Raúl Quiñones: «El Gobierno debería decretar una suma fija para los compañeros que tienen salarios muy bajos. Esa suma incluso va directo al consumo y no entorpece las paritarias»

Raúl Quiñones: «El Gobierno debería decretar una suma fija para los compañeros que tienen salarios muy bajos. Esa suma incluso va directo al consumo y no entorpece las paritarias»

Es el titular del Suetra (Empleados del Tabaco) y analizó con optimismo el futuro «si el peronismo se mantiene en el Gobierno». Sobre las opciones de la derecha considera que esa vereda argentina incluye «versiones propias de las miserias humanas». En cuanto a lo sectorial, junto con las empresas motoriza un cambio normativo, del ministerio de Salud para un nuevo producto que generaría puestos de trabajo registrado una inversión real de 200 millones de dólares.

Por: Luis Autalán / Fotografía: Ariel Gaspardi.

Ubicada en el mapa del Movimiento Obrero Argentino bajo el segmento -no amable- de «los gremios chicos», su traza histórica dice que tal organización emergió de las luchas obreras a mediados del Siglo XX «para que los trabajadores del tabaco tengan garantizados sus derechos, mantengan un salario digno, condiciones de trabajo humanas y puedan contribuir al bienestar de sus familias». Se trata del Sindicato Único de Empleados del Tabaco de la República Argentina (Suetra) y su secretario general Raúl Quiñones en la última elección tuvo un 70% de votos que lo respaldaron para el mandato que terminará en 2025.

Bajo la luz del sendero que lleva a las próximas elecciones hay un horizonte que, como en todo el marco de los trabajadores y trabajadoras de la industria podría complicarse más. El Suetra cuenta con una vocalía en la actual CGT, lo que determina que sus representantes ocupen los asientos que están detrás de la gran mesa del Consejo Directivo de Azopardo, no obstante en los encuentros hacen escuchar su postura, con todo lo que el rito cegetista del debate implica.

No fue fácil convencerlo de mantener esta conversación para InfoGremiales, Quiñones remarca su bajo perfil como una cualidad y si alguna vez asoma al escenario mediático es en virtud de circunstancias de riesgo o necesidad de su gremio.

La pandemia fue una de esas ocasiones, suele haber otras como el contrabando de cigarrillos y su impacto negativo en el rubro de actividad, la dinámica de la Confederación de Sindicatos Industriales, y alguna que otra más. Decisión tomada para que las críticas al Gobierno, otros sindicalistas, la CGT e incluso al peronismo, sean en modo presencial pero sin registro periodístico. Otros secretarios generales, de diferentes sectores de la diáspora gremial nacional, lo destacan por una cualidad sobre todo, «Quiñones siempre va en la ambulancia para atender los heridos que los tiempos políticos y la economía dejan maltrechos». No suele haber elogios de este nivel en el ámbito sindical descarnado.

Una característica singular también, su buen humor y las sonrisas «aunque vengan degollando». Emula incluso a Jauretche: «nuestros enemigos nos quieren ver tristes y la pelea hay que darla con alegría», nos comentó alguna vez. Un dato revelación de estas líneas tiene color y está vinculado al fútbol, Quiñones asumió -como un pibe que cometió una travesura- que nunca dejó de ser hincha de River Plate, si bien Parque Patricios y Huracán lo cobijaron en esa barriada y ese sentir futbolero.

Que se corra el telón entonces, hablando sobre las cosas de la vida:

«La ultraderecha se la pasa elogiando al transporte ferroviario en el mundo, que es del Estado. Ahora cuando hablan de la Argentina castigan que los ferrocarriles sean estatales. Hay cosas que solamente las comprendo mirándolas del lado de las miserias humanas»

Raúl Quiñones

-Me dijo que con mucho orgullo que pertenece a la clase 58.

-¡La gloriosa clase 1958! Siempre encuentro que es una hipocresía de mi vida haber nacido el 1° de Mayo y ser hijo de santiagueños, lo cual es una mezcla explosiva con la fama que les han hecho a los nacidos en esa provincia (carcajadas). Y otra cosa que guardo con orgullo e historia de vida, es que fuimos la primera clase que hizo el servicio militar a los 18 años, en el lugar de la clase 56, 57.

-Quienes no lo hicieron.

