La UATRE busca la dignidad del trabajador rural mientras la Mesa de Enlace pretende sostener la inequidad laboral y social

La UATRE busca la dignidad del trabajador rural mientras la Mesa de Enlace pretende sostener la inequidad laboral y social

Mientras una parte de la dirigencia agropecuaria -que no es todo el campo- se queja por la decisión del gobierno nacional de no autorizar exportaciones de maíz con el fin de asegurar la cobertura en el mercado interno, mantiene un pronunciado silencio sobre su intransigente oposición a pagar un bono de fin de año de 15 mil pesos a todos los trabajadores rurales como lo solicitó la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) en la Comisiópn Nacional del Trabajo Agrario (CNTA).

Las cuatro patronales campestres: Federación Agraria Argentina (FAA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO) y Sociedad Rural Argentina (SRA), agrupadas en la Mesa de Enlace, de triste recuerdo para la historia argentina por poner al país al borde del desabastecimiento alimentario, ahora amenazan con retomar sus actitudes patoteras cortando rutas para defender sus mezquinos intereses y volver a tener de rehen a la mesa de los argentinos.

La decisión del gobierno nacional va en línea con el cuidado de los alimentos que llegan a los argentinos en mercado interno y busca asegurar la provisión del maiz a “los sectores que lo utilizan como materia prima en sus procesos de transformación, básicamente la producción de proteína animal como carne de cerdo, pollo, huevos, leche y feedlot, donde el cereal representa un componente significativo de sus costos de producción”.

Cabe aclarar que hasta el momento los empresarios rurales han exportado un 89% del total de toneladas de maíz, por lo cual no es que van a perder algún negocio, sucede que su voracidad los lleva a entender que el Estado solo debe estar presente a la hora de ofrecerles ventajas, como los créditos que durante la época del gobierno de Néstor Kirchner les permitió salvar del remate a varios establecimientos, pero no se debe insmiscuir en sus negocios aunque esto signifique perjudicar al mercado interno, es decir a todos quienes vivimos en nuestro país.

Así, mientras los medios hegemónicos replican sin cesar la cantinela patronal, no resulta extraño que silencien -cómplices al fin en un negocio conjunto- la intransigencia del empresariado rural contra el pedido de la UATRE de que abonaran un reconocimiento salarial de 15 mil pesos antes de fin de año.

Resultaron infructuosos los tres encuentros realizados en la CNTA poco antes de finalizar el 2020 buscando el consenso. Aún con los racionales argumentos esgrimidos por la UATRE que desvarataron uno a uno cada excusa patronal, la negativa empresaria se mantuvo firme y hasta rechazó la decisión final del pago de un bono de 10 mil pesos en tres cuotas que logró el voto popsitivo de los representantes del gobierno y los de la UATRE, en el marco de la CNTA. Ni aun esos 5 mil pesos de menos quieren pagar los que tiene la vaca atada.

El Secretario General de la UATRE, José Voytenco, explicó la situación: “La realidad es que la bonanza del sector agropecuario no se refleja en los salarios de nuestros trabajadores, quienes, cabe recordar, fueron declarados esenciales y no dejaron de trabajar un solo día durante la pandemia; por eso digo que, a diferencia de la mayor parte de nuestra economía, al sector rural le fue más que bien en 2020”.

El salario medio de un trabajador rural a nivel nacional, actualmente, es de 37 mil pesos y el 34,47% de los establecimientos está pagando por debajo de los salarios de convenio homologados por la CNTA.

Según el Observatorio Nacional del Trabajo Agrario (ONTA) de la UATRE, del total de establecimientos agropecuarios registrados legalmente un 47,38% emplea un solo trabajador y un 36,64% tiene entre 2 y 5 empleados. Es decir, que el 84,03% de los establecimientos rurales tiene entre 1 y 5 trabajadores, por lo que casi la mitad de los establecimientos hubiera tenido una erogación de 15 mil pesos y un poco más de un tercio hubiera tenido que enfrentar un gasto de hasta 75 mil pesos. ¿A qué colapso se refieren los empresarios rurales paara negartse a pagar el bono?

Con la sabiduria llana del verdadero hombre de campo, Voytenco detalló: "15 mil pesos equivalen a dos corderos, o a tres lechones chicos, o a 6 cajones de pollos, o a 100 kilos de novillo, o a 700 kilos de soja, o a un tercio de lo que produce una planta de manzana, o a tres cargas de combustible de una camioneta o al cambio de aceite y filtro de ese vehículo". ¿Parece un pedido desmedido el que hizo la UATRE?

Cuando el Gobierno del presidente Alberto Fernández dispuso las retenciones escalonadas, la UATRE las apoyó porque reconoció la realidad de los pequeños y medianos productores, haciendo recaer los valores más altos de las retenciones sobre un porcentaje muy pequeño de los productores con más poder económico. Toda la Mesa de Enlace en su conjunto se opuso. Tal vez la negativa al bono de 15 mil pesos sea una venganza por ese apoyo de la UATRE

Seguramente el 2021 traerá una intensa acción desde la UATRE en pos de mejorar el salario de los trabajadores rurales, así como cambiar la realidad social campestre, esa que muestra la existencia de trabajo en negro, el trabajo infantil y la trata de personas y contra la que Voytenco, que asumió este año la Presidencia del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), dijo que profundizará la lucha, reconociendo que no menos de 500 mil trabajadores rurales aún trabajan al margen de la ley y en situación totalmente desamparada.

Mucho se habla y pondera sobre la facilidad con que el "campo" se adapta al uso de nuevas tecnologías y bate records de productividad, sin embargo la distribución equitativa de esa riqueza sigue siendo una cuenta pendiente o al decir de algun amigo de los patrones: "te la debo.

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