes de su flota. 

La experiencia de cada una fue distinta. Mientras Claudia tuvo su primera entrevista el día siguiente de conseguir su licencia, la pandemia del coronavirus fue una época muy dura para Karen. 

"En Mendoza se me complicaba conseguir trabajo de esto y con la pandemia peor. Allá son más cerrados. Las empresas se tienen que ir adaptando porque una vez que te contratan están conformes", explicó Karen, que actualmente es camionera en una firma cordobesa.

Y aseguró que los mismos empleadores dicen que "las mujeres son más cuidadosas" a la hora de hacerse cargo del camión. "Nosotras conducimos como cualquier otro pero somos más precavidas", coincidió. 

En el caso de Agustina, egresada 2021 de Conductoras, la cabeza "le hizo el click" cuando se quedó sin trabajo por la cuarentena. En ese momento decidió que no quería dedicarse a otra cosa que no fuera manejar un camión. 

"Le diría a la otras chicas que si su señal es esta que la usen, que le den para adelante, que no tengan miedo. Las empresas te aceptan, te respetan, estás bien cuidada y bien tratada. Las extrañamos antes de que lleguen, las necesitamos acá. No hay nada que perder", concluyó. 

 

Por Julieta Romero

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