Renunciar para no figurar: cómo se consolida el trabajo en negro "negociado"

Renunciar para no figurar: cómo se consolida el trabajo en negro

Con informalidad en 42% y caída del empleo registrado, crece en las grandes ciudades el uso del telegrama laboral para concretar renuncias "negociadas" que encubren la continuidad en negro.

En Buenos Aires, Córdoba capital, Rosario y otras grandes ciudades, las sucursales del Correo Argentino registran un flujo creciente de personas que acuden a presentar telegramas de renuncia. El trámite, previsto por la Ley 23.789, es gratuito, tiene valor legal y se puede realizar tanto en ventanilla como a través del SIE online, la plataforma digital del Correo que permite enviar telegramas laborales y cartas documento sin ir físicamente a una sucursal.

Abogados laboralistas explican que se trata, en muchos casos, de "renuncias negociadas": el empleador plantea que no puede afrontar los costos de aportes, jubilación y demás cargas sociales, pone en juego la continuidad del puesto y negocia con el trabajador una indemnización -en general menor a lo que correspondería por ley- a cambio de que presente la renuncia. Una vez concretado el trámite, el empleado continúa en el mismo puesto de trabajo pero en negro, sin aportes ni cobertura social.

Los números confirman el escenario: la informalidad laboral alcanzó el 42% en el primer trimestre de 2025, la desocupación subió a 7,9% y el empleo asalariado privado registrado cayó a 6,26 millones en abril, con casi 196.000 puestos menos desde fines de 2023. En paralelo, desde 2024 la AFIP dejó de exigir el reporte obligatorio de telegramas laborales, lo que dificulta dimensionar el alcance real de este fenómeno.

La renuncia voluntaria implica perder el derecho a la indemnización por antigüedad y al seguro de desempleo, aunque habilita el cobro de sueldos y aguinaldo proporcionales y vacaciones no gozadas. Sin embargo, especialistas advierten que, si se demuestra que la renuncia fue forzada o simulada, la Justicia puede considerarla un despido encubierto y ordenar el pago de las indemnizaciones correspondientes.

En un mercado laboral marcado por la recesión, la alta informalidad y la caída del empleo formal, el telegrama de renuncia se consolida como un instrumento rápido y legal que, en la práctica, está sirviendo para formalizar acuerdos que profundizan la precariedad.

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