"El salario mínimo fijado es una verguenza”

Lo dijo José Rigane, secretario Adjunto de la CTA-Autónoma, quien participó junto a Pablo Micheli y dirigentes de la CTA de los Trabajadores y la CGT, de la reunión del Consejo del Salario que se realizó en el Ministerio de Trabajo de la Nación, el martes 27 de junio.

Allí, junto a representantes del sector empresarial y del Gobierno nacional, se fijó el monto del Salario Mínimo, Vital y Móvil. Ante la falta de acuerdo, por el rechazo unánime de los sectores sindicales a la propuesta de aumentarlo 20 por ciento en tres cuotas, el Gobierno fijó por decreto el monto de 10 mil pesos, pero a partir de julio de 2018.

Desde la CTA-Autónoma, la CTA de los Trabajadores y la CGT, le exigieron que el Salario Mínimo, Vital y Móvil sea de 14.600 pesos, equivalente a una canasta básica de alimentos. La propuesta de los empresarios consistía en un incremento en tres tramos que llevaría el piso salarial de los actuales 8060 pesos a 8800 a partir de julio, 9200 pesos a partir del 1º de enero de 2018 y 9800 pesos a partir del 1º de julio del año que viene.

En declaraciones a Radio Residencias, Rigane dijo que “es una propuesta vergonzosa del gobierno y una falta de sensibilidad de los sectores más pudientes de la Argentina, que tienen la mayor concentración de la riqueza y hacen una propuesta miserable”.

El Salario Mínimo, Vital y Móvil está definido por la Constitución Nacional en su artículo 14 bis y por la Ley de Contrato de trabajo. Se define como la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión.

El además Secretario General de Luz y Fuerza Mar del Plata dijo que “teníamos dos referencias a tener en cuenta para reclamar el monto de ese Salario, que hasta hoy estaba en 8060 pesos. Por un lado, la canasta total de consumo en mayo 2017 era un valor de 23.700 pesos y por otra la canasta de servicios que limita el ingreso a la pobreza, hoy es 15.400 pesos según el INDEC. Esto es lo que reclamamos: que todos estén por fuera de la línea de pobreza, aunque sabemos que ese Salario Mínimo obviamente no le alcanza a nadie, menos si tenemos en cuenta los jubilados y pensionados que perciben la mínima y todos los actores de la economía social e informal que cobran menos de 5 mil pesos”.

Rigane dijo: “el monto fijado es una vergüenza. Y el hecho de que el gobierno haya laudado el Salario Mínimo en 10 mil pesos recién para julio de 2018 es una clara demostración de que esta gestión, gobierna para los ricos, aunque debería inclinarse por los que menos tienen, no por los más poderosos”.

Por último, detalló cuáles fueron los argumentos dados en el Consejo del Salario para no otorgar el monto solicitado: “el sector empresarial dice que no se puede pagar otra cosa, que no debería haber un salario mínimo único para todo el país, sino que debería ser por regiones según productividad. El argumento del gobierno es reducir el costo salarial para generar nuevos niveles de competencia en el campo internacional y producir inversiones que no llegan. El objetivo de fondo es flexibilizar, como lo vimos con las modificaciones de los Convenios Laborales de los petroleros y otros sectores que quieren llevar a otros ámbitos. Nosotros decimos que el problema del salario y la pobreza es hoy, no en un año y el Gobierno no sólo no lo resuelve sino que además se inclina por los que más tienen”.

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