-Exacto, y tuve tanta suerte que me tocó ingresar al servicio militar el 4 de enero de 1977, después de las fiestas. Una época complicada, en plena dictadura militar y nosotros con 18 años ignorábamos un montón de cosas. Mirá, después con el tiempo nos dimos cuenta que donde me tocó estar era un «regimiento castigado», con lo cual cada vez que salíamos de operativo con la Policía de la provincia de Buenos Aires, oficiales y suboficiales, eran ellos los que iban a secuestrar a los que les llamaban subversivos. Los traían y los mantenían cautivos atrás de la enfermería, y ahí los torturaban. De eso, obviamente, nos enteramos casi al final de haber cumplido el servicio militar.

-Una discusión de años y estos días, no eran mayoría los que sabían todo lo que pasaba.

-No, tal cual y es una deuda pendiente de la sociedad, porque en definitiva lo que salía a la luz era lo que los militares querían. El común de la gente se comía lo que salía por televisión, e incluso en esa época eran solo cuatro canales de aire, el 7, el 9, el 11 y el 13, y si embocamos la antena para ver el 2 no se veían los otros cuatro. Una época nefasta la de la dictadura militar, sucedieron atrocidades que incluso todavía no hemos terminado de saber.

-¿Lo shockeó cuando tuvo la primera versión real de lo que había pasado?

-Sí, me sentí hasta sucio de haber estado ahí, en un lugar donde secuestraban y torturaban gente.

-¿Ya era peronista?

-Lo soy desde la cuna por ser hijo de un trabajador metalúrgico y peronista. Mi viejo se jactaba de tener la ficha de afiliación número 1 de la Matanza como peronista. El trabajó en la vieja fábrica Santa Rosa de ese distrito, luego Socema, en Provincias Unidas, que hoy le cambiaron el nombre, y se terminó jubilando en una metalúrgica de Mataderos. Si hay algo que mamé de mi viejo es la importancia del sindicato, porque con mi hermano esperábamos el festejo del Día del Niño, sabiendo que la UOM lo organizaba en pleno invierno. A veces lo cuento en la celebración del Suetra, comparto esa alegría y satisfacción enorme que dura toda la vida. Cuando era pibe la UOM nos entregaba un camioncito o una pelota de plástico, comíamos asadito y de postre una naranja, estaba nuestra familia y era una felicidad enorme. Mamé de chico la importancia que tiene un sindicato para el trabajador. Mi viejo venía de la época de los milicos, y a finales del gobierno de Isabel, el compañero Julián Licastro hizo una disertación en la pileta Acapulco, organizada por la UOM, y mi papá me llevó. Te repito, de chico supe lo que significaba el sindicato, y te digo más: gracias a la UOM mi viejo terminó el secundario, porque él vino de Santiago del Estero con 5to. grado. Antes para ser operario ni tener la primaria completa te pedían, hoy cambió tanto la realidad que para entrar a una multinacional te exigen el secundario.

-¿Los días más felices siempre fueron peronistas?

-Estés o no de acuerdo con él, lo dice el compañero Guillermo Moreno: fueron, son y serán peronistas.

-¿Cuándo comenzó su carrera sindical?

-Por el año 85. Era mecánico obrero del tabaco y conformé, junto a un compañero de Nobleza Piccardo, la lista naranja y verde para ir en oposición al sindicato. La elección se hizo en 2 días y perdimos, por varios factores que hoy no vale la pena mencionar. Pero en definitiva eso me sirvió de muchísima experiencia. Ahí empecé a sentir que, por mi personalidad, era un referente de mis compañeras y compañeros. A los 3 años me pasaron al Suetra como mecánico, porque dentro del convenio colectivo de trabajo había dos categorías de mecánicos y me promocionaron. Dos años después me postulé para ser paritario y ganó el delegado general del Suetra, y al poco tiempo empecé a participar en la comisión interna. Fue cuando le ganamos una elección a los compañeros que estaban. En el 92 paso a integrar la lista de la comisión directiva y en el 2000 ingreso al gremio como prosecretario gremial; en 2004 asumo como secretario gremial y en 2008, el compañero Roberto Digón, con su tremenda grandeza vio que nosotros veníamos con un impulso muy grande, empujados por las bases. Fue cuando nos convocó y nos dijo «bueno muchachos, hay que empezar a generar un espacio» y nos permitió, con otros compañeros, empezar a tener las riendas del gremio, siempre con él como referente. Quien te habla fue el candidato a secretario general y nuestro secretario adjunto fue Digón, «por 4 años los voy a acompañar», nos dijo. Y luego, con cada mandato cumplido, Digón iba bajando de secretarías porque su función era ir dejando el gremio en manos de otros compañeros.

