Análisis: crece la presión sobre el triunvirato cegetista para que endurezca su postura ante el gobierno

 Análisis: crece la presión sobre el triunvirato cegetista para que endurezca su postura ante el gobierno

Sectores internos reclaman un plan de lucha a la conducción gremial, que decidió cerrar el 2016 con un brindis. La Corriente Federal reclamó deponer “mezquinos intereses partidarios o personales” y trabajar por un programa de acción. Las peleas internas se mantienen, entre dialoguistas y radicales. La interna del peronismo se mete en la discusión, con la flexibilización laboral como amenaza en el horizonte. 

La foto de Mauricio Macri brindando con los líderes de la CGT a fin de año fue el símbolo perfecto de la relación que mantuvieron durante el 2016, que tuvo picos de tensión pero que en términos generales fue amena. Pese a las advertencias y criticas, los despidos y los problemas económicos (el país tuvo la inflación más alta en los últimos 25 años) los gremios cegetistas fueron cuanto menos indulgentes con las políticas oficiales, y las amenazas de un paro nacional se fueron diluyendo. Pero en apenas dos semanas del nuevo año, la presión interna para que se cambie esta postura se incrementó notablemente. Los pedidos de un plan de lucha lanzados por los sectores más radicales de la central volvieron a marcar la cancha del triunvirato conductor, que hace equilibrio entre los dos espacios: los dialoguistas y los que buscan un paro inminente.

La nueva ofensiva para lograr una medida de fuerza se da en medio de rumores de una reforma laboral que la gran mayoría de los sindicatos rechaza, pero que debutó con éxito en el sector privado. Además, la interna del PJ amenaza con meterse en la disputa, en un año electoral. En este contexto, será difícil mantener la tregua mucho tiempo, en especial si los números de la economía no repuntan, y la anunciada recuperación se hace esperar más tiempo.

La corriente, dura

La primera señal de enojo dentro de la CGT la dio la Corriente Federal de Trabajadores, el espacio que lidera el bancario Sergio Palazzo, y que vienen bregando por una postura más fuerte de la central. La semana pasada, unos 30 gremios que la integran consensuaron un documento donde criticaron con dureza la falta de un programa de lucha contra el modelo económico del gobierno. “Es imprescindible que la CGT decida de forma urgente un programa y un plan de acción que unifique los reclamos y luchas de todos los sectores del movimiento obrero y sin exclusiones”, aseguró el texto difundido por la corriente.

“Como sucedió tras el veto presidencial a la Ley de Emergencia Ocupacional, el acta-compromiso por la que los empresarios no iban a producir despidos hasta marzo próximo fue incumplida”, denunció este espacio, que comparten entre otros gremios los bancarios, gráficos bonaerenses, empleados de farmacia, televisión, molineros, docentes privados y pilotos. “Más de 450 mil argentinos que perdieron su trabajo desde diciembre de 2015 sufren las consecuencias, mientras el gobierno y sus Ceos insisten en agravios y comprometen con esos incumplimientos a la CGT, lo que resulta inaceptable y, por lo mismo, es preciso detener el atropello a la clase trabajadora”, agregó.

La Corriente  reclamó “un trabajo serio y dinámico y por la necesidad de deponer mezquinos intereses partidarios o personales para constituir un Frente Nacional y Popular con vistas a las próximas elecciones legislativas, con un programa claro y definido y compromisos y disposiciones planificadas”.

Los cañones del espacio apuntan a la falta de un programa que permita enfrentar la situación del país, y que no logró imponer en el confederal del 22 de agosto. Por eso, se retiró de la cumbre, y renunció a ser parte de la flamante conducción, aunque no rompió con la CGT.

La opinión del espacio es compartida por otros dirigentes, como Pablo Moyano, que lidera a los transportistas que lideraron las “asambleas informativas” de fin de año, que paralizaron el transporte de pasajeros. La presión de este espacio hizo que hace unos días, el integrante del triunvirato Juan Carlos Schmid firmara un comunicado donde alertó sobre los despidos y la falta de compromiso de los empresarios.

Reforma y gobernabilidad

Además de los despidos, en la CGT están muy preocupados por la reforma laboral que impulsa el gobierno, una flexibilización que todos rechazan, pero que debutó con cierto éxito. La llegada al gobierno del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, el gasto quedó en el centro de la estrategia económica. Uno de los objetivos que anunció incluso antes de asumir es bajar los costos laborales, para lo cual busca acuerdos con el sector dialoguista de la CGT.

Ante esto, en estos días se podría producir la primera reunión del año del consejo directivo de la central, que debe debatir la postura a tomar. Quienes son proclives al diálogo creen que es hora de cobrar los frutos de la paciencia mostrada en 2016. “Fuimos garantes de la gobernabilidad, este año van a tener que escuchar nuestros reclamos”, le dijo a Política del Sur una fuente del sector. Esta postura apunta no sólo a temas muy conocidos como Ganancias o los despidos, sino a trascendentales para la estructura interna, como el financiamiento de las obras sociales. Otro tema que se fue tocando de manera informal es el modelo sindical, y el compromiso de no meterse con la vida interna de los gremios por lo menos por este tiempo.

La reforma propuesta desde la Casa Rosada tuvo un debut exitoso en el sector petrolero, y el gobierno va por más. Luego del aparente éxito (hay una clara resignación de algunas conquistas laborales para potenciar la explotación de Vaca Muerta), ahora se intentará “poner orden” en el transporte marítimo y fluvial.

Recientemente la FEMPyNRA alertó sobre la presencia de trabajadores extranjeros en aguas argentinas, fuera de la normativa legal, y sin realizar “aportes al sistema previsional argentino”. Esta Federación Marítima no inquietaría al gobierno de no ser porque su titular es nada más ni nada menos que Juan Carlos Schmid titular del gremio de Dragado (uno de los gremios marítimos) y parte del triunvirato que conduce la CGT.

Sondeos desde el PJ

Como si esta lucha interna fuera poco, en estos días comenzaron sondeos desde el peronismo, pensando en este año electoral. Incluso, luego de difundir el documento de la Corriente federal, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió con algunos dirigentes sindicales. Así lo dice el diario Perfil, que en su última edición confirmó encuentros con dirigentes de la corriente, con el jefe de los mecánicos de SMATA, Ricardo Pignanelli, y con Víctor Santa María, del gremio de los encargados de edificios.

Además, en el último congreso del PJ de la provincia, las señales de unidad incluyeron a casi todo el arco del peronismo. Allí, los gremios quedaron representados por Pedro Borghini, hombre de Héctor Daer (sanidad), que cuenta con el aval de  parte de la nueva estructura. Si bien puertas adentro creen que el dirigente (concejal platense) no es “el más representativo”, tiene el aval del triunvirato, por lo menos de su sector dialoguista.

Los primeros sondeos entre los peronistas y la dirigencia gremial comenzaron a fin de año, luego de la pelea por la reforma del Impuesto a las Ganancias en el congreso. Si bien algunos diputados quedaron disconformes con el acercamiento que hizo la central obrera con el gobierno, posibilitando la aprobación de la iniciativa oficial, mantienen el diálogo, en especial pensando en los comisiones. Saben que su poder de movilización, hoy dormido, es fundamental para cualquier proceso electoral, una alianza que preocupa a Macri mucho más de lo que se admite.

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