Ruptura en puerta: la CGT se planta ante el Gobierno y evalúa un plan de acción contra la reforma laboral

Ruptura en puerta: la CGT se planta ante el Gobierno y evalúa un plan de acción contra la reforma laboral

La central obrera se ausentará del Consejo de Mayo y el jueves definirá pasos a seguir en medio del avance del ala dura oficialista.

La CGT entró en estado de alerta y ya prepara una respuesta directa al Gobierno ante el endurecimiento del proyecto de reforma laboral. La señal más contundente llegó este martes: Gerardo Martínez (UOCRA) no asistirá a la reunión del Consejo de Mayo en la Casa Rosada, una ausencia que marca el quiebre del diálogo y adelanta un escenario de conflicto. Además, este jueves tendrá lugar la primera reunión del Consejo Directivo de la CGT a las 12:00, la primera con el nuevo triunvirato, donde se tratarán dos puntos clave: el análisis del contexto social, laboral y económico, y la reforma laboral impulsada por el Gobierno.

El clima se tensó luego de que la central obrera confirmara que el ala dura del Gobierno logró imponer la versión más agresiva de los cambios laborales, reintroduciendo el artículo que busca limitar las cuotas solidarias, una medida que, según los sindicatos, impacta directamente en el financiamiento de los gremios. "Ganó Sturzenegger", reconocieron puertas adentro, en referencia al ministro de Desregulación, al que consideran "la voz ideológica antisindical" del oficialismo.

Pese a ello, desde la Casa Rosada intentaron bajar la tensión. Fuentes oficiales aseguraron que el artículo rechazado por la CGT no formará parte del proyecto final y que quedará para una discusión posterior. "La iniciativa sólo incluirá lo relativo a la generación de empleo", señalaron. Sin embargo, la dirigencia cegetista no confía en esos mensajes y entiende que el Gobierno juega a dos puntas: negociar por un lado y endurecer por otro.

La incertidumbre dentro del Ejecutivo creció durante el fin de semana, cuando se reabrió la discusión interna sobre la incorporación del artículo que limita las cuotas solidarias. Se trata del punto más sensible para los gremios, puesto que afecta directamente su sostén económico. Hace apenas 72 horas, el Gobierno había decidido eliminarlo para acercar posiciones con la CGT, pero las presiones de Federico Sturzenegger y sectores afines reactivaron su inclusión.

Incluso el viernes pasado circuló una versión del borrador de la reforma laboral en la que no figuraban las restricciones a las cuotas solidarias, lo que había generado cierto alivio en la central obrera. Pero el giro no tardó en llegar: durante el fin de semana, en la preparación de la versión definitiva, Sturzenegger volvió a insistir con su incorporación y encontró apoyo en Patricia Bullrich, hoy senadora electa, pero aún con fuerte influencia sobre el bloque más confrontativo del Gobierno.

Con este panorama, la CGT evalúa que el Ejecutivo decidió romper los puentes y avanzar con su agenda sin concesiones. Por eso, la central se encamina a reactivar su estrategia de protesta, convencida de que la pulseada recién empieza y de que la reforma laboral, tal como está planteada, representa el mayor retroceso para los trabajadores desde la dictadura.

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