-Roberto Digón, histórico sindicalista y también dirigente de Boca Juniors, no lo convocó por simpatía futbolística, usted no es xeneize.

-Cuando llegamos acá la mayoría era de Boca, los invadimos y hoy la mayoría es de River (risas)

-¿Pero usted no me dijo una vez que es de Huracán?

-Bueno, te habré dicho que era de Huracán porque vivo en el barrio, pero era hincha de River. Estuve en la cancha de Vélez cuado le ganamos a Argentinos Juniors y salimos campeones en 1975 después de 18 años con Angelito Labruna con DT, el gol de esa noche lo hizo Rubén Bruno.

«Más allá de las críticas que uno puede hacerle a este gobierno, que son muchas pero es mi gobierno, y jamás le voy a hacer una crítica públicamente, siempre serán entre compañeros y puertas adentro»

-Un partido entre semana, huelga de jugadores profesionales y se jugó con los juveniles.

-Lo vimos desde la popular, hoy es la platea Sur del José Amalfitani, y fue tanta la emoción que en un momento rompimos el alambrado y entré a la cancha. Tengo césped guardado de esa época.

-Hay que recordarle a los jóvenes de hoy que River salía campeón después de 18 años.

-Mi corazón estaba con River (risas). Tengo muchas historias lindas con los Millonarios, estuve bajo la lluvia en el Monumental cuando en 1986 le ganamos al América de Cali y salimos Campeones de la Libertadores, llovió todo el partido, llegué a mi casa a las 4 de la mañana, me cambié y me fui a laburar.

¿Y el día de la final con Boca en Madrid?

-Qué alegría…

-Entonces usted es de River, lo sigue siendo.

-Sí, soy de River (risas), bueno lo que pasa es que el fútbol me agotó.

-Buen punto el agotamiento, estamos en 2023 y usted tiene mandato sindical hasta el 2025. ¿Todo parece indicar pueden llegarán momentos complicados?

-Todo depende de quién tome las riendas del país en diciembre. Si las vuelve a tomar el peronismo soy muy optimista, porque sabemos que la economía de nuestra querida Argentina siempre fue una calesita, un círculo a veces vicioso y a veces virtuoso. Y lo que se viene es época de círculo virtuoso, porque se empiezan a acomodar las cosas en el mundo, por ejemplo se espera para el año que viene una muy buena cosecha. Y lo digo más allá de las críticas que uno puede hacerle a este gobierno, que son muchas pero es mi gobierno, y jamás le voy a hacer una crítica públicamente, siempre serán entre compañeros y puertas adentro.

-Críticas que puden ser muchas.

-Si, pueden ser muchas. Pero más allá de todo eso, asumamos que no pegaron una, pandemia a los 90 días cuando tenían un 80% de imagen positiva, una sequía única, en no sé cuántos años, y como frutilla del postre una guerra, inconcebible, increíble, y que no tiene ningún tipo de razonamiento. Con lo cual, más allá de algunas divergencias este Gobierno no tuvo suerte, no lo acompañó la naturaleza, el mundo. Por eso te digo que el año que viene va a ser de círculo virtuoso, porque habrá récord de cosecha , está el litio, y si hay mano de obra agregada, habrá valor agregado. Y no nos olvidemos que hay países de la región que ya estatizaron el litio.

-Me dice que todo depende de quien tome las riendas, la opción de la derecha está ahí.

-Para resumirlo en un ejemplo, algo que nunca voy a comprender es cómo la ultraderecha critica al Estado. Por ejemplo, cuando en los grandes países del mundo el transporte de pasajeros más importante, que es el ferrocarril, está a cargo del Estado y la ultraderecha se la pasa elogiando ese modelo. Ahora para hablar de la Argentina se la pasan castigando que el transporte ferroviario sea estatal. Hay cosas que solamente las comprendo mirándolas del lado de las miserias humanas. Por eso este país va a salir adelante el día que, como solía decir nuestro querido compañero Osvaldo Iadarola (fallecido y titular de Foetra), «la Argentina va a salir el día que nos pongamos de acuerdo en 5 puntos básicos como política de Estado, que trasciendan los diferentes gobiernos y colores de partidos». Es la única manera de salir adelante y nosotros consideramos que el sector industrial es una pata muy importante para lo que se viene.

