La inflación de los primeros meses del año fue alta y el poder adquisitivo de los trabajadores se desploma y las empresas prevén en sus presupuestos subas menores que las pretendidas por los empleados. Mientras los alimentos se incrementaron un 50% en 2018 y en el primer trimestre de espera un 10% más de suba, los gremios exigen recomposiciones salariales acorde a la situación.

Según publica Matías Ortega en Ámbito Financiero con información de Willis Towers Watson, las empresas calcularon otorgar incrementos salariales que van entre el 25% y el 30% tanto para trabajadores fuera y dentro de convenio.

En ese aspecto, quienes estarían más cerca de las expectativas serían los de las industrias petrolera, comunicación y entretenimiento, y alta tecnología, seguidos por servicios y automotriz. Mientras que las entidades financieras, los retails, y los químicos, se encuentran del otro lado.

En todos los casos, los aumentos serían más fuertes en la primera mitad del año, y se prevén entre dos y tres ajustes con mayor preponderancia en los meses de abril y octubre.

Sin embargo, más de la mitad de las compañías -sobre unas 321 consultadas- reconoce que hay posibilidades de modificar sus presupuestos destinados a los aumentos salariales, mientras que más de un 33% lo da casi por hecho. El principal factor es la aceleración de la inflación no proyectada y los cambios en la tendencia del mercado.