Los trabajadores registrados gastan en comida un tercio de su salario

Y se estima que los informales gastan mucho más. La cifra de los formales mantiene el promedio de 2021 y continua con los índices más altos en comparación con el macrismo y la mitad del actual gobierno.

Por: Julián Blejmar.

Durante junio, los trabajadores registrados debieron destinar el 32,9 por ciento de su salario a la compra de alimentos, una cifra que iguala al promedio que debieron erogar durante el primer semestre de este año pero que es mayor a la del primer trimestre, que fue del 32,7 por ciento.

Así se deprende del último estudio que el Observatorio para el Desarrollo Provincial (ODeP) -una ONG conformada por profesionales de múltiples disciplinas que se desempeñan tanto en el sector público como privado- entregó a El Destape. 

La investigación se focaliza en el peso de los alimentos sobre el ingreso de los trabajadores registrados y, entre sus conclusiones, se destaca que la Canasta Básica Alimentaria pasó de representar, dentro del salario, un peso del 25 al 27 por ciento entre los años 2016 y 2018 a otro de entre el 30 y el 33 por ciento entre los años 2019 y 2021así como para el primer semestre de este año.

El fenómeno tiene implicancias internacionales, como los son el boom de las materias primas experimentado desde mediados del 2020, que encarecieron los alimentos en todo el mundo y se potenció luego con la invasión rusa a Ucrania, como también implicaciones locales, como lo fue la no modificación sustancial de las políticas macristas de disminución y quita de retenciones para reacoplar los valores de los alimentos a los precios internacionales, y el bajo impacto del programa “Precios Cuidados” para cuanto menos regresar a los índices de 2016 a 2018.

El estudio, además, fue realizado sobre trabajadores con salario registrado, es decir unos doce millones de empleados, cuya evolución salarial promedio fue menor a la de cinco de los ocho rubros alimenticios -según el informe-, ya que Aceites, Verduras, Azúcares, Lácteos y Panes tuvieron aumentos por encima de estos salarios, mientras que Frutas, Bebidas y Carnes subieron menos que la actualización salarial.

Sin embargo, la situación es mucho más compleja para los trabajadores informales, si se tiene en cuenta que, de acuerdo a la Universidad Nacional de Cuyo, en el acumulado en términos reales hasta junio los salarios registrados perdieron contra la inflación 1,3 por ciento de capacidad adquisitiva, mientras que los no registrados presentaron una caída del 6,1 por ciento.

Esto evidenciaría que los siete millones de trabajadores que se desempeñan sin protección social destinan un monto aún mayor a la adquisición de comida.

El dato positivo del informe es que la injerencia de la canasta básica alimentaria en los salarios registrados durante el primer semestre de este año se mantiene por debajo del nivel del mismo período del 2021, cuando superó el 33 por ciento. Sin embargo, la investigación agregó que “el mes de mayo significó un importante retroceso para el poder adquisitivo del salario respecto a la canasta básica alimentaria”.

Con todo, el fenómeno del creciente peso de los alimentos en el gasto de los trabajadores pareciera estar lejos de retrotraerse. Según informó días atrás el Indec, la canasta básica de alimentos aumentó un 6,3 por ciento en julio. 

Además, El Destape pudo acceder a un informe de la consultora LCG que señalaba que en la tercera semana de agosto el precio de los alimentos había aumentó 1,9 por ciento, acelerando la suba respecto a la semana anterior, cuando marcó incrementos de 1,2 puntos porcentuales.

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