“La Constancia se niega a dialogar con el Sindicato y de forma explícita no lo reconoce como legítimo representante de los trabajadores”, dijo Galán. “Cualquier tipo de petición que hacemos como organización sindical es completamente ignorada por la gerencia de La Constancia”.

El único avance en la relación con los representantes de la empresa se dio por intermedio de la Federación y con la mediación del Ministerio de Trabajo.

Galán explicó que las conductas de hostigamiento a los trabajadores afiliados al sindicato van desde cambiar la ruta de ventas para perjudicar la rutina de un empleado a la aplicación de una sanción disciplinaria sin justa causa.

“El área de ventas es la más afectada por estas prácticas antisindicales. Les imponen metas inalcanzables y bajo una paramétrica completamente injusta que hace que este año, aunque vendan más cobran menos”, señaló.

Estos trabajadores están bajo un estrés constante y muchos han decidido renunciar, con el agravante que la plaza vacante no es cubierta por la empresa.

“En vez de contratar a otro trabajador para ocupar el puesto del que cansado renunció, La Constancia recarga a aquellos que se han quedado generando aún mayor malestar. Es una realidad muy asfixiante”, denunció.

Además, la empresa ignora completamente al sindicato, que reaccionó con una serie de movilizaciones.

Movilizaciones y acciones legales

Antes de hacerlo, el sindicato envió a la gerencia una nota explicando las diferentes irregularidades, planteando un diálogo serio y aguardando una respuesta en los siguientes ocho días. “Como no nos respondieron salimos a movilizarnos nuevamente”, dijo Galán.

La primera movilización se realizó frente a la planta cervecera en San Salvador el 15 de febrero y la segunda frente a la planta donde La Constancia embotella y distribuye productos de Coca Cola, en la localidad de Nixapa, el 5 de marzo.

El Sitraconsta necesita que más del 51 por ciento de los trabajadores de la empresa estén afiliados para poder negociar un convenio colectivo de condiciones de trabajo. Todavía les falta un pequeño porcentaje.

Atropellos a los derechos colectivos

e individuales

“No es sencillo lograrlo, porque desde la gerencia hay una campaña contra la organización. No solo nos ignoran como legítimos representantes de los trabajadores, impidiendo que actuemos en defensa de algún afiliado, sino que hacen que estos trabajadores firmen documentos eximiendo a la empresa de eventuales indemnizaciones o responsabilidades”, afirmó Galán.

El sindicato ha denunciado ante el Ministerio de Trabajo irregularidades cometidas por la empresa con algunos de sus afiliados o casos de despidos en los que no se pagó la indemnización correspondiente.

Galán explica que generalmente deben llegar a la órbita judicial donde, hasta ahora, han obtenido resultados favorables, pero los procesos son lentos y nunca es esta la mejor salida.

“Hemos logrado que paguen indemnizaciones por despido, pero no reintegros de trabajadores, puesto que no existe esa figura en nuestra legislación”, lamenta.

Lo más eficaz, concluye, es denunciar públicamente a la empresa, además de insistir ante el Ministerio de Trabajo para que interceda y convoque a La Constancia a una mesa de diálogo tripartita.

“Contamos con la Rel UITA para difundir esta situación”, apuntó el sindicalista.

Así será.