-¿Cuánto juega el odio para que nos vaya tan mal?

-El odio juega en un 90% y es algo que, saliendo de la época de la dictadura militar, no lo volví a vivir como hasta ahora. Incluso cuando Alfonsín llegó al gobierno, como peronista tenía discusiones con mis compañeros de trabajo pero sin llegar nunca a la agresión, eran discusiones de ideas. Debatíamos propuestas, nosotros como peronistas, les decíamos qué nos gustaría para nuestra querida Argentina, y los compañeros radicales nos planteaban cómo veían ellos el país, hasta los compañeros de izquierda nos planteaban su realidad. Todo dentro de una discusión política y que jamás trascendía a lo personal. Hoy la discusión pasa por las miserias humanas, con lo cual la política se ha desprestigiado, por eso tenemos el nivel de odio que hay en la actualidad, porque hemos perdido la importancia de los partidos políticos.

-Y de los sindicatos

-También los hemos desprestigiado con ese fenómeno regalamos un espacio riquísimo, porque el espacio que perdieron los partidos políticos tendrían que haberlo ocupado los sindicatos. Nosotros podemos sacarle todas las manos que sean a los Estados Unidos, pero la fortaleza de la democracia yanqui es la de sus dos partidos políticos, tanto los republicanos como los demócratas, y en base a esos dos partidos se sostiene la democracia en los Estados Unidos.

-También la sostienen sus sindicatos.

-Y si, los sindicatos en los últimos 15 años han crecido muchísimo, en participación y en la mesa de las decisiones de la democracia yanqui. Por eso tenemos total certeza que la Argentina va a salir adelante cuando volvamos a recuperar a los partidos políticos. El radicalismo tiene que recuperar su espacio, un partido de arraigo nacional, y también popular como es el peronismo con algunos matices. Si el radicalismo y el peronismo, no vuelven a recuperar sus espacios, y nos dejamos de embromar con kirchnerismo, cristinismo, albertismo y no volvemos a recuperar el espacio como peronistas para que el debate se produzca adentro de ese espacio, la Argentina no va a salir adelante.

«El año que viene va a ser de círculo virtuoso, porque habrá récord de cosecha, está el litio, y si hay mano de obra agregada, habrá valor agregado. Y no nos olvidemos que hay países de la región que ya estatizaron el litio»

-El pago de una suma fija más paritarias, un tema relevante al calor y potencia de la inflación.

-Nosotros en el Suetra estamos a favor de la suma fija. Consideramos que el Gobierno debería obligar a las empresas para ese pago adicional sobre todo para aquellos trabajadores y trabajadoras que menos ganan. Estamos hablando de aquellos compañeros que son representados por los mal llamados «gremios chicos» en cuanto a su poder de fuego a la hora de la discusión colectiva. Nada descubro si te digo que está comprobado y certificado que esos montos, al otorgarse, se vuelcan al mercado interno y conforman lo que se denomina «un círculo virtuoso». Una alternativa que también redunda hacia el Estado porque son fondos que ingresan a través de los impuestos. Consideramos incluso que la suma fija no entorpece ninguna discusión paritaria.

-Cuando lo conocí hace años, me aclaró «no somos una industria que genera medicina, ni salud a la gente». Pero en plena pandemia le tocó traccionar con gobiernos nacionales, provinciales y municipales para que los trabajadores pudieran sostener la producción y su empleo, había colas en las estaciones de servicio para comprar cigarrillos o tabaco suelto…

-Es así, pusimos una vez más a prueba nuestra historia en la pandemia. Solemos decir que somos los llamados sindicatos chicos y que no tenemos poder de fuego, entonces nuestra fortaleza es que nos consideramos sindicatos de propuestas. Y la nuestra siempre fue la misma, sabemos que fabricamos un producto de consumo masivo que no es remedio, pero que en cada marquilla se deja claro que es un producto para el consumo de mayores de edad. Lo que nunca aceptamos es la prohibición del producto, la pandemia indirectamente terminó siéndolo. Con lo cual, más allá del bajo perfil que me gusta cosechar como secretario general, cuando la fuente de trabajo de mis compañeros y compañeras está en peligro, no mido las consecuencias.

Entonces fue que salimos por todos los medios a visibilizar nuestra realidad y lo que significa nuestra actividad parada, que además para nuestro Gobierno era la pérdida de recaudación de 75 millones por día, porque el 75% del producto es impuesto interno, hablo de recaudación del Estado para hacer política social. Y te digo que más allá de nuestra actividad, lo tengo muy claro, si no hubiésemos tenido un gobierno peronista durante la pandemia esto se hubiese desmadrado.

-No estábamos acá.

-Posiblemente, al menos, yo no estaría yo acá.

-Es fuerte que lo diga.

-Es así, porque en la pandemia yo ya era mayor de 60, si no hubieran llegado las vacunas para todos, sin un gobierno que pensó en su pueblo y en cómo sostener las fuentes de trabajo con el aporte que hizo a las empresas para que puedan pagar los salarios, este país hubiese explotado. También salimos a visibilizar eso, fuimos punta de lanza en armar un protocolo Covid, que se presentó en la gobernación de la provincia de Buenos Aires y fue un ejemplo para muchas industrias que lo tomaron como modelo para poder reiniciar su actividad. Le hicimos entender al Gobierno, que mientras la actividad estaba parada la gente pagaba 500 pesos y más por un paquete de cigarrillos. Un escenario donde, más allá del Covid, tenía al contrabando que seguía filtrándose por la frontera con los países limítrofes. Y esos 700 millones de pesos que se dejaban de recaudar por impuestos era plata que el Gobierno no tenía en sus arcas para hacer políticas sociales. Por todo esto creo que otros compañeros y compañeras hoy estamos acá, en mi caso teniendo esta amable conversación, recuerdo que te dije que no un montón de veces. No me gustan los reportajes, soy de bajo perfi, pero si está el trabajo de mis compañeros en riesgo, no mido ninguna consecuencia para lo que me corresponde como secretario general.

-Con Mauricio Macri en la presidencia, ustedes sostuvieron que en el tabaco el problema no era la presión impositiva, sino el contrabando. En forma inédita tuvieron el respaldo de las empresas incluso. Lo pude corroborar en la triple frontera. ¿Cambió algo eso?

-De ese momento en primer lugar me acuerdo de la mano que nos diste, con notas en el diario BAE Negocios y un lindo programa en Crónica TV, donde planteamos con creces que la dificultad de nuestro rubro era el ingreso del contrabando, el cual incluye a los menores de edad y que tanto se pretende cuidar en la salud pública y que nosotros también compartimos y comulgamos. La verdad es que más allá de los esfuerzos que ha hecho nuestro Gobierno para controlar las fronteras enormse que tiene nuestro país, prácticamente todo sigue igual. El contrabando de cigarrillos sigue existiendo y hasta que no se entienda que eso es plata que no recauda el Estado, y la AFIP no se ponga a trabajar fuertemente junto al gobierno nacional, continuará y se incrementará una deuda pendiente para la actividad.

-La solución, otra vez, es política y no gremial.

-La solución siempre termina siendo política. Para el 90% de los problemas que tiene el país, la solución siempre es política, aún el problema económico del país es político. Por eso Néstor Kirchner fue siempre tan exitoso, porque ejerció la economía desde la política y el sentido común.

-Remarcó que el trabajo de su actividad hoy está en riesgo, en más de una ocasión.

-Se trata de algo grave. Hoy estamos teniendo un problema en la actividad, que está parada por una decisión del Ministerio de Salud. De 10 años a esta parte, las corporaciones de la industria del cigarrillo convencional han virado hacia otros horizontes. Entre ellos un nuevo producto que viene a reemplazar el cigarrillo convencional. En el caso de Philips Morris es el IQOS, un producto para tabaco calentado que combustiona el tabaco a 300 grados, lo que hace que vos consumas el tabaco sin incorporar, como en el cigarrillo convencional que combustiona a 800 grados, la nicotina, el alquitrán y todo lo que daña la salud. Después de muchos años de trabajo, especialmente los últimos 7 años, del gremio con la industria, acompañando diferentes procesos y modelos productivos, logramos que en Argentina, Philips Morris mantenga la fábrica de Merlo abierta. Y esa empresa mantiene abiertas 20 plantas en el mundo. Tenemos el orgullo de decir que una está en Merlo, provincia de Buenos Aires. Primera lucha ganada.

-¿Hay otros capítulos?

-La segunda lucha fue empezar a ver cómo ese producto del futuro, que no va a ser de consumo masivo por el precio, pero nos garantiza futuro de trabajo para nuestra actividad. Bueno, primero logramos transformarnos en una fábrica dual, una planta preparada para fabricar el cigarrillo convencional y también el consumible del IQOS. Logramos la aprobación y calificar como fábrica dual, también está la aprobación de la Philips Morris para una inversión de 200 millones de dólares en el país, las máquinas que van a fabricar el consumible de este producto están en Brasil, esperando, y el espacio en la fábrica para instalarlas también está. Ahora bien, pero nos encontramos con la dificultad de que en el Ministerio de Salud pusieron al IQOS en el mismo escenario que los vapeadores, los cigarrillos electrónicos, y este producto no tiene nada que ver con eso, es un producto totalmente distinto a base de tabaco. Y se suma la importancia en cuanto a que, de poder fabricar este producto en Argentina, habrá 200 puestos de trabajo nuevos, en un país en donde se necesita trabajo registrado con buenos salarios. Hace dos o tres meses, cuando empezamos a hablar de este tema, se estimaban salarios mínimos de 300 mil pesos, hoy con las paritarias, si entraría el operario a trabajar estamos hablando de salarios de 380, 400 mil pesos brutos. Hemos logrado que el 5% del tabaco Virginia sea parte de la materia prima consumible del tabaco del IQOS. El tabaco Virginia es fuerte en Salta y en Jujuy. Tenemos todo para poder fabricarlo en Argentina, el único freno es el impedimento del Ministerio de Salud que considera este producto en el mismo rango que los vapeadores y los cigarrillos electrónicos.

«Como solía decir nuestro compañero Osvaldo Iadarola (fallecido y titular de Foetra), la Argentina va a salir el día que nos pongamos de acuerdo en 5 puntos básicos como política de Estado»

-Usted enfatizó que no son la misma cosa.

-No son lo mismo, absolutamente no son lo mismo. Es un producto que ya está en 80 países del mundo y habilitado por la FDA de Estados Unidos. Si nosotros lo empezamos a fabricar, para lo cual ya está todo el escenario preparado en Merlo y los 200 millones de dólares que garantiza como inversión Philips Morris, más la cantidad de tabaco Virginia a utilizar, que es del 5%, y se puede llegar a duplicar o triplicar, si el consumible lo hacemos acá, bueno, sumale que la materia prima la tenemos sólo a 1800 kilómetros de la planta. Es más tabaco Virginia procesado, más cosecha de trabajo para los trabajadores de la tierra, más trabajo para los compañeros de nuestra industria. Incluidos aquellos que se desempeñan en el tabaco de manera cíclica, en cada siembra y cosecha. Algo por lo cual batallamos todo el tiempo, mantener las fuentes de trabajo y con propuestas.

-¿Incluye el transporte de ese tabaco Virginia, desde las zonas de cultivo a la planta?

-Claro, como en toda la logística que se mueve alrededor de la actividad. ¿Dónde estamos parados hoy? Hubo reuniones con la compañera Ministra de Trabajo Kelly Olmos, y estamos agradecidos porque ha sido muy expeditiva. Y seguimos a la espera de una audiencia con la Ministra de Salud Carla Vizzotti, ya tuvimos una reunión con el secretario de Calidad en Salud, Alejandro Collia. Estamos pendientes de esa decisión ministerial que permitiría fabricar, exportar y vender al consumo interno algo que es un producto del futuro. A nosotros nos significa de arranque, 200 puestos más de trabajo estimando el futuro de esta industria a 20 años. Porque el cigarrillo convencional tendrá mucho tiempo de vida por razones de precio. Este aparato que te comento se tiene que renovar todos los años y vale 100, 150 dólares, pero el consumible si lo querés comprar, porque no se vende acá, el cartuchito de 20 puede llegar a 15 mil pesos, es carísimo, no es un producto de consumo masivo. Nuestra obligación es mirar a largo plazo, no me puedo quedar con, «sigo 5 añitos, me voy de acá, y que se arreglen los muchachos que vienen» No, mi responsabilidad como secretario general es tener visión siempre a largo plazo. Así logramos mantener acá a una de las 20 plantas que tiene una multinacional en el mundo, transformar un fábrica dual y que el consumible que se iba a fabricar en México, donde el presidente lo prohibió, se pueda hacer acá. Es una puerta enorme con la posibilidad de generar 200 puestos de trabajo registrados, con buenos salarios y la inversión de 200 millones de dólares cuya traba es una resolución ministerial.

-¿Lo atribuye a algo en particular?

-Entiendo que puedan desconfiar de la empresa porque las multinacionales piensan en ellos y en la guita, punto. Ahora considero que es un tema para que lo analicen, que escuchen a los trabajadores. Si estamos defendiendo este producto es porque sabemos que es un 90% menos  nocivo que el cigarrillo convencional. Si vos fumas y eso combustiona a 800 grados, esto combustiona a 300, con lo cual lo único que consumís es el tabaco, no todos los elementos químicos que hay alrededor de ese consumible. Incluso está permitido para fumar en ambientes cerrados, porque no deja olor.

-Hábleme de su mesa chica, pero familiar.

-Mi mesa chica es mi señora, somos dos, no tenemos hijos, si dos perros y 20 gatos, esa es nuestra familia, anoche empezó el frío y ya dormí con 5 gatitos que empiezan a subir a la cama (carcajadas) Mi familia es muy chica, mi señora que siempre me ha acompañado en los buenos y en los malos momentos. Nuestra función en su gran mayoría es ingrata porque estamos para resolver los problemas, escuchar, poner el oído a nuestros compañeros y cuando hay una gestión buena, capaz nos felicitan por una paritaria y al otro día ya se olvidan rápidamente. Te aclaro, nadie nos obliga a sentarnos en el lugar que ocupamos, y lo hacemos por convicción. Después, tengo un solo hermano, tres sobrinos que visito todos los domingos. Mi vida es muy simple, de lunes a viernes acá, los sábados en mi casa, los domingos en la casa de mi hermano y ya otra vez de lunes a viernes acá.

-En aquella charla en Crónica TV,  que usted gentilmente recordó, habló de un problema de salud, donde para superarlo también contribuyó su actividad sindical como un motor.

-Me acuerdo Luis, si porque justo coincidió con un tema de salud muy personal que hice público, reconociendo que nosotros sabemos que elaboramos un producto de consumo masivo que no es saludable. Yo fumaba 10 cigarrillos por día y la doctora me dijo: «no fume más ni tome más alcohol». A partir de ahí, en 2016, dejé de fumar y pude superar esa enfermedad, con el acompañamiento de mi familia, y me ayudó tener la cabeza 100% en mi actividad. Eso siempre me ha fortalecido y me ayudó a no aflojar en los momentos difíciles como ése.

-¿La Confederación de Sindicatos Industriales es una utopía o un núcleo que está traccionando por una Argentina mejor?

-Es un sector que viene creciendo y ya es una realidad. Se presentó un documento para las universidades en Mar del Plata en mayo y comulgamos nosotros entendiendo que la salida está por ahí, porque la mayor generadora de trabajo real, especialmente las pymes, es en el sector industrial. Siempre cuando nos juntamos sale el tema de que somos los que nos levantamos a las 4 de la mañana, laburamos de noche y otros temas en común. Existe un ambiente de camaradería porque por lo general son procesos continuos, que se logran si hay solidaridad y compañerismo. Tenemos la convicción de que somos una pata recontra importante para mejorar nuestro país.

-¿Cuánto gravita ahí Julián Dominguez?

-Muchísimo, y es un compañerazo. Se trata de un peronista de ley con una rica historia de vida personal, que hizo pública siempre. El recuerda que su mamá era portera de un colegio y le posibilitó gracias a su sacrificio convertirse en un profesional.  Julián es decisivo para ver al frente desde lo técnico, recabar información respecto a cada actividad y desde ahí ir generando propuestas para presentarle al Estado nacional y a todos los estamentos que nos quieran escuchar.

-Si le pido un telegrama de su visión de la CGT hoy, ¿qué me resume?

-No te voy a decir lo que resumo, te voy a decir lo que me gusta, y lo que yo quiero: La unidad. Porque así como no hablo mal de mi Gobierno jamás hablo mal de mis compañeros en público.

-¿Un cable a tierra?

-Irme siempre fuera de temporada, te aclaro, tres veces al año a nuestro hotel en Mar del Plata. Voy con mi señora y un par de compañeros y amigos a disfrutar de 10 días, 2 semanas, pero siempre con el teléfono abierto, atento a lo que mis compañeros y compañeras puedan necesitar de mí.

-¿Una película y una canción?

-La «Patagonia Rebelde», película y documento histórico nacional. Para elegir una canción te digo «Desde el Puente Carretero» en honor a mis viejos, cantada y con el violín de Peteco Carabajal. (Y esta la última respuesta el telón lo pusieron sus ojos enrojecidos, al amparo del silencio